Como parte de una nutrida agenda de reuniones, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, almorzó este viernes con Alberto Fernández en la quinta de Olivos. Previamente, su gira recaló en Brasil. Más allá de las generalidades de las declaraciones diplomáticas, el pedido del enviado imperial de “reforzar la democracia en la región”, sumado al interés imperialista en frenar el avance de China y Rusia, y una política de “cooperación” en temas de defensa y recursos naturales, fueron parte de la agenda de las reuniones. Sobre el pago de la onerosa y fraudulenta deuda con el FMI, tiró la pelota afuera.
Esta es la tercera visita de un importante funcionario norteamericano al país durante la administración del Frente de Todos –antes lo habían hecho el almirante Craig Feller, en ese momento Jefe del Comando Sur del Pentágono, y un subordinado de Sullivan, Juan Sebastián González, director del Consejo de Seguridad Nacional para América del Sur. El gobierno imperialista de Biden pretende avanzar en la agenda de defensa de sus intereses en la región, convenientemente disfrazada de “políticas de cooperación”.
Una prueba de esto, es que en la reunión que tuvieron Massa y el enviado norteamericano, en un pedido de colaboración con las negociaciones de Guzmán ante el Tesoro de EEUU para que el FMI considere plazos más extensos para el pago de la deuda argentina, que le hiciera el Presidente de la Cámara de Diputados, según fuentes consultadas por el diario La Nación, “Sullivan se mostró predispuesto a colaborar con el Gobierno argentino, aunque aclaró que la Secretaría del Tesoro tiene independencia de criterio.”
O sea que, en el principal tema de interés del pueblo argentino, Sullivan, tiró la pelota afuera… o mejor dicho “pague y arregle con el Fondo”, como ya le han repetido a Guzmán en cuanta entrevista con funcionarios imperialistas que se haya hecho pública.
Lo que no se escuchó esta vez, tampoco en las otras visitas, alguna protesta del kirchnerismo, algún reclamo de soberanía ante una deuda fraudulenta pactada por los funcionarios del Fondo con Macri, nada… siquiera alguna protesta mentirosa en épocas de campaña electoral Nac&Pop.
Es que después de que la Jefa (Cristina) declarara hace pocos días que hay que cumplir con el Fondo… a ningún candidato se le ocurre deslizar alguna frase setentista como “yanquis go home”. Esa consigna nos quedó a la izquierda. El reclamo, que levantan nuestros candidatos del MST en la PASO del FIT Unidad, de que es necesario dejar de pagar la fraudulenta deuda externa y destinar esos fondos a la creación de puestos de trabajo, el salario, la salud y la educación, y ese es nuestro principal reclamo soberano, ha sido eliminado del “relato” k y de Fernández, aun en épocas de campaña.
Lejos de exigírselo al funcionario enviado de Biden, al contrario, el enviado colonial tuvo varias reuniones con la primera plana del gobierno y sus aliados, para tratar una nutrida agenda. La primera en la Rosada con el secretario de Asuntos Estratégicos de Presidencia, Gustavo Béliz, el canciller Felipe Solá, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el embajador en Estados Unidos, Jorge Arguello. Luego – asado de por medio- con el presidente en Olivos, la tercera en el Palacio San Marín con el Consejo Económico Social, donde estuvo también el ministro Kulfas, empresarios y burócratas sindicales de la CGT y la CTA. Terminó su jornada en una breve entrevista exclusiva con Sergio Massa, quién se postula como uno de los operadores privilegiados con el amo del norte.
Sullivan es el funcionario de mayor rango que ha visitado al país durante este gobierno, de estrecha confianza del presidente norteamericano. Su visita viene a coronar otras gestiones, resaltadas por voceros del gobierno como relaciones “maduras y cordiales que se vienen llevando a cabo entre ambos países”. Y también las recientes reuniones de la gira de Massa a EEUU y las entrevistas del canciller Solá, con el jefe del Departamento de Estado, Antony Blinken, en la reciente cumbre del G20 en Venecia, o las permanentes giras de Guzmán.
Los temas que le interesan a los yanquis
Uno de los temas recurrentes de las reuniones es la necesidad de EEUU de frenar el avance de China y Rusia en la región. La administración norteamericana no sólo ofrece su “cooperación” en temas de defensa, sino que quiere “ayudar” a la Argentina a frenar la pesca ilegal de buques chinos en la plataforma continental. También la quiere “colaborar” con el desarrollo de una tecnología 5G “nacional” frente a las tecnologías ofrecidas por China, entre otros ofrecimientos.
En un mundo cruzado por la disputa y la “ciber-guerra” entre las grandes potencias, no por casualidad los miembros de la comitiva de Sullivan son todos del área seguridad, a saber: el director del Consejo de Seguridad Nacional para el hemisferio occidental, Juan González; el director de Tecnología y Seguridad Nacional, Tarun Chabra; el director de Cibernética, Amit Mital; y el director de la Oficina para el hemisferio occidental del Departamento de Estado, Ricardo Zúñiga. Los yanquis, aquí y en Brasil, donde le ofrecieron a Bolsonaro entrar a la OTAN, están cuidando su “patio trasero”.
El “refuerzo de la democracia” es el latiguillo con el que los yanquis quieren intervenir sobre las crisis de los regímenes de Cuba, Nicaragua o Venezuela, y sobre la región Latinoamericana, que cada vez más gira a la izquierda, una vez que el auspiciado Grupo de Lima pierde fuerza, ante los profundos cambios que se están produciendo. Una política imperial, del estado que más ha violado los derechos de los pueblos en el mundo, que debe ser denunciada y enfrentada.
Otros intereses, como la campaña de Biden en “defensa del medio ambiente”, y la preocupación de la depredación del Amazonas, que es uno de los causantes de la bajante histórica del Paraná, no tienen que ver con que uno de los mayores contaminadores del mundo se haya arrepentido de su voracidad capitalista, sino con la disputa por uno de los reservorios más grandes de agua potable del mundo, la región del acuífero guaraní.
Finalmente, en parte por la política de “diplomacia de las vacunas”, o sea por la disputa con las otras potencias imperialistas en utilizar este insumo vital para desarrollar su influencia, el enviado yanqui adelantó la nueva mega donación de 500 millones de vacunas de EEUU a la región, entre ellas un buen contingente para la Argentina, que superaría largamente la reciente donación. Una donación posible, de una potencia que le sobran las vacunas y que impidió liberarlas durante mucho tiempo, provocando cientos de miles de muertes evitables en la mayoría de los países pobres del planeta. Muchos de los cuales, si no son asistidos a tiempo, le devolverán a EEUU y las grandes potencias, tal cual acaba de advertir la OMS, nuevas y más duras cepas del Covid 19, como la dañina Delta.
Un nuevo embajador
Un dato más de la “madura” relación que tenemos con EEUU, fue la designación –que tiene que ser confirmada por el Senado- del nuevo embajador norteamericano en la Argentina. Desde la partida del último embajador Edward Prado, la jefa de la embajada es la Encargada de Negocios, Mary Kay Carlson, que estuvo presente en las reuniones entre Sullivan y el presidente Fernández.
El funcionario yanqui designado es Mark R. Stanley, un dirigente demócrata de Dallas, Texas, abogado litigante, funcionario político y líder de la comunidad judía. Su perfil como funcionario judicial, es similar a su predecesor. Llama la atención que en la última visita realizada por Massa a EEUU se reunió con el Comité judío estadounidense y el Caucos de Congresistas Judíos de la Cámara de Representantes y ahora, el nuevo embajador, tendría muy buenas relaciones con este sector del sionismo norteamericano.