Artículo extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista.
En este momento dramático de la historia de la Nakba palestina, Israel ataca una nueva acción de solidaridad internacional: la Flotilla de la Libertad que navega hacia la Franja de Gaza, llevando activistas de distintas partes del mundo y ayuda humanitaria esencial —alimentos e insumos básicos— para una población que desde hace meses enfrenta un cerco criminal y un genocidio en curso. El pasado viernes 2/05, drones de Israel atacaron la embarcación en una evidente tentativa de detenerla y así evitar que continue su viaje hacia Gaza.
El Estado de Israel, con el apoyo de las potencias imperialistas y la complicidad de la llamada “comunidad internacional”, dominada por el discurso y la política del sionismo, mantiene a Gaza bajo bombardeos continuos y un bloqueo total, impidiendo la entrada de agua, comida, medicamentos y energía. Más de 30 mil palestinos han sido asesinados, en su mayoría mujeres y niños. Hospitales, escuelas, refugios y centros de distribución de alimentos han sido blanco deliberado de la maquinaria genocida israelí.
En este escenario, la Flotilla de la Libertad representa no solo un gesto concreto de ayuda, sino también un símbolo de resistencia y denuncia del cerco criminal impuesto a la población palestina. El intento de impedir que estos barcos lleguen a Gaza —como ya ha ocurrido en otras ocasiones, incluso con ataques mortales— es una prueba más de que Israel no quiere testigos ni auxilio. Quiere el exterminio de todo un pueblo y llevar a cabo lo que Trump y Netanyahu llaman “la solución final”: es decir, una limpieza étnica en Palestina.
¡Exigimos!:
• ¡Alto al fuego inmediato!
• ¡Apertura de las fronteras y entrada de la ayuda humanitaria!
• ¡Fin de los ataques a la Flotilla y a todos los que se solidarizan con el pueblo palestino!
La solidaridad internacional es fundamental, y hacerla crecer, involucrando a trabajadores, jóvenes y sectores oprimidos en todo el mundo, es una tarea urgente. Pero debemos ir más allá. Es necesario apoyar a los pueblos del Medio Oriente que se levantan no solo contra el sionismo, sino también contra los propios regímenes árabes que, al negociar con el imperialismo y mantener vínculos con Israel, son cómplices del genocidio en Gaza.
La única salida realista y revolucionaria es que esta lucha se transforme en una nueva Primavera Árabe, que derrote al sionismo, al imperialismo y a los gobiernos reaccionarios de la región. Solo así se abrirá el camino hacia la única solución posible para el pueblo palestino y todos los pueblos árabes: una Palestina única, democrática, laica y socialista, como parte de una Federación de Repúblicas Socialistas en Medio Oriente.