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Opiniones sobre el fin del mundo es una columna que busca dar cuenta de lo que reflejan algunas de las notas de opinión dominicales de los medios masivos de comunicación y otras nuevas plataformas. Obviamente, por el medio donde se publica esta pieza, busca entender la realidad y a la vez proponer ideas para transformarla mediante políticas socialistas.
El gobierno transita una estabilidad política y económica este fin de año. Diferentes elementos se conjugaron para darle una bocanada de aire fresca al experimento libertario. De todos modos, así como hablamos de estabilidad, no hay que dejar de remarcar el “nuevo tipo” de esta condición. Mientras parece todo tranquilo, hay negociaciones parlamentarias que tensionan la relación del bloque oficialista con su socio principal: Macri y el PRO. A la par, se conjuga un acuerdo con parte del peronismo, la casta que Milei odia, para dejar pasar una reforma electoral proscriptiva. También, mientras la economía pareciera caminar, muchos obstáculos en un medio plazo se dejan ver. Nada está resuelto de cara al próximo año electoral, aunque es innegable el estado triunfalista en medio de esta coyuntura de la extrema derecha.
El jugador
La literatura clásica rusa, en los estantes de su biblioteca, cuenta con el título El Jugador. Una obra de Fiódor Dostoyevski de 1866 donde se ilustra la psicología de un ludópata de esos tiempos. Perfil, aunque con variaciones de época, muy actual con la explosión y promoción del juego online y las apuestas deportivas que, además, promueve y defiende el gobierno de Milei. Sin embargo, hacemos alusión al título de la literatura rusa para referirnos al mesadinerista que está al frente de Hacienda, Luis “toto” Caputo. El “Messi de las finanzas” hoy aparece como uno de los ministros más destacados de la actual gestión por haber colocado a la inflación en un ritmo descendente, planchar el dólar y lograr que las acciones y bonos locales tengan un alto rendimiento.
Todo el trabajo no termina en lo descripto. Otra vez Caputo, como lo hizo con la gestión de Cambiemos, está tomando deuda pública y también se perfila para poder lograr un nuevo acuerdo con el FMI de cara al año próximo mientras habilita otros canales para seguir pasando la gorra. Alejandro Bercovich destaca que en este sentido para el gobierno no hay ideología, manguea de cualquier país aunque antes haya sido tildado de “comunista” por parte del presidente: “Lo seguro es que la beligerancia que mostró Trump hacia China apenas se impuso ante Kamala Harris enfrió el acercamiento de Milei al gigante asiático. La batalla cultural global no admitiría un desliz semejante y Caputo está all in con que el Fondo habilite un nuevo programa de facilidades extendidas. De Beijing ya obtuvo lo que necesitaba: la extensión del swap en junio, en el momento más crítico de su plan, que le evitó pagar US$ 2.900 millones antes de fin de ese mes y otros US$ 1.900 millones en julio”[i].
El lado oscuro de esta media verdad son los elementos que cuentan con poca propagación en las redes sociales, el canal por excelencia de LLA para promocionar sus virtudes. Junto con lo positivo que rescata el propio gobierno, también aparece la recesión, que más allá de algunos optimistas, hoy no muestra repunte. Para Horacio Rovelli el modelo implantado por esta gestión y centralmente sus políticas económicas provocó “la brutal caída de la Inversión Interna Bruta Fija (IBIF) en torno al 22,2% y del PIB del 3,8% del corriente año 2024, que el mismo gobierno estimó en el malogrado proyecto de Ley de Presupuesto de la Administración Nacional 2025. Explica que comparando el segundo trimestre de 2024 contra el cuarto trimestre de 2023, aumentaron a 436.000 las personas desocupadas (totalizando 1.733.000 desocupados), dato que nace de tomar los datos del INDEC de tasa de desocupación de 5,7% a 7,6% de la población en el período y sumarle la tasa vegetativa de crecimiento de los que, año tras año, se incorporan al mundo del trabajo”[ii].
Esta contraparte social, sin embargo, no es la única que le cabe como reclamo y denuncia al plan de Caputo. El ministro está rifando al país también con dibujos financieros que ya hacen ruido hasta en distintos sectores. El precio del dólar y la libertad a las importaciones, reeditando un comportamiento al del menemismo, pero sin empresas estatales que rematar y unas reservas escuetas más allá del blanqueo, es lo que para Alejandro Rebossio hace algunos empresarios enciendan las alarmas: “Ahora tanto los operadores turísticos como los supermercadistas prevén que el proceso se profundice. La apreciación del peso no solo afecta al turismo interno y la industria de la Argentina sino también al campo y la economía del conocimiento, desde el desarrollo de software hasta la producción audiovisual”[iii]. No solo son alarmas las que suenan en algunos jugadores del círculo rojo, sino que empiezan a aparecer fricciones por el plan del ministro y Milei. Los roces con la UIA son una muestra y también el anuncio de Juan Pazo, secretario de Producción, anticipando un nuevo RIGI para PyMEs juega el rol de paños fríos a un clima caldeado.
Estas inconsistencias se logran traspasar ante la calma presente y el desorden político.
Tensiones y nuevos arreglos
El proyecto de ficha limpia, la semana pasada, no prosperó. Más allá de las inconsistencias del bloque del PRO, quien puso un presidente como Macri que asumió enjuiciado y es de público conocimiento su prontuario político, el accionar del bloque oficialista en Diputados dejó a la vista una foto de los nuevos tiempos. Y es que Milei logra doblegar a su socio político, el expresidente, en todas las canchas. No votar esta iniciativa, para la fuerza de Macri significó una traición a la alianza que mantienen los espacios de la derecha argenta y, a la misma vez, denunciaron el acercamiento del gobierno con Cristina Kirchner. Pero además la semana legislativa para el oficialismo significó en palabras de Jorge Liotti: “(…) un doble triunfo, porque no solo evitó leyes incómodas, sino que logró su objetivo de que la política no converse a su espalda. En su debilidad legislativa, la fragmentación es el mejor escenario. Es la hipótesis que plantea Nassin Taleb en su libro Antifrágil: “Algunas cosas se benefician de los sobresaltos, prosperan y crecen cuando se exponen a la volatilidad, la aleatoriedad, el desorden y los factores estresantes y aman la aventura, el riesgo y la incertidumbre””[iv].
La denuncia por el acuerdo de Milei con CFK, sin embargo, tampoco parece ser una mentira que haya servido como denuncia vacía. Germán Martínez, presidente del bloque de Unión por la Patria e integrante de la lista del PJ que encabezaba la ex vicepresidenta de Alberto Fernández, fue quien amenazó con romper negociaciones si los diputados libertarios votaban la ley de ficha limpia. Según Eduardo Van Der Kooy la rosca persigue los siguientes fines: “La transa con el kirchnerismo se extiende a otros campos trascendentes para el habitual cristal opaco de la política. La colina de los intereses la ocupan ahora los jueces Lijo y García-Mansilla y la próxima integración de la Corte. A fin de mes el máximo Tribunal quedará con tres miembros (Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti) por la jubilación de Juan Carlos Maqueda”[v]. Para sumar a lo expuesto por el editorialista, se presume que Cristina busca la paz de los tribunales de cara a sus causas, las mismas que ya hemos denunciado su procedimiento, tranzando con la ultraderecha una reforma electoral proscriptiva, que damnificaría a los espacios más chicos, pero centralmente a los que no son financiados por el empresariado enriquecido por esta gestión.
Para sumar otra lectura a este acuerdo, se podría agregar la visión de Diego Genoud sobre este acuerdo entre “antagónicos” que se encuentran dándose la mano: “En tránsito hacia elecciones en las que espera traducir en el Congreso el apoyo del pueblo de derecha, Milei prefiere tener enfrente y no proscripta a Cristina Fernández de Kirchner. Es una diferencia no menor con el revanchismo explícito que Macri ejecutó a través de Comodoro Py y que no dio resultado. Las versiones de un acuerdo entre Milei y la expresidenta se basan en especulaciones y también en canales reales que conectan los dos polos del sistema. Es probable que regresen a partir del martes, cuando Unión por la Patria decida en la reunión de bloque si apoya o no la reelección de Martin Menem como titular de la Cámara de Diputados”[vi].
Detrás del velo, los primeros resultados de la ultraderecha
Genoud en su artículo dominical también retrató otro de los puntos que seguramente no serán mencionados en la cadena nacional del 10 de diciembre que prepara Milei, nos referimos a los perdedores de su plan de gobierno. El periodista político describe: “Según la Confederación de Sindicatos Industriales, desde diciembre de 2023 cerraron 2333 empresas -la mayoría PyMEs- y se perdieron 126 mil puestos de trabajo, la mayoría manufactureros. Solo la última semana se conoció el despido de repositores en Arcor Córdoba y el cierre de Danica Llavallol después de 85 años, que dejó 150 personas en la calle”[vii]. Estos elementos son los que también provocan movimientos dentro de las estructuras sindicales.
Es sabido de la ruptura de Pablo Moyano con la cúpula de la CGT, pero además de esto, en esta semana, precisamente el jueves 5, las dos CTA junto a organizaciones sociales y estudiantiles realizarán una jornada de lucha. Como dice Fernando Cibeira: “A la convocatoria se fueron sumando las organizaciones más activas en el rechazo en las calles al modelo de ajuste libertario. Por ejemplo, las agrupaciones sociales de la UTEP y organismos de derechos humanos junto con la Corriente Federal de Trabajadores, que orienta el bancario Sergio Palazzo, y gremios como la UOM de Abel Furlán, los aceiteros de Daniel Yofra y el Smata de Mario ‘Paco’ Manrique, quien también renunció a su cargo de secretario gremial de la CGT. Además marcharán los partidos de izquierda y habrá columnas del peronismo bonaerense, tanto las referenciadas en el gobernador Axel Kicillof como de La Cámpora”[viii].
La calle y la unidad de estos sectores es donde reside la fuerza social para poder frenar el plan de los libertarios. Dentro de esta conjunción, también tiene que brotar lo que es necesario para los trabajadores y sectores populares, una discusión sobre la estrategia política necesaria que pueda cambiar de raíz la situación del país. En ese marco, para no repetir con recetas viejas, como lo propone el MST en el FIT-Unidad en su última carta abierta, es necesario pensar una opción de izquierda, anticapitalista, que tenga como prioridad los intereses de lo que el progresismo no supo, no pudo, no quiso defender en su última experiencia de gobierno.
[i] El populismo cambiario doma opositores pero también junta rencores. Alejandro Bercovich – ElDiarioar (1-12-2024)
[ii] Carry trade y extractivismo. Horacio Rovelli – El Cohete a la Luna (1-12-2024)
[iii] El dólar barato empieza a impactar en el campo, el turismo, la industria, el cine y el software. Alejandro Rebossio – ElDiarioar (1-12-2024)
[iv] Un vengador antisistema forzado a acordar. Jorge Liotti – La Nación (1-12-2024)
[v] A Milei se le cae una máscara. Eduardo Van Der Kooy – Clarín (1-12-2024).
[vi] La estabilidad de Javier Milei, la casta de la timba y los perdedores del modelo. Diego Genoud – El Destape (1-12-2024)
[vii] Ídem.
[viii] Con la marcha de las CTA, el sindicalismo vuelve a su tradicional división entre dialoguistas y combativos. (1-12-2024)