El miércoles 10, en horas del mediodía, se realizó una audiencia en el marco del amparo interpuesto a las obras de ensanche del boulevard Racedo. En la audiencia participaron representantes del municipio y el Foro Ecologista como voces de vecinas y vecinos que llevan adelante el reclamo. Junto a esos vecinos y vecinas de Paraná, la Red Ecosocialista y distintas organizaciones políticas y ambientales nos hicimos presente para acompañar con carteles y expectativas dicha reunión. En representación de la municipalidad acudió el intendente Bahl con equipo técnico de la municipalidad. En dicha audiencia manifestaron haber cumplido todos los pasos administrativos y formales para llevar adelante la aprobación de la obra y expresaron una propuesta para reubicar árboles de gran porte frente a la casa de vecinos que así lo quisieran. Dicha propuesta no contempla en absoluto los reclamos y pedidos de los y las vecinas.
Ante esta situación, es necesario recordar que estamos frente a la discusión de qué ciudad queremos y de cómo se toman las decisiones. Está en juego el derecho a la ciudad y hay responsables concretos de que una obra con profundo impacto ambiental haya pasado por la autorización municipal y provincial sin que ningún funcionario advierta el peligro para la salud y para la ciudad, que esta obra significa. Las responsabilidades en este punto no son solamente de la administración de Bahl y la Municipalidad de Paraná. Las obras en nuestra provincia deben ser supervisadas y catalogadas por la Secretaría de Ambiente provincial según el Decreto provincial 4977/09. La Directora de Áreas Protegidas y Evaluaciones Ambientales de la Municipalidad, Paula Luz María, y el Secretario de Ambiente provincial, Martin Barbieri, avalaron el proyecto y, más grave aún, la categorización que dio la municipalidad a la obra. Se alega que este tramo de la obra es de categoría 1 y por lo tanto no requiere estudio de impacto ambiental. A merced de la burocracia quedan los casi 200 árboles comprendidos en este tramo, que representan un espacio público y pulmón verde muy importante para la zona. Desde la Red Ecosocialista los hacemos responsables de este ecocidio urbano. Planifican y ejecutan obras que segmentan nuestra ciudad. Paraná se convierte así en una ciudad con discriminación ambiental. Hay ciudadanos que merecen vivir cerca de espacios verdes, con árboles, plazas y un ambiente más amigable a la salud; y otres que tendremos que vivir rodeados de cemento al servicio de facilitar el tránsito vehicular, sin trasporte público y con los impactos que esto significa para nuestra salud.
Ante este panorama seguiremos organizades a la espera de la resolución del juez y defendiendo nuestro derecho a una ciudad que sea habitable y vivible para las mayorías sociales. No podemos confundir este conflicto con las falsas dicotomías que quieren instalar desde el municipio, esto no es progreso vs. ambientalismo, árboles vs. progreso ni mucha menos modernización vs. la vieja Paraná. Aquí se discute una ciudad vivible para todas y todos los paranaenses o el privilegio de vivir en determinadas zonas y en determinadas condiciones urbanas y ambientales. Es urgente volver a discutir toda la urbanización, es urgente pensar qué ciudad queremos y cómo garantizamos que las decisiones no la tomen funcionarios y sus privilegios, sino los y las paranenses. Sigue pendiente la carta orgánica municipal donde podríamos discutir el problema de fondo y la participación ciudadana. Sigue pendiente entender que la crisis climática, sanitaria y económica a la que asistimos tiene responsables concretos y son quienes piensan que pueden ensanchar calles sin escuchar a vecinos, sin atender al principio precautorio y sin garantizar el derecho a la ciudad que tenemos las mayorías sociales.