Acaba de terminar la enorme movilización al Congreso, protagonizada por miles y miles de trabajadores y sectores populares. Que se dieron cita allí para enfrentar el mega DNU y la Ley Ómnibus de Milei y el protocolo de Bullrich. Como todas la imágenes y videos pudieron mostrar, la multitud no solamente llenó la Plaza y las calles paralelas Rivadavia e Irigoyen, sino que otros miles ocuparon toda la Avenida de Mayo hasta la 9 de Julio sin poder ingresar a la Plaza por estar ya colmada. La enorme cantidad de gente movilizada, terminó tomando las calles, esas mismas calles que la represora Bullrich y su protocolo inconstitucional nos quiere prohibir que utilicemos. Hoy fue un mal día para esa ministra impresentable. No solo por la multitud movilizada a Congreso, sino porque a la vez en todo el país se desarrollaron también muy importantes movilizaciones en cada provincia.
Como decíamos, si bien la convocatoria a la movilización a Congreso fue de la CGT, la misma fue tomada y aprovechada como acción de lucha por diferentes e importantes sectores; todas las organizaciones de la cultura, que es uno hoy de las movilizados y organizados contra el gobierno, las columnas de asambleas barriales de CABA, el Gran Buenos Aires y La Plata, la totalidad de las organizaciones sociales y piqueteras, diferentes centros de estudiantes, entre otros sectores movilizados.
A esto hay que sumarle la fuerte presencia de la izquierda, entre ellos una muy importante columna del MST en el FIT Unidad y del Movimiento Teresa Vive, que de conjunto conformó una gran columna multisectorial e independiente con fuerte protagonismo y una enorme bandera de cabecera que exigía un plan de lucha hasta que caiga el DNU y la Ley Ómnibus. Columna que desde temprano se fue ganado un lugar importante de la Plaza Congreso.
Todo condujo a que si bien la CGT fue la convocante central y obviamente hubo presencia de muchos gremios, la realidad fue que los movimientos sociales y toda la izquierda política y sindical, ocuparon parte importante de la Plaza. Demostrando así dos hechos a la vez; Por un lado, el importante peso de las organizaciones sociales y de la izquierda. Y, por otro, que los gremios conducidos por la CGT, si bien realizaron el paro y una importante movilización, incluso con algunos gremios que no llegaron a entrar a la plaza, la verdad es que la central sindical pudo incluso haber movilizado mucho más de lo que lo hicieron. Como siempre la burocracia sindical, aun cuando convoca a una importante acción como la de hoy, retacea la fuerza del movimiento obrero organizado, para evitar desbordes o críticas a la propia conducción gremial.
Igualmente, lo que es evidente como conclusión de la jornada de hoy, en primer lugar, la movilización y también las horas de paro, es que fue una muy importante acción de lucha que fortalece la pelea del movimiento obrero y de todos los sectores populares en lucha. Que hayamos sido miles y miles en Congreso y en todo el país es un golpe al gobierno de Milei y a todo su proyecto, y muestra la enorme fuerza que tiene la clase obrera cuando sale a la lucha. Fuerza que podría expresarse todavía mucho más fuerte si tuviera una dirección combativa y democrática, acorde a las necesidades de la gran lucha que tenemos por delante.
¿Y el plan de lucha de la CGT?
En el marco de una jornada de paro y movilización que tonifica a todo el movimiento de lucha contra el plan de ajuste y represión de Milei, evidentemente los discursos de la dirección de la CGT no estuvieron ni de cerca, a la altura de lo que hace falta. Porque estamos en un momento donde el gobierno tiene dificultades para enfrentar la sesión y tratar la Ley Ómnibus y era el momento más que adecuado para definir medidas concretas de un plan de lucha.
El acto central comenzó después de las 14hs con la lectura de un documento consensuado y firmado por la CGT, las dos CTA´s, la UTEP y diferentes organizaciones afines a estos a sectores, en donde se planteaban denuncias generales al DNU y a la Ley Ómnibus. Más allá de denuncias correctas y un llamado lógico a defender todas las conquistas obreras, el documento estaba centrado en exigencias a los diputados de cara a la próxima sesión que en principio sería la semana que viene. Pero no contenía ninguna propuesta de continuidad de lucha a la enorme demostración de fuerza realizada hoy.
Alguien podría pensar que esa continuidad se daría en los discursos posteriores de Moyano y Daer. Para nada. Ninguno de los dos oradores hizo ni una sola mención a nuevas medidas de lucha, a planes escalonados, a convocatorias a nuevos paros o a marchas. Nada de nada. Teniendo una enorme fuerza obrera y popular delante de sus ojos, optaron por discursos generales, algunas denuncias correctas, pero ninguna mención a como seguir el plan de lucha. Daer dijo solamente al pasar “seguiremos la lucha”. Pero como es sabido, las luchas solo se siguen de verdad, con medidas de fuerza que no sean aisladas sino parte de un plan de lucha serio.
De hecho, había una primera convocatoria muy obvia que la CGT pudo hacer y no hizo: convocar a movilizar el día que se trate la Ley Ómnibus (que será el próximo martes) para presionar con fuerza ese día con miles en la calle. Los discursos centrales no convocaron a estar tarea ni a ninguna otra. Lo cual ratifica lo que venimos diciendo; la enorme lucha que hace falta contra Milei no puede dejarse en manos de la vieja burocracia de la CGT. Tenemos que seguir exigiéndole que convoquen a nuevas medidas porque necesitamos al conjunto del movimiento obrero organizado en la calle. Pero esta lucha tenemos que tomarla en nuestras manos, como ya lo vienen haciendo diferentes sectores.
Nuestras tareas
Más allá de los debates que tenemos con la dirección de la CGT, es evidente que la jornada de hoy motoriza la lucha y las ganas de miles y miles de fortalecer la pelea contra el gobierno. Tenemos que partir de ese hecho muy positivo, para avanzar en nuevas tareas y acciones de lucha.
Por un lado, tenemos que volver a cada lugar de trabajo a hacer el balance de esta movilización y este paro de medio día que fueron muy importantes. Reivindicarlo y exigir en cada gremio convocatorias a reuniones de delegados y a asambleas de base para debatir y decidir cómo continuar la lucha. Y donde las conducciones gremiales no quieran hacerlo, tenemos que organizar a todo el activismo a los sectores de trabajadores que sí quieran hacerlo, para evaluar en común y debatir qué medidas se pueden llevar adelante. Coordinando con otros sectores obreros en lucha, llevando el apoyo y solidaridad a quienes están en procesos de pelea contra despidos, privatizaciones o por salarios.
A la vez en cada barrio tenemos que convocar asambleas y debatir a fondo con todas y todos los compañeros para preparar la lucha que se viene por comida y por aumentos de la asistencia social.
En las asambleas barriales que hoy también fueron protagonistas tenemos que aprovechar este envión para fortalecerlas, convocar a más vecinas y vecinos y la juventud para que participen, hacer buenas reuniones los próximos días para balancear todo. Y preparar nuevos y más grandes cacerolazos que hagan sentir la fuerza de todos nuestros reclamos.
En el sector de cultura, que hoy participó con mucha fuerza y masividad, tenemos que salir a garantizar las próximas medidas ya resueltas en la última asamblea como los festivales, el carnavalazo, la marcha cultural federal y el encuentro nacional.
Y como ya lo resolvió Unidos por la Cultura y otros sectores, tenemos por delante una primera acción muy importante: movilizar con fuerza y rodear el Congreso el próximo martes cuando se trate la Ley Ómnibus. Ese debate viene con bloques cómplices trabajando a favor del gobierno, pero a la vez con muchas contradicciones y crisis, no está dicha la última palabra sobre cómo terminará ese debate. La movilización, enorme como la de hoy, y también la que podamos hacer ese día, ayudan a presionar para que no avancen. Ahí tenemos que estar con fuerza.
Y desde la izquierda anticapitalista y socialista y el FIT Unidad, tenemos la responsabilidad política de fortalecer el espacio multisectorial e independiente, que aún con fuertes debates previos y diferencias, terminó logrando una buena columna unitaria y fue protagonista. Hay que fortalecer y darle continuidad a esta coordinación de la izquierda política, el sindicalismo clasista, organizaciones de DDHH, cultura, asambleas y movimientos sociales y piqueteros. No hay lucha que se gane sin unir toda esta fuerza política y social. Por un lado, esencial, para impulsar mucho más a fondo las peleas que vienen. Y en el plano político para insistir en la necesidad de fortalecer una nueva alternativa política desde y junto a la izquierda.