La respuesta a la brutalidad de Larreta de abrir las escuelas apoyándose en un fallo de la Justicia porteña adicta al PRO, como parte de una campaña electoral que no respeta la salud y la vida de la gente, no se hizo esperar y hace pocos minutos Alberto Fernández respondió con una serie de anuncios que, destinados al sistema de salud, resultan totalmente insuficientes.
Acompañado por los ministros de Obras Públicas, Daniel Katopodis y su par de Salud, Claudia Vizzotti, con la conexión por videoconferencia con distintos gobernadores, entre ellos Axel Kicillof y Alicia Kirchner, e intendentes en cuyos distritos se anuncian obras, el presidente anunció un bono de $ 6.500 para el personal de salud por tres meses y la inversión destinada a 134 obras de infraestructura sanitaria y 1.400 camas para enfrentar los contagios de Covid 19 en todo el país.
Medidas que constituyen tan solo un parche, frente a la tremenda emergencia de esta segunda ola que, con cerca de 30.000 contagios diarios, fue tempranamente anunciada. Se proyectan nuevas obras cuando se anuncia que el sistema está al borde del colapso por el aumento exponencial de los casos, se lanza un pequeño y parcial bono en lugar de otorgar un importante aumento salarial que los trabajadores del sistema necesitan frente a magros salarios y su pérdida constante del poder adquisitivo, además de las malas condiciones laborales sobre las cuales tampoco se dan soluciones. Y nada se dice de la necesidad de unificar todo el sistema de salud bajo gestión estatal y gratuita.
En sus anuncios el presidente reconoce el esfuerzo del “agotado personal de salud”, luego de tener que aclarar, después de varios días, que el “relajamiento” del sistema no tenía que ver con el esfuerzo de los trabajadores, pero no ha mencionado ni una palabra que se refiera a la necesidad de la unificación del sistema de salud que, desde el MST en el FIT-U le reclamamos.
Finalmente, señaló que “en el mundo no hay vacunas” para reivindicar la llegada en estos días de nuevas partidas del fondo Covax y de la rusa Spunick V. Para señalar luego, que no es culpa del gobierno que haya menos vacunas que las planificadas y que “van a seguir buscando” donde obtenerlas…
No necesita buscar mucho el presidente. Si necesita más vacunas, acá cerquita en la localidad de Garín, el laboratorio mAbxience, propiedad del empresario Hugo Sigman, ya ha producido decenas de millones de vacunas para mandarlas a envasar a México, EEUU y hasta Inglaterra. Si evitara, como está haciendo Europa y otros países, que salieran esas vacunas, las envasara en la Argentina como demuestra que es perfectamente posible del proyecto de ley presentado por el FIT-U, se podría avanzar en la inmunización de la población del país y se podría dar respuesta a la demanda de los pueblos latinoamericanos.
Fernández no lo hace, porque más allá de su disputa electoral con Larreta y Juntos por el Cambio, ambos coinciden en proteger la sacro santa propiedad privada y los negocios de los laboratorios, por encima de la salud y la vida de los trabajadores y el pueblo argentino.
No respondió, salvo elípticamente, a la aberrante disposición de Larreta de mantener el dictado presencial de clases. Sí lo hizo el gobernador Kicillof, que igualmente reivindicó que hay 100 distritos en Buenos Aires con clases presenciales, confirmando así que el receso provisorio actual, es producto de las luchas y reclamos de los docentes y de la constante predica de la oposición gremial nucleada en la Multicolor.
El presidente nada dijo en su discurso, de la necesidad de brindar la necesaria ayuda social para sostener a millones de trabajadores afectados por la emergencia. Apenas un refuerzo en la AUH, un pequeño aumento del REPRO, son totalmente insuficientes. Hace falta un IFE A $50.000 para que los trabajadores no esenciales y sus familias puedan resguardarse en sus casas frente al terrible incremento de los contagios.