Esta tarde, se dieron a conocer los casos del día con un alarmante récord: 35.543 contagios en las últimas 24 horas y 745 nuevas muertes. Ante esto, cobra plena vigencia el reclamo de referentes de izquierda que plantean volver a Fase 1 junto con fuerte medidas sociales a favor de las familias trabajadoras. Así también, es de suma importancia el análisis y la política integral expresado en este artículo.
El aumento de los casos en los últimos días, con altísimos números en el AMBA pero sobre todo en las principales ciudades del interior del país, obligó a Alberto Fernández e incluso al propio Rodríguez Larreta a admitir que evalúan nuevas restricciones a partir del viernes. Kreplak, viceministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, fue más lejos y adelantó que se necesitaría volver a Fase 1, aumentar los testeos y los niveles de vacunación. Sin embargo, las medidas que trascendieron están lejos de estas declaraciones y no significan un cambio cualitativo con las tomadas, que vienen fracasando.
En los últimos 14 días se han producido más de 288 mil contagios, esto significa un aumento exponencial de los mismos. Ya nadie duda sobre el impacto que tuvo la política aperturista con una envión mayor durante Semana Santa, hecho que denunciamos en su momento desde Alternativa Salud y el MST. Y si bien comenzó en el AMBA, que llevó los números a casi 30 mil casos diarios a nivel país, hoy el 60% de los mismos se producen en el interior del país, concentrados en las grandes ciudades como Córdoba, Rosario y Mendoza. Incluso lugares como San Juan o La Pampa, que no tuvieron grandes problemas en la primera ola, hoy registran records de contagios. En resumen, una supuesta estabilización en niveles altísimos en al AMBA con crecimiento exponencial en el interior, un desastre.
Esta grave situación que pone en jaque a todo el sistema de salud, ya totalmente estresado por un año y medio de pandemia, llevó a que Alberto Fernández tenga que salir a anticipar a su vuelta de Europa que vamos a nuevas medidas de restricción a partir del viernes 21, fecha de finalización del vigente decreto. Hasta la derecha de Juntos por el Cambio empieza a admitir el fracaso de su política de haber mantenido la presencialidad de las clases y una circulación prácticamente normal luego Semana Santa y admitir que habría que aplicar nuevas medidas, coincidiendo con el gobierno nacional. Sin embargo, insisten en mantener la asistencia a las escuelas y sientan la esperanza en recibir 400 mil dosis de vacunas para poder seguir manteniendo todo abierto.
Las expresiones del viceministro bonaerense sobre volver a Fase 1, aumentar el número de testeos y multiplicar el ritmo de vacunación no son otra cosa que las que venimos proponiendo desde la izquierda desde hace dos meses; y de haberse aplicado en su momento, hubieran evitado miles de muertes innecesarias. No es más que una expresión de deseos que nunca se concreta.
Nosotros somos categóricos, con casi 30 mil contagios y 600 muertes diarias, no hay lugar para medidas tibias. El sistema de salud no soporta más y puede colapsar de seguir aumentando los casos. Con gente cada vez más joven ocupando las camas críticas, las terapias en el 95% o más de su nivel de ocupación y el equipo de salud agotado, se necesitan medidas contundentes.
Por eso sostenemos que hay que ir a un cierre total o Fase 1 por un tiempo limitado, testear en serio y vacunar en forma masiva. Al revés del “no se puede” que finalmente dirá el gobierno, nosotros decimos que es perfectamente posible. A condición de sostener el confinamiento con sostén económico para los que no tienen salario, garantizando un IFE de $ 60 mil, invirtiendo en salud todos los dólares que Alberto piensa destinar a pagar al FMI y los que ingresen por la soja en alza, además con grandes y reales impuestos a los ricos.
De esta manera podrá haber testeos masivos y la infraestructura necesaria para empezar a producir ya las millones de vacunas necesarias para todo el mundo, única forma de contener el avance de la pandemia. Es imprescindible también fortalecer y avanzar hacia un sistema único de salud estatal bajo control de les trabajadores para optimizar los recursos humanos y de infraestructura necesarios para atender al creciente número de enfermos actuales y evitar el colapso. Somos categóricos: si no se toman medidas como estas, por concesión a los empresarios, la segunda ola seguirá creciendo y matando gente por más declaraciones altisonantes que se hagan del lado del kirchnerismo.