En los últimos días trascendió la noticia que el presidente, Alberto Fernández, obtuvo un principio de acuerdo con el fiscal, Fernando Domínguez, que ahora deberá ser homologado por el juez federal de San Isidro Lino Mirabelli. Realizando un pago, bajo el carácter de “donación” de 1,6 millones de pesos, Alberto comprara su sobreseimiento de la causa. Lo mismo harían Fabiola Yáñez con 1,4 millones y el resto de los asistentes, aunque de estos últimos no trascendió aun el dinero que pagarían. De ser aceptado, este dinero iría destinado a “Fortalecer los sistemas de salud pública”.
Una vez homologados los acuerdos por el juez federal de la causa, tanto Alberto Fernández, como el resto de los acusados, sólo deberán cumplir con lo pactado. Tras esto se cerrarían las causas por la violación a las normas de restricción de circulación que se impusieron al principio de la pandemia. De esa manera, obtendrán el sobreseimiento definitivo en las causas y no registrarán antecedentes penales en el futuro.
Se han registrado incontables casos de detenciones violentas, racias policiales, incluso pibes que murieron en manos de la policía bonaerense por estar en la calle durante los días donde regia el aislamiento obligatorio. Los barrios populares se han visto cercados y encerrados con la presencia de ministros y secretarios de seguridad a la cabeza. Otros miles se han visto forzados a trabajar realizando changas, exponiéndose al contagio tras la falta de ayuda económica brindada por el gobierno. Así como todo el personal de salud se ha puesto al hombro la atención en hospitales vaciados y que se caen a pedazos, sin insumos y con sueldos de miseria.
No podemos dejar de hablar de los privilegios que perciben los adinerados y los políticos. Quienes no pasan, ni pasaron, ni pasaran por lo antes mencionado, quienes están acomodados y perciben múltiples beneficios que el resto carece. Es de un carácter, cuanto menos cínico, que poniendo algunos billetes algunos puedan comprar su sobreseimiento. Mas allá del destino que se le dé a esa “donación”.
Al sistema de Salud Pública, le hace falta inversión verdadera, no una donación. Es necesario que se tomen políticas al respecto. Desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad seguiremos sosteniendo que es imprescindible la unificación del sistema de salud público, que sea único, gratuito y universal. Expropiando a las clínicas privadas y destinando un presupuesto acorde, tanto para los salarios de sus trabajadores, como para los insumos necesarios para brindar una atención de calidad. Del mismo modo que insistimos en que los políticos y sus familias deben usar y atenderse en los hospitales públicos, así como también mandar a sus hijos a la escuela pública.
Nahuel Schiavoni