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Opiniones sobre el fin del mundo es una columna que busca dar cuenta de lo que reflejan algunas de las notas de opinión dominicales de los medios masivos de comunicación y otras nuevas plataformas. Obviamente, por el medio donde se publica esta pieza, busca entender la realidad y a la vez proponer ideas para transformarla mediante políticas socialistas.
Cuando se publique esta nota se va a estar cumpliendo exactamente un año desde la asunción de Javier Milei a la presidencia. La vida, desde ese momento, se sumergió en la lógica de la ultraderecha. Algunas partes sustanciales del modelo libertario se plasman en lo cotidiano (Ley Bases, protocolo antipiquetes, recesión, etc.), pero las mismas son las que provocan, con desigualdades, las fricciones que proyectan un 2025 algo distinto al que promueven desde el oficialismo. Nada más lejos de la realidad que se haya “normalizado” el país. Aunque es obvio que muchas transformaciones modificaron la vida de miles y que se desarrolló “un hacer política” que pretende llevarse puesto los derechos democráticos. Pero está por verse si lo logra integralmente. Tampoco es cierto que LLA se haya vuelto un proyecto hegemónico que desempate la contienda entre explotadores y explotados, a sabiendas de las grandes ganancias que ha absorbido el sector financiero. Mientras la inflación baja a costa de un brutal ajuste y un nuevo ciclo de endeudamiento, el país del 60% de pobreza y el hambre en 7 de cada 10 chicos, se apronta a un nuevo año donde las luchas pueden ser de agenda permanente.
La economía de hoy y la de mañana
Ya lo mencionamos, pero es importante repasarlo. Milei, luego de una devaluación inicial de 120% que provocó una fenomenal recesión y transferencia de recursos, logró bajar la inflación este 2024. Este hecho es el que, de cierto modo, le da gran parte del volumen político con el que muestran que la actual gestión termina el año. Pero no todo es lo que se ve. Si bien se aplacó un poco el aumento de precios -hay que mirar el resto del mundo para volver a entender que un 3% de inflación es una cifra alta- no se solucionó la situación material de la mayoría de la población. Milei logró por el momento un trueque de inflación por hambre, que ya existía en el gobierno de Alberto pero se incrementó. Tal es así que Jorge Liotti en La Nación lo demostró con datos de una encuestadora: “Hay un dato muy interesante del último trabajo de la consultora Isonomía: si bien la mayoría de los indicadores medidos favorecen al gobierno, hay uno que no tuvo variación a lo largo del año y es el de los que dicen que les alcanza el dinero para llegar a fin de mes. Ese dato no mejoró. Hay un 45% que dice que la plata le alcanza (10% logra ahorrar, el otro 35% está justo), y un 50% que no llega (un 23% dijo que está consumiendo ahorros y un 27% que recibe una ayuda del Estado o de familiares)”[i].
A este complejo panorama se le puede sumar más descripción del caso como la que hace Genoud: “La transferencia de ingresos es un proceso continuo, la piedra angular del plan Milei. En la misma semana en que decidió eliminar los medicamentos gratis para jubilados que son el blanco principal de la motosierra, Caputo dijo no saber cómo impactaba la eliminación del Impuesto PAIS en el PAMI y Milei festejó el dato de la pobreza que bajó del Aconcagua al que la llevó en el arranque de su gestión. Sin embargo, los números de la UCA muestran que al 49% de personas que vive bajo la línea de pobreza coincide un 28% de argentinos que hoy tiene hambre. Es la cifra más alta de los últimos 20 años. Nadie come con la batalla cultural”[ii]. La miseria es amiga de la desigualdad, como detalla el periodista de El Destape y además la estructura actual, que mantiene una cierta estabilidad por el ingreso de dólares por diferentes vías pero centralmente el blanqueo, parece ser un espejismo. Es en esta dirección lo que sostiene el economista jefe de la consultora FIDE, Pedro Gaite, en diálogo con el medio antes nombrado: “el desafío más grande sigue siendo el sector externo” porque “más allá de que mejoró el panorama y hoy estamos en un veranito financiero y cambiario, siguen faltando dólares, las reservas netas del central siguen siendo negativas y los dólares que están entrando son dólares financieros”[iii].
Lo expuesto hasta el momento no quiere conducir al lector a un determinismo que indique que está a las puertas de un diciembre caliente, o que en tiempos próximos se caliente la situación, como acostumbra Argentina. Pero sí comparte la tesis de que se están profundizando los elementos de crisis que sirven como tierra fértil para que acontecimientos de ese tipo o reclamos menores vuelvan a tomar la agenda. Esto sin descartar las posibilidades de nuevos préstamos internacionales. Es vox populi que Caputo se conduce a la negociación de un nuevo préstamo con el FMI y este año ya tomó deuda por 90 mil millones de dólares vía instrumentos financieros. De ganar tiempo con estos instrumentos, podríamos afirmar que carga con más explosivo la bomba en la que se encuentra sentado.
Lo mío es tuyo, lo tuyo es mío
Una bandera de Milei, ni bien llegó a la Rosada, fue apuntar contra la casta. Pero desde el momento cero, los políticos tradicionales, fueron sus principales aliados o, más bien, clientes en la rosca para aprobar diferentes reformas en el Congreso. La chequera y el látigo fue lo que organizó la negociación de los libertarios, diputados, senadores y gobernadores para la compra y venta de votos. Este estado putrefacto de la política, que se transmitió en vivo durante sesiones maratónicas, tuvo un punto de inflexión.
El mismo se dio con el caso de la semana pasada que tiene Edgardo Kueider como personaje principal. Un senador nacional por Entre Ríos que intentó pasar a Paraguay con más de 200 mil dólares físicos sin declarar. Este escándalo no es menor para los libertarios. Como afirma Pedro Lacour: “Aunque en la Casa Rosada repiten como un mantra que es ’un tema del kirchnerismo’, el gobierno de Javier Milei se encuentra en una encerrona: con los lazos de Kueider con La Libertad Avanza cada vez más expuestos, salir a defenderlo no es una opción, pero tampoco avanzar con su desafuero, ya que implicaría un riesgo legislativo importante: en la banca del entrerriano asumiría la camporista Stefanía Cora”[iv].
Esta encerrona del gobierno se da en medio de una disputa por la pertenencia del senador. Joaquín Morales Solá la grafica de este modo: “Párrafo aparte merece el obsceno intercambio de acusaciones entre Javier Milei y Cristina Kirchner por la pertenencia política de Kueider; este fue elegido en 2019 senador por el kirchnerista Frente de Todos (el nombre que Cristina le dio entonces al peronismo) con la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner. La expresidenta está extrañamente escandalizada por las andanzas de su viejo compinche. Kueider es peronista. Qué duda cabe. Es cierto, del mismo modo, que últimamente se acercó al mileísmo y que fue uno de los 39 senadores que dejaron en minoría al kirchnerismo a fines del año pasado. Luego, le hizo varios favores al gobierno de Milei, Santiago Caputo mediante. ¿De dónde sacó Kueider el dinero que revoleaba en la Triple Frontera? Silencio”[v]. Siguiendo con esta discusión, de todas maneras, lejos estaría de resolverse el problema con la maniobra que plantea el gobierno en el Congreso. Más bien como lo expresa Santiago Ledesma, es necesario “eliminar de raíz la estructura que produce el problema. Empezando por eliminar los privilegios y equiparando los sueldos de los diputados, senadores y todo funcionario público al salario promedio de un trabajador. Del mismo modo, aplicar la posibilidad de revocatoria en todos los cargos, para no tener que soportar 4 años de políticos que no cumplen sus promesas y que estafan al pueblo”[vi].
Milei en la CPAC
Como una de las actividades de cara al fin de año y previo al discurso que dará este 10 de diciembre, Milei pasó por la CPAC (Conferencia Política de Acción Conservadora). Un acto en el que, como refleja Van Der Kooy, el presidente se siente mucho más reconocido y acompañado, más aún que en su tierra natal. Allí, como el mismo analista lo remarca, “Milei volvió a la carga furiosa contra la clase política a la que definió como ‘colonia de leprosos’. Sembró enigmas sobre su modelo de democracia al asegurar que ‘cuantos más votos tiene una ley que aprueba el Congreso seguramente será peor para el pueblo’. Desarrolló un decálogo de acción que debería aplicarse en el planeta para la ‘batalla cultural”. Advirtió que “si antes no pensábamos negociar, ahora que los resultados nos acompañan, menos””[vii].
Sin embargo es preciso remarcar que esos actos, por el momento, no se realizan con acompañamiento social. Terminan siendo una puesta en escena para la “batalla cultural”, que nadie tiene el resultado determinado de antemano. Por eso es importante resaltar que en paralelo, desde el otro vértice político, el sábado pasado en la Facultad de Ciencias Sociales – UBA se realizó un acto internacionalista titulado Contra el ascenso de la ultraderecha[viii]. Allí, la Liga Internacional Socialista, organización mundial que integra el MST en el FIT-Unidad, dio a conocer el acuerdo alcanzado con la OTI (Oposición Trotskista Internacional) y la L5I (Liga por la Quinta Internacional) para trabajar en un reagrupamiento de los revolucionarios.
La política desplegada por estas organizaciones internacionalistas puede funcionar como una referencia para la vanguardia de izquierda en el mundo, interesada en la construcción de una herramienta política para enfrentar a la ultraderecha y superar los fracasos de los “progresismos”. Seguir esa intención en el país, es lo que, posiblemente, pueda transformar al FITU en una herramienta superadora del plano electoral.
Sin tener verdades reveladas, dar estos pasos y apostar por la unidad de los que luchan bajo programas anticapitalistas y socialistas, apartando los vicios del oportunismo y el sectarismo, pueden ser los pasos que den a los trabajadores una herramienta para enfrentar la decadencia capitalista que, en el fin del mundo, expresa Milei.
[i] El sueño libertario, segunda temporada. Ante el desafío de las nuevas demandas sociales. Jorge Liotti – La Nación (7-12-2024)
[ii] El poder de Milei, el presidente que camina hacia el fuego. Diego Genoud – El Destape (8-12-2024)
[iii] Cómo será la economía de Javier Milei en medio de las elecciones 2025: las tres claves para entender los desafíos de Luis Caputo. Rodrigo Núñez – El Destape (8-12-2024)
[iv] El caso Kueider acecha a Milei, preocupado por su esquema de alianzas en el Senado. Pedro Lacour – elDiarioAR (8-12-2024)
[v] Las puertas que abrieron Kueider y su secretaria. Joaquín Morales Solá – La Nación (8-12-2024)
[vi] Kueider. Con problemas en Paraguay y en el Congreso. Santiago Ledesma – Periodismo de Izquierda (8-12-2024)
[vii] Un fantasma asoma en el año de Milei. Eduardo Van Der Kooy – Clarín (8-12-2024)
[viii] Por un reagrupamiento de los revolucionarios. LIS (7-12-2024)