El sábado 1 de febrero una avalancha arcoíris inundó las principales ciudades de Argentina, en repudio a los dichos de Milei en Davos y sus políticas anti-LGBT y contra las mujeres. La convocatoria tuvo una importante réplica en decenas de ciudades del mundo que se ven hermanadas con el pueblo argentino ante el fenómeno mundial de ascenso de la ultraderecha.
Embajada de Argentina en México
Convocatoria en Austria
Manifestantes en Brasil
Importante protesta en el Estado Español
Manifestantes en Roma
Muestras de solidaridad en Alemania
Los violentos dichos de Milei en Davos donde comparó a la homosexualidad con la pedofilia y volvió a atacar los planteos del feminismo son puntos identitarios que comparte con todos los líderes de la ultraderecha en el mundo. Su agenda “anti-woke” no es otra cosa que la insistente búsqueda de una base social que le permita avanzar hacia regímenes políticos más autoritarios, al servicio de una mayor explotación capitalista, en un escenario de mayor disputa entre las potencias.
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El reagrupamiento internacional de fuerzas socialistas se impone como una necesidad también en este campo, tanto para enfrentar el avance ultraderechista como para evitar que se fortalezcan falsas opciones del progresismo neoliberal, quienes han alimentado la base social de los ultras con sucesivas decepciones al movimiento de masas.