Luego de una semana de tregua para intercambiar rehenes, Israel retomó su genocida ofensiva militar sobre la población de Gaza. EEUU vetó una resolución de alto el fuego en el Consejo de Seguridad. Continúa una fuerte resistencia de las milicias palestinas y una importante solidaridad internacional, cada vez más necesaria para frenar la matanza.
Pasada la tregua pactada entre el gobierno de Netanyahu y la dirección de Hamas, en la que durante una semana se intercambiaron 110 rehenes israelitas por una cifra de alrededor de 300 prisioneros palestinos (de 7.000 que existen en las cárceles de Israel), el gendarme sionista retomó su ofensiva militar genocida, continuando sus ataques en el Norte, en particular en el campo de refugiados de Jabaliyia, pero avanzando con todo hacia el Sur. Sus ataques se centran en la segunda ciudad de la Franja, Khan Yunis, cobrándose nuevos cientos de víctimas mortales entre la población civil indefensa y miles de heridos. También ha habido bombardeos y víctimas mortales en los campos de Nuseirat y Maghazi, en el centro.
A la cifra de entre 18.000 y 24.000 muertos, si se calculan los cadáveres que siguen sepultados bajo las ruinas de 100.000 edificios atacados parcial o completamente destruidos, se le suman los más de 40.000 heridos, muchos con heridas graves y amputaciones, y el éxodo forzoso de 1,7 millón de personas, de un total de 2,3 millones que habitan la Franja, quienes ya no encuentran “lugares seguros” y sobreviven de forma precaria en campamentos, sin servicios básicos, consumiendo agua contaminada, con el sistema sanitario al borde del colapso y pasando hambre. Según advirtió el Programa Mundial de Alimentos (PMA) “la mitad de la población de Gaza se está muriendo de hambre y 9 de cada 10 personas no pueden comer todos los días”.
Esta verdadera cacería humana ejercida contra la población civil gazatí no tiene precedentes. Se enmarca en una estrategia de la ultraderecha sionista que gobierna el país de arrinconar y expulsar a gran parte de la población existente presionando a otros países para que la reciban. Según el profesor universitario Jean Pierre Filliu2 nunca ha habido tantas víctimas civiles en tan poco tiempo. Superan las producidas en el levantamiento de 1936/37, en el éxodo de la catástrofe de la Nakba en 1948, en las masacres sobre los campos de refugiados de Sabra y Chatila, en la represión a las dos primeras Intifadas y en las agresiones militares a Gaza entre 2008 y 2020.
En los más de 15.000 ataques realizados hasta la tregua, Israel ha utilizado bombas de 900 kilos, que no se usan desde la Segunda Guerra Mundial y las guerras de Corea y Vietnam. En Gaza han muerto más mujeres y niños en menos de dos meses que en el primer año de la invasión de yanquis y aliados a Irak en el 2003 y todos los civiles asesinados por EEUU en su invasión a Afganistán durante 20 años de guerra. La proporción de niños y mujeres muertos ha variado de un 30% en otros conflictos a un abrumador 70% en la masacre actual.3
EEUU veta una resolución de alto el fuego en el Consejo de Seguridad
Argumentando un irracional “derecho a la defensa” que tendría Israel, con el que justifica su genocidio actual afirmando que las víctimas civiles son un daño imposible de evitar en su persecución de Hamas, la gran potencia del Norte acaba de usar su derecho a veto para impedir una resolución de alto el fuego en el Consejo de Seguridad de la ONU mientras aprobó con carácter de urgencia la entrega de 14.000 proyectiles para los tanques Merkava de Israel. Este martes se reúne la Asamblea General para tratar una resolución similar.
Existe un cambio de táctica de EEUU, que pese a ser el principal sostén y proveedor militar del régimen sionista, en algún momento se diferenció alentando pausas y treguas para buscar una salida política con otros gobiernos árabes y la ANP. Este giro se da en un cuadro en el que Netanyahu retomó la ofensiva militar presionado por un frente interno complicado, en el que agrupaciones de ultraderecha que integran su coalición amenazaron con renunciar si no se retomaban los ataques mientras se daban manifestaciones de miles, encabezadas por los familiares de los rehenes y por rehenes liberados, exigiendo el fin de la agresión militar para negociar la liberación de los que quedan en manos del Hamas.
Esta formación palestina que, junto a la Yihad Islámica, tiene en su poder a los 138 rehenes restantes ha denunciado la negativa del sionismo a realizar nuevos canjes, en momentos en los que existen versiones muy contradictorias sobre la situación militar.
Los enfrentamientos
Por un lado, el ejército israelí ha mostrado fotos de palestinos desnudos afirmando que son terroristas rendidos -algo que fue denunciado como una burda puesta en escena de civiles capturados- y ha lanzado la cuestionable cifra de 7.000 milicianos abatidos (un tercio de las víctimas mortales); por el otro, los medios informan de una fuerte resistencia por parte de las milicias, que mantendrían intacta su amplia red de túneles sobre los cuales el ejército sionista no ha podido avanzar.
Justamente la Yihad, que es el segundo movimiento armado de Gaza, acaba de informar que hizo estallar una casa en la que había soldados israelíes buscando la entrada de un túnel subterráneo, mostrando las dificultades que tiene el ejército sionista para penetrar en ellos, dado que evalúan que los costos humanos en el combate subterráneo serían muy grandes.
Son llamativas además las cifras de soldados israelíes muertos en combate, ya que mientras que algunos medios señalaron que el ejército había anunciado este lunes la cifra de 101 muertos en combate 4, otros señalan cifras mucho más grandes: “el ejército de Israel confirmó que 425 de sus militares han muerto y otros 1593 han resultado heridos desde el principio de la guerra contra Hamas desde los inicios del conflicto” 5, según relata una nueva página web oficial.
La valiosa solidaridad internacional
La solidaridad y las movilizaciones en el mundo continúan mostrando su repudio al genocidio. A la huelga general realizada este lunes 11/12 en Cisjordania, Jordania y el Líbano, debemos sumar manifestaciones en Emiratos Árabes Unidos en el transcurso de la Cop28 en repudio al veto de EEUU en el Consejo de Seguridad, marchas y acciones en muchas ciudades españolas, una importante movilización en Uruguay convocada por la PIN-CNT, acciones frente a las fábricas inglesas que proveen de repuestos a la aviación israelí, que son algunas de las voces que se alzan contra la invasión sionista.
Esta enorme solidaridad se ha convertido en un elemento clave para presionar sobre los distintos gobiernos. Gracias a ella, en combinación con la resistencia palestina, se consiguieron los días de tregua. Ahora, contradiciendo el veto yanqui, la Asamblea General de la ONU ha votado una resolución, este martes 19 de diciembre, que pide una “tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida que conduzca a un cese de las hostilidades”, con el apoyo de 150 países. Un pronunciamiento que, aunque no tiene consecuencias efectivas –como muchas otras resoluciones de ese organismo-, constituye una victoria política de la resistencia y solidaridad internacional. También, entre otros gobiernos, los mandatarios de España, Bélgica, Irlanda y Malta han manifestado su intención de presionar al resto de los gobiernos del bloque europeo para que se pronuncie por un alto el fuego inmediato.
Son además varios los gobiernos árabes que señalan que la actual carnicería desarrollada por el sionismo va a dejar una marca de odio muy grande en la región, reflejando más que un real compromiso con la causa palestina, el temor a las enormes movilizaciones que se desarrollan en sus países contra la actual masacre y sus consecuencias presentes y futuras.
La tregua, aunque no pudo sostenerse en el tiempo, significó una victoria parcial de la resistencia al invasor genocida. La actual contraofensiva del gobierno y el ejército israelí, acompañada por EEUU que incluso en el interior de la gran potencia está desarrollando una caza de brujas contra importantes autoridades académicas que se han negado a condenar a los palestinos, intenta retomar la política de tierra arrasada, pero no estaría logrando quebrar la heroica resistencia.
¡Continuar y desarrollar la solidaridad internacional es una tarea central para apoyar la causa palestina, que es una causa de toda la humanidad!
1. BBC News Mundo, 11/12/2023.
2. “Jamás Palestina ha sufrido tanto”, Le Monde, 26/11/2023.
3. “Un punto de inflexión en la guerra genocida”, Viento Sur 09/12/2023.
4. “Guerra en Gaza: Hamas amenaza a los rehenes mientras Israel advierte que el grupo terrorista se acerca a su final”, Clarín 11/12/2023.
5. “La presión de Israel en el sur de Gaza cierra la ventana a la liberación de rehenes”, La Nación 11/12/2023.