El 13 de abril, cerca de las 3:30 de la madrugada, la calle Racedo de la capital entrerriana vio un desfile de efectivos policiales y vallas, con el objetivo de sitiar el tramo de la calle mencionada que se ubica entre Toribio Ortíz y Alsina. Quienes se pregunten la razón, la respuesta es un ataque de Bahl a todos los paranaenses: el inicio de la obra de ensanche de Racedo, que incluye una tala indiscriminada denunciada por los vecinos frentistas de la zona.
Sin importar la normativa nacional a la que se adapta el municipio para tratar de limitar la circulación por los efectos de la segunda ola provocada por el Covid-19, el gobierno de Adán Bahl aseguró el desembarque de la maquinara de la empresa contratista Demartin Hnos. S.R.L. Rompiendo con la instancia de diálogo que el ejecutivo municipal mantenía con la Asamblea en defensa del Arbolado y los Espacios Públicos se avanzó, por medio de la presencia de las fuerzas represivas, con la obra que carece de licencia social.
Nuevos árboles talados y la imposibilidad de transitar por el lugar, fue lo que, una vez más, generó la bronca de los paranaenses. Una bronca que durante el día se organizó.
El reclamo en la Defensoría
Como primera medida ante la prepotencia del municipio, los vecinos decidieron convocarse al mediodía frente al edificio de la Defensoría del Pueblo. Denunciando el intempestivo inicio de la obra, reclamaron por el incumplimiento, de parte de la gestión de Bahl, del compromiso que contemplaba: no continuar con la tala, trasladar los árboles y no continuar con trabajos de ensanchamiento, mientras durara el proceso de diálogo.
Por este primer paso dado por vecinos frentistas, asambleístas y luchadores ambientales y políticos se logró que la Defensora del Pueblo, Marcia López, exija al municipio dar razones que expliquen el accionar represivo y antidemocrático que llevaron adelante por la madrugada y mantuvieron el resto del día.
Una caravana que dijo ¡No a la Tala!
La negativa a que se concrete una obra que trae implicancias negativas contra el medio ambiente de los vecinos de Racedo, tuvo una segunda manifestación por la tarde. Una gran caravana, que desfiló por el barrio afectado hasta llegar al centro de la ciudad, compuesta por autos, motos y bicicletas, terminó en el municipio para seguir reclamando contra Bahl, quien se niega a escuchar a los vecinos.
Estos tres meses de lucha que se han vivido en la ciudad están dejando algunas conclusiones. En primer lugar, que la resistencia y conciencia por parte de los vecinos para luchar por una ciudad organizada y pensada democráticamente, es grande. En segundo, que es necesario dar un salto en la unificación con el resto de las luchas ambientales existentes en una ciudad y provincia que son muy afectadas por el modelo productivo nacional, que atenta contra nuestras vidas.
Desde el MST en el FIT-Unidad y la Red Eco-socialista consideramos que es necesario continuar con la organización democrática por parte de los vecinos, para planificar las siguientes instancias de luchas y así enfrentar las políticas ecocidas de esta gestión. Estos, entendemos, son los pasos centrales para seguir con un reclamo que nos puede dejar como resultado retener uno de los pulmones verdes que aún perduran en Paraná y la posibilidad de replantear de qué manera pensar el modelo de ciudad que queremos.