Compartimos a continuación la nota de opinión de Cele Fierro, dirigente nacional del MST en el FIT Unidad, publicada originalmente en Perfil este sábado 3/12.
En estas semanas en las que seguimos a full la campaña de la Selección, la preocupación sobre quiénes ganan no es solo por la fiebre mundialista. Está claro que defendemos una alegría para nuestro pueblo y cada triunfo de la selección nacional suma su cuota. Aunque ante la situación actual, social, económica, climática, esa alegría es efímera. Se termina cuando finaliza el partido.
La inflación sigue golpeando nuestros ingresos todos los días, esa devaluación permanente que sufre el bolsillo, y que hace que cada vez seamos más quienes, aunque tengamos laburo, no lleguemos a superar la línea de pobreza.
Pero no, no es lo único. Porque este partido, el que jugamos día a día, nos encuentra enfrentando las políticas del gobierno nacional de la mano del Fondo, con el apoyo tácito de la oposición. No podemos olvidar que se aprobó el Presupuesto con la mayor cantidad de votos desde hace décadas y que es un Presupuesto de ajuste completo. Juegan para el mismo equipo de las patronales precarizadoras, las corporaciones extractivistas y la burocracia sindical traidora. Contra este equipo, dirigido por el FMI, nos enfrentamos.
Entonces no es casual que, mientras pasan los días, juegue o no la Scaloneta, ellos avanzan. Y cuando lo hacen, avanzan sobre nuestro campo, sobre nuestros derechos laborales, salariales, de género, socioambientales.
Tomando solo la última semana, con el Mundial ya iniciado, el Gobierno y la oposición de derecha aprobaron en común acuerdo un aumento de las dietas de diputados y senadores, pasando a percibir no menos de $450 mil, mientras se aprobaba una suba del salario mínimo vital y móvil que recién en marzo del año próximo alcanzaría los magros $ 69.500, el 40% de lo que significa la canasta básica hoy. La jubilación mínima pasará a $ 50 mil en diciembre, además de un bono de $ 10 mil. Indignante por donde se lo mire, pero sigue.
En esa misma semana el dólar se volvió a disparar, presión para beneficiar a los mismos de siempre mientras siguen devaluando nuestros ingresos.
Y no, eso no fue lo último. Ya se implementó el “dólar soja 2”, un nuevo beneficio para los sojeros: más inflación para todes. Todo al servicio de llegar con un nuevo plan para cumplir con las metas de ajuste del Fondo.
Pero vale decir que el agropower no es el único sector que gana de este modelo productivo al servicio de las ganancias de unos pocos. El Gobierno acordó con las petroleras un aumento que no supere el 4%. Así como lo leés: a quienes aumentaron los precios todo el año, que impactan también en los alimentos vía el transporte, lejos de ponerles un freno, no, se los autoriza a que sigan aumentando, pero “controlado”, una versión de precios justos para los combustibles.
La respuesta a la pregunta inicial de quiénes ganan queda clara. El partido que jugamos todos los días lo ganan, por goleada, los mismos sectores de siempre: el poder concentrado, las multinacionales, los bancos. Lo gana el FMI que, avance tras avance de esta política ajustadora del gobierno del Frente de Todos, festeja cada medida y pide más.
Para que a este partido lo ganemos las y los de abajo, los que con las reglas del sistema capitalista siempre perdemos, hay que cambiar de equipo. No alcanza con el cambio de jugador o jugadora, es con otro equipo que cambie la reglas de juego. Por eso, el objetivo es fortalecer una alternativa de izquierda, con un programa que les ponga freno a los especuladores, a los extractivistas, que rompa con el FMI, corte con la estafa de la deuda y ponga a todos los jugadores, todos los resortes de la economía, al servicio de las mayorías. Para esto hay que sacar de la cancha a los ecocidas, ajustadores, explotadores y al Fondo. El partido no solo lo podemos ganar, sino que tenemos que hacerlo para que de una vez por todas gobernemos quienes nunca gobernamos: las y los trabajadores.