En algo más de tres meses de gobierno de Javier Milei, el fenómeno libertario se monta sobre el descontento con los sectores que han gobernado y denuncia a la casta para hacerse de base social. La realidad dista mucho de sus promesas anti-casta, dijo contundentemente que no iba a subir el boleto hasta que se recupere el salario mientras hoy los salarios han caído y el boleto se encareció y está en una dinámica de seguir subiendo. Sentenció que se cortaría un brazo antes de poner un impuesto y planea volver a cobrar el impuesto al salario (mal llamado ganancia). La casta al final eran los pacientes oncológicos a los que no se les está dando medicamentos, los comedores populares a los que no envían más alimentos, los jubilados que significaron un 34%¹ del ajuste fiscal que llevaron adelante, la cultura que es perseguida y desfinanciada, los que se enferman de dengue por la falta de campañas de prevención, los que perdieron todo en las inundaciones por la falta de obras. Y podríamos seguir, la casta éramos los laburantes, los estudiantes y los sectores populares y medios, hubo una estafa electoral montada en la bronca que habían generado UXP y anteriormente JXC con sus pésimas gestiones.
Pero la casta sigue ahí, y si no fuera por el rechazo social que significo al hacerse público el aumento de dietas que se habían dado así mismo el presidente, hoy tanto Milei como el poder legislativo estarían disfrutando los aumentos millonarios de sus ya abultados salarios. Mientras los trolls asumen cargos de funcionario y ya fueron varios trascendidos de ñoquis VIP que tiene LLA.
Las mentiras no son la única forma de gobernar, sino que también puede rápidamente generar récord inflacionario, potenciar la recesión y destruir los ingresos. Es así como, vemos números de pobreza rozando el 60%² y de pobreza infantil cercano al 70%, según Unicef.
El gobierno no bajo la inflación, todo lo contrario, la disparo acompañándola con una devaluación en diciembre que puede estar acompañada de una segunda en estos meses, todo esto sin ninguna política de recomposición salarial y con despidos en lugares como Telam, INCAA, Acindar y Aerolíneas entre otros sectores afectados.
Problemas a la vista, motosierra en apuros
Desde la asunción de Milei, hubo dos momentos, el primero donde lanzó su paquete de medidas, siendo este un combo que traía consigo el DNU, la ley ómnibus, el protocolo represivo y las medidas económicas para llegar al déficit 0. Aun existiendo descontento primaba la paciencia y el gobierno no parecía tener un gran costo político.
En cambio, con la dinámica que impuso el paro del 24 de enero que le sacamos a la burocracia sindical, la situación se desarrolló distinto y ya con el paro anunciado la justicia suspendió la sección laboral del DNU y posterior a ello, la lucha en las calles logró una importante victoria haciendo retroceder la Ley ómnibus. El protocolo se demostró impotente en varias ocasiones como en el pasado 8M y aunque la justicia amiga del poder siga dilatando la denuncia de Cele Fierro contra Bullrich, es un elemento que quedo en cuestionamiento. Así también vemos, que la imagen del gobierno tiene una clara tendencia a la baja, otorgando números de 57%³ de imagen negativa, por ejemplo. Y acompaña un escenario de crisis y disputa entre gobernadores, legisladores y hasta su propia vice.
El nuevo capítulo que demuestra esto, es el rechazo al DNU en el senado que encima alimenta una espiral de crisis política dentro de LLA y también con sus sectores aliados. El reflector principal se lo llevó Victoria Villarruel, quien quedó fuera del reparto de ministerios y acusan enfrió la relación su resistencia a retrotraer los sueldos de los senadores luego del aumento y ahora entre comunicados cruzados, sectores del gobierno dicen que no hizo lo posible a su alcance para defender el DNU. Aunque en realidad tampoco tenia otra salida frente a la posibilidad de autoconvocarse la cámara de senadores y quedar pintada.
Ella no es la única que paso por los reflectores esta semana, el otro es Miguel Ángel Pichetto que es presentado por distintos sectores del establishment como una posible salida institucional de consenso de las fuerzas tradicionales ante una potencial salida de Milei que, si bien, con el pacto de mayo busca ganar tiempo y avanzar en un formato más acuerdista, la realidad es que no viene teniendo la capacidad para ordenar las filas siquiera de la oposición light rumbo al acuerdo y a 100 días de gobierno sus medidas no solo están cuestionadas sino que ya le están haciendo perder base social.
Fonteveccia menciona esta circunstancia potencial como: “uno que destruya y otro que construya”. Siendo Milei quien pase el grueso del ajuste, y colocando a Pichetto como quien puede darle un marco institucional al filo de la motosierra. Más allá de estas opiniones, por lo pronto igualmente Milei sigue gozando de fuerte apoyo burgués con un círculo rojo empujando fuerte para un acuerdo, que todavía no se concreta.
Todo o nada
Así es, las cuchillas de la motosierra van por todo o nada. No hay término medio. Un potencial escenario con “mayor institucionalidad” no evita ni el ataque a los trabajadores que sufrimos actualmente, ni que después no lo suframos institucionalizado. Hay que trabajar en seguir construyendo una alternativa de izquierda que pueda albergar a quienes vienen luchando contra el plan motosierra, como así también, a los miles que están disconformes con el presente actual y aún no han salido. El Frente de Izquierda Unidad es una conquista en ese sentido, como un polo de referencia que combate y denuncia el ajuste. Tiene que mejorar y transformarse en un gran movimiento político y que convoque fuerte con una orientación a futuro para poder empalmar con el descontento popular.
Santiago Ledesma
- Fuente IARAF
- Fuente UCA
- Consultora Zuban Córdoba y Asociados