lunes, 19 mayo 2025 - 12:03

Pacagnini. Proyecto de emergencia, subsidios a cada inundado y obras urgentes

Ante el temporal que sigue afectando a la Provincia, con nuestro diputado bonaerense y dirigente de la salud, Guillermo Pacagnini, preparamos un proyecto de ley para la Legislatura provincial, a fin de declarar una emergencia social, ambiental, hídrica y sanitaria para implementar distintas acciones de urgencia y otras más de fondo.

La idea es poder garantizar todas las medidas y recursos necesarios para atender a cada familia y municipio afectado, otorgar un subsidio a cada inundado y concretar las obras pendientes o postergadas para no volverse a inundar. Todo bajo un estricto control social y con recursos que surjan de un impuesto extraordinario a la riqueza, entre otras medidas.

Zárate inundada

Como sostenemos en el proyecto (ver aquí), un fuerte temporal volvió a azotar la Provincia. Llueve con intensidad y nuevamente decenas de miles de familias sufren las inundaciones en zonas populosas del conurbano, particularmente en el norte, el noreste y otras áreas del interior provincial. Lo mismo en la Ciudad de Buenos Aires, con anegaciones masivas por lluvias que azotan el Área Metropolitana (AMBA) desde este viernes 16, sábado 17 y continúan en parte en este domingo 18 de mayo.

Perderlo todo. No es el clima, es el sistema

Miles de familias, en particular las más vulneradas, vuelven a perderlo todo: colchones, frazadas, ropa de chicos y grandes, camas, sillas, repisas y estantes en las habitaciones, muebles de cocina y heladeras, así como motos o autos. Pese a que el gobernador Kicillof subrayara que estamos “ante un evento tan extraordinario”, por cada tormenta, relámpago o trueno resurge la angustia en vecinos, trabajadores y sectores humildes por los inminentes daños y pérdidas a sufrir.

El Servicio Meteorológico emitió alertas rojas, naranjas y amarillas en buena parte del territorio bonaerense. Y ya cayeron más de 400 milímetros de agua, con miles de personas evacuadas, 2.979 alojadas en centros de evacuación y 5.356 personas entre las rescatadas de lugares inundados o que se trasladaron desde sus hogares, así como 3 personas desaparecidos en Rojas.

Hay cortes en siete rutas anegadas y cortaron el puente de Zárate Brazo Largo. Trenes como el Roca debieron suspender en parte sus servicios, con demoras y servicios limitados en las Líneas Mitre y Tigre. Muchísimas escuelas debieron suspender sus clases.

Con arroyos o canales saturados y cientos de calles céntricas o periféricas convertidas una vez más en verdaderos ríos, que se llevan todo a su paso. Autos flotando, caos y automovilistas desesperados. Con el colapso de los desagües pluviales y anegamientos, hubo desesperación en muchos barrios y viviendas, al sufrir daños en paredes y pisos, con caídas o voladuras de cielorrasos, chapas y techos.

Medidas de emergencia y salidas de fondo

Las zonas más perjudicadas son las de Zárate, Campana, Salto, Arrecifes, Exaltación de la Cruz, San Antonio de Areco, 9 de Julio, Chacabuco, Gral. Rodríguez, Marcos Paz, Moreno, como así también La Matanza, La Plata, Berisso, Quilmes, Lanús y otras localidades, donde se debe priorizar a los sectores más vulnerados, las infancias, adultos mayores y trabajadores.

Las aguas del arroyo Azul inundaron la ciudad

Por eso proponemos medidas muy concretas y de emergencia para garantizar la entrega de agua potable, artículos de limpieza y desinfección, ropa, abrigo, calzado, sábanas, frazadas, colchones y alimentos nutritivos y suficientes para asistir a todas las familias y barriadas afectadas, atendiendo a comedores populares y merenderos (Art. 2° del proyecto).

Disponer de móviles y postas de salud para la atención primaria, medicación, vacunas, asistencia social y psicológica, prevenir alergias, diarreas y el dengue. Instrumentar todas las cuadrillas necesarias para asegurar la limpieza de sumideros, zanjas y zanjones para evitar obstrucciones, lo mismo en los arroyos y canales.

Restablecer la luz, el agua potable y todos los servicios públicos; asistiendo de urgencia a personas mayores, electro dependientes, con movilidad reducida y a las infancias, con operativos especiales. Reconstruir viviendas, bienes e infraestructura, sin retribución por parte de los damnificados y otras acciones.

Ni desastre “natural” ni evento “extraordinario”

Las inundaciones no son una calamidad climática ni un evento “extraordinario” ni un desastre “natural”, sino la expresión dramática y voraz de un modelo “productivo” extractivista agotado. El capitalismo degrada el medio ambiente, avanza con el agronegocio, la desforestación y el monocultivo; proliferan los canales ilegales en campos sojeros; la cementación urbana, la sobre pavimentación y especulación inmobiliaria.

Con el avance sobre los humedales, barrios privados y country que hacen de tapón a las poblaciones vecinas donde las aguas deberían evacuar; sin planificación ni obras de drenaje ni canalización o desagüe. Es el pueblo trabajador del AMBA el que sufre las consecuencias, al generarse un verdadero ecocidio.

La crisis climática provocada por la voracidad capitalista trae como consecuencia estos eventos climáticos extremos, con un nivel cada vez más recurrente de lluvias, tormentas, ráfagas, vientos y granizo. Es urgente que el gobierno nacional, provincial y los municipios destinen presupuesto extraordinario, porque son los responsables y deben asistir ya a todas las víctimas y encarar las obras demoradas, paradas o suspendidas.

Estamos ante fenómenos previsibles, alertados por el Panel de expertos en Cambio Climático de la ONU y analizados por científicos y trabajadores del Conicet hace más de una década, sobre los elevados niveles de precipitaciones que se van desarrollando.

Que Milei destine fondos de emergencia y Kicillof concrete las obras

El temporal y demás fenómenos climáticos son consecuencia del calentamiento global y la destrucción ambiental capitalista que la ultraderecha de Milei niega. Es vital y urgente revertirlo, demandando al gobierno nacional que pongan en marcha las obras de envergadura necesarias y destinen los fondos que sí hay, como el Fondo de Infraestructura Hídrica (decreto 1381/01 y Ley 26.181), creado para realizar obras para mitigar inundaciones. El que cuenta con más de $ 175.000 millones recaudados entre el 2024 y marzo de 2025, pero del que el gobierno nacional solo usó el 7% (Perfil, 18/5/25). Un escándalo.

Según el Ministerio de Economía nacional, “este fondo recibe recursos de una alícuota del 5% sobre la transferencia o importación de naftas y del 9% cuando se trate de gas destinado a gas natural comprimido para el uso como combustible en automotores, con afectación específica al desarrollo de proyectos, obras, mantenimiento y servicios de infraestructura hídrica”. Es decir, son impuestos que pagamos todos, pero que Milei destina a la estafa de la deuda con el FMI.

Campana , Provincia de Buenos Aires. FOTO: Francisco Loureiro

Si bien la Subsecretaría de Recursos Hídricos provincial plantea que “el cambio climático intensifica los riesgos asociados a los fenómenos naturales, generando olas de calor, temperaturas extremas, sequías prolongadas, precipitaciones más intensas y más frecuentes que traen aparejadas situaciones de riesgo por excedentes hídricos”; no actúan en consecuencia con las medidas y plazos demandados.

Por eso hay “más de más de 100 obras pendientes en la Provincia para evitar inundaciones”, que demandan $ 1.4 billones para concretarse (La Nación, 17/5/25), mientras Kicillof paga $ 1.8 billones este año por la deuda que nos cargaron Vidal y el PJ.

Hay plata, pero falta decisión política y sobra desidia oficial

Esta tormenta volvió a desnudar esa falta de obras e inversiones de consideración que debe realizar mayormente la Nación, pero incluso hasta el mantenimiento de los sumideros, de arroyos, zanjones y canales. Obras que tanto demandamos con las asambleas vecinales, organizaciones sociales, gremiales y políticas como el MST en el Frente de Izquierda Unidad; las que deben hacerse bajo el más estricto control social (Art. 7°).

Por eso ponemos a consideración este proyecto de Ley, para debatirlo en cada barrio, lugar de estudio o trabajo, al servicio de reclamar estas medidas de fondo. Para que se declare una emergencia social, ambiental, hídrica, sanitaria, habitacional y económica (Art. 1° y 2°) en todos los municipios afectados y se utilicen esos recursos a favor del pueblo trabajador.

Con fondos que salgan de un impuesto especial a la riqueza, las grandes fortunas y ganancias de los grupos empresarios y corporaciones, y de la suspensión de todo pago de la deuda a los bonistas y el FMI (Art. 8° del proyecto).

Para así poder eximir por un año del pago de tasas e impuestos a las familias afectadas (Art. 3°), que se garantice la entrega de subsidios sin topes ni trabas y resarcir a la totalidad de los inundados para devolverles lo perdido y que puedan reconstruir sus vidas (Art. 4°). Para que se hagan las obras para no volverse a inundar (Art. 6°) y se avance a un cambio de la matriz económica, social y política de nuestra provincia para que “nunca más” haya inundados.

Por todo eso se presenta este proyecto en la Legislatura, dada la necesidad de adelantarse a nuevas crisis evitables como la que estamos viviendo. Mientras nos organizamos en cada barrio y lugar de trabajo o estudio para que lleguen las recursos y paliativos ante esta crítica situación.

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