El fin de semana pasado se dieron los premios que entrega la industria cinematográfica estadounidense, con una clara ganadora en «Everything everywhere all at once» y nuestra película «Argentina 1985” no pudo ganar su estatuilla pero merece un reconocimiento por ayudar a la discusión por el nunca más estando tan cerca del 24 de Marzo. Pero este evento es un buen disparador para dar a conocer y discutir ¿Qué son realmente los oscars?
¿Qué son los Oscars?
Los Oscars son los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, una enorme agrupación de profesionales de la industria que cuenta con más de 10.000 miembros, de los cuales casi 9.500 tienen derecho a voto.
Los miembros se encuentran divididos en 17 categorías, 14 de las cuales representan las categorías de los galardones: actores, directores de fotografía, diseñadores de vestuario, directores, documentales, editores, maquilladores/peluqueros, música, productores, diseño de producción, cortometrajes/animación, sonido, efectos visuales y escritores. Hay tres ramas que hasta ahora no están representadas con premios: directores de casting, ejecutivos y marketing/relaciones públicas.
¿Cómo nacieron?
La academia nace en 1926 como herramienta de defensa de la burguesía de la industria cinematográfica que venía siendo criticada por los escándalos y excesos que se conocieron, la película “Babylon” de la que hablamos, es un buen reflejo de esto y quizá por eso tuvo tan pocas nominaciones, a la vez es la consolidación del sistema de estudios y el Star System, la construcción del actor estrella, que rige el cine norteamericano.
Por otro lado, cumplió un muy importante rol como herramienta antisindical, ya que metieron a los trabajadores dentro de la academia y les generaron un placebo con la estatuilla para frenar la ola de sindicalización que había en otras industrias y los reclamos por mejoras laborales y salariales que venía habiendo de manera incipiente.
¿Cómo se eligen?
Los miembros de la academia de cada categoría votan entre los nominados de su rubro y mejor película. Los films con más votos son los nominados y se hace una segunda votación luego para ver cuál es la ganadora. Como la película ganadora tiene que sumar más del 50% de los votos, en caso de no lograrlo se elimina la que menos votos sacó y esos votos van a la segunda opción de los participantes que habían elegido esa película.
Sobre la conformación de la academia ha habido críticas profundas, con campañas en redes sociales en 2015 y 2016, ya que un 94% de los miembros eran blancos, un 77% hombres y el 54% mayor de 60 años. Para el 2020 la academia se jactaba de tener 45 % mujeres, 36 % comunidades étnicas/raciales subrepresentadas y 49 % internacionales de 68 países. Un reflejo del intento de aggiornamento de una organización creada para sostener la estructura social impuesta.
Resumen de la última gala
La noche del 12 de Marzo se realizó la 95° edición de los Oscars, no hubo grandes batacazos ya que la película más nominada, «Everything everywhere all at once» se llevó la mayoría de los premios, entre ellos mejor película y director, y junto con la otra gran nominada «All quiet in the west front»,mejor película extranjera, entre otros.
Mención aparte merece «Argentina 1985», que más allá de no haber ganado, había generado muy buenas críticas dentro de la academia y en el país sirve para impulsar el nunca más frente a tanta derecha negacionista.
Otro premio que vale resaltar es el de mejor película animada que lo gana «Pinocho» de Guillermo Del Toro, una adaptación hermosa con una fuerte crítica al Fascismo.
Además la academia se dio dos momentos muy emotivos, la estatuilla a mejor actriz para Michelle Yeoh, la primera asiática que lo gana, quien agradeció a su madre diciendo que son superheroínas. Y el Oscar a mejor actor para Brendan Fraser, quien con The Whale marca su vuelta a la actuación después de muchos años de inactividad y de haber realizado una denuncia de agresión sexual contra Philip Berk, exresponsable de los Globos de Oro, el volvió con un papel muy intenso en la película de Darren Aronofsky.
Un premio obligado fue el premio a mejores efectos visuales para la segunda entrega de Avatar y una polémica se dio en el premio al mejor sonido que lo ganó Top Gun: Maverick quizá por la necesidad de darle un galardón a una de las películas con más recaudación de todos los tiempos.
La cantidad de galardones que se lleva «Everything everywhere all at once» nos hace pensar si no es un mensaje para dentro de la industria, ya que la película casi que se podría catalogar de un film de superhéroes aunque mucho mejor escrita, narrada, actuada y con un presupuesto menor. Los estudios deben estar tomando nota en medio de una época de crisis donde muchas películas no cubrieron en sala los costes de producción. Además está realizada por un estudio joven que se jacta de dar libertad creativa a sus directores, tener una campaña de marketing centrado en redes sociales y negocios con las distribuidoras de plataforma llamada A24.
Políticamente correctos, Anti belicistas, tratando de integrar a las minorías estos oscars terminan quizá con un detalle no menor, y es que los tanques de la industria ya no están convenciendo tanto a sus propios realizadores.
Conclusión
Los oscars son la expresión de los intereses y preocupaciones de la burguesía estadounidense, al ser una de las industrias que más rédito les dio para implantar su cultura y su visión de la historia a lo largo del planeta, en un momento de fuerte concentración ya que Disney se ha encargado de comprar Marvel, Lucasfilm y Fox convirtiéndose en un monopolio audiovisual que le genera crisis al propio sistema político burgués yanqui (al no ser desconocida la posición de extrema derecha que Fox News ha manejado a lo largo de su historia).
Por otro lado, los últimos años muestran una preocupación por parecer progresivos frente a una realidad social cada vez más crítica, por eso, empiezan a nominar a directores como Spike Lee, pero como su límite es su supervivencia y reproducción, buscan en los premios reconocer quienes hacen mejor el trabajo para no perder la hegemonía cultural que han logrado gracias a ser el mayor imperialismo del mundo política y culturalmente.
Y en este punto creo que el crecimiento de la productora A24, Netflix y otras plataformas en los premios refleja un análisis de cómo sortear la crisis profunda que les genera el propio despilfarro generado por el histórico star sistema y que hoy ya no puede hacer lo que hacía en otro tiempo.
Pedro Pallero