Este 6 y 7 hubo jornada nacional de lucha docente con paro en 7 provincias y acciones en otras. La jornada representó la continuidad de la pelea que venimos encabezando los sectores combativos que, además de exigirle el paro nacional a la CTERA, las CTA y la CGT, construimos iniciativa de lucha. En el caso bonaerense, convocado por la Multicolor, el paro fue masivo y extendido.
El reclamo principal fue la recomposición del salario, además de las demandas de infraestructura por obras paradas, inconclusas y la construcción de polos educativos, por un SAE suficiente y de calidad para nuestros estudiantes, la defensa de la ESI, reclamos jubilatorios y de IOMA, y el aumento del presupuesto educativo al 10% del PBI.
Insuficiente
Ya con la medida lanzada, y a muchos días del anuncio nacional, Kicillof lanzó un 25% de aumento y un bono de $ 30.000. Lo festejaron rápido SUTEBA, FEB, UDOCBA y demás burocracias, que ni llamaron a asamblea. Por lo anunciado, hay que partir de reconocer que el aumento es producto directo de nuestra lucha, que se reafirma (una vez más) como canal efectivo para conquistar mejoras. Junto a eso, remarcar lo limitado y tramposo del anuncio porque ni siquiera aumentan 25% real ante una devaluación del 22% de Massa, ya que ese 25% se calcula sobre el sueldo ¡de enero!
En concreto, la canasta de pobreza está en 250.000 y el salario docente inicial llegaría a eso recién en enero de 2024. Es claro que el bono de $30.000 no revierte la situación. A pesar de que los anuncios fueron en vísperas del cobro, Kicillof ni siquiera garantizó que el bono impactara en él, lo que produjo más malestar. Lo que tampoco logró, es achicar el paro.
Yo no me sentaría en tu mesa
La docencia viene siendo atacada con discursos como el de Milei que propone un sistema de vouchers rumbo a la privatización y el fin de los derechos laborales; por Massa que dijo «basta de paros», cuestionando nuestro derecho a huelga, y por Kicillof, que castigó a la docencia como lo hace Acuña del PRO en CABA, con persecución, mentiras, amenazas y descuentos. Es llamativo, ya que la orientación electoral del oficialismo contra Milei es polarizar con una campaña del miedo. Son quienes dicen, «si gana Milei, te quedás sin derechos». Podríamos discutir cuántos trabajadores los tienen, pero ahora bien, quienes sí los tenemos, vemos que nos señalan y denuncian por ejercerlos ¡por parte de quienes dicen defenderlos!
También hizo lo suyo en contra del paro, la Celeste de Baradel. Su referente de Bahía Blanca atacó públicamente a la Multicolor y a la docencia que hizo el paro en una actitud carnera e impotente porque no logran contener a la docencia: son la burocracia del ajuste. Que el paro fue muy grande, lo dicen las propias jefas de la Celeste: se viralizó un audio de una de ellas diciendo que estaban haciendo todo lo posible, pero que la gente se adhería al «paro trosko» y le sumaba toda una declaración antiobrera y de desprecio de clase.
Lo único que le hace el juego a la derecha es señalar docentes por ejercer sus derechos, por luchar contra el ajuste y defender la educación.
Tarea para casa
Ahora bien, también hace falta encarar los debates y construir una orientación de continuidad entre quienes luchamos. La misma debe ser rápida, contundente y decidida democráticamente, así lo demanda el ajuste actual. Por eso proponemos un Plenario Provincial de la Multicolor esencialmente presencial, con posibilidad de bimodalidad para el interior, con una campaña alentando la participación. Para hacerlo efectivo y concurrido, hay que garantizar que sea en un contexto de 115 o paro. Uno de los puntos que debería discutir una instancia como esa es la necesidad de un Congreso Educativo Nacional y su correlato provincial, consigna que votó la Multicolor en otras instancias y que hoy más que nunca cobra actualidad.
Por último y fundamental: hay que recoger el guante de la inquietud que recorre las escuelas y se agudizó después de las PASO. No es una novedad que hay preocupación en la docencia respecto a la votación que logró la derecha y Milei en particular. Y hay una campaña del oficialismo para conseguir el voto a Massa y Kicillof, que son quienes nos ajustan hoy. Ante esto creemos que la Multicolor tiene que posicionarse públicamente por el voto de independencia de clase, a favor del Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad. La única fuerza política presente en las elecciones que defiende los reclamos de la docencia y plantea una salida para recuperar el presupuesto educativo de las garras del FMI y sus cómplices.
Planteamos esta propuesta en los plenarios Multicolor y en el acto en el Pizzurno y hay compañeros de las seccionales que lo cuestionan diciendo que debemos «hablarle a toda la docencia», que «no todo tiene que ver con las elecciones» o dejan entrever que las corrientes deberíamos medir o limitar lo que expresamos. No intervenir en este debate objetivo que nos plantea la realidad nos deja con una posición político electoral ambigua con quienes son responsables de esta crisis e incluso frente a Milei, una posición oportunista. La crisis que atravesamos no se resuelve solamente en el ámbito sindical -tampoco en estas elecciones-. La crisis capitalista abierta, estructural, mundial, civilizatoria, nos plantea el desafío como trabajadores, y sobre todo a su primera línea organizada, que estemos a la altura. Los problemas de la docencia y la escuela pública no se revierten solo con posturas sindicales.
Somos responsables de convocar a un rumbo claro. Y esa orientación hay que defenderla con coherencia en el terreno sindical, político, político-electoral y en todos los ámbitos. Seguiremos desarrollando este debate fraternalmente, haciendo uso de la democracia sindical, en la Multicolor y en las escuelas. Este 14, movilizamos a Plaza de Mayo con la Unidad Piquetera, el FIT Unidad, el sindicalismo combativo y muchas organizaciones y activistas a rechazar el ajuste de Massa-FMI y el avance de Milei y la derecha, continuando nuestra lucha.
Ley de Financiamiento Educativo. ¿Más promesas o aumento ya del Presupuesto?
Junto al ministro de Educación, Massa anunció una nueva Ley de Financiamiento Educativo que aumentaría, dicen, la inversión del 6% al 8% del PBI, con metas en todos los niveles, marcando algunas pautas que alertamos como extender la 5ta hora, las pasantías, carreras cortas universitarias y otras reformas.
La burocracia Celeste estuvo en el acto y dijo: «CTERA celebra este anuncio que es fruto de nuestras luchas» y prometió movilizar al Congreso cuando se trate. Pero se trata de nuevas promesas de «aumentos» graduales, a lo largo de 5 años. Cuando ni siquiera cumplen con la Ley del 2006 que en su Art. 9º fijaba: «el presupuesto consolidado del Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad de Buenos Aires destinado exclusivamente a educación, no será inferior al 6 % del PBI». Hoy apenas supera el 5% del PBI y durante este gobierno lo tuvieron incluso por abajo.
Ante los vouchers y el privatismo educativo de Milei o Patricia Bullrich, defendemos la escuela pública como derecho social que el Estado debe garantizar, pero al servicio de transformarla. Para eso, lo primero es nacionalizar todo el sistema educativo, junto a aumentar ya el Presupuesto, no en forma gradual, a por lo menos el 10% del PBI como CTERA le reclamara a Macri.
Para lograr una educación de calidad, se necesita triplicar el Presupuesto para asegurar salarios docentes que igualen la canasta familiar, invertir en infraestructura, cargos, becas, partidas a los comedores, material didáctico, notebook e internet. En base al no pago de la deuda, anular los millonarios subsidios a los colegios privados y poner impuestos a los ricos. Por eso luchamos.