El lunes 11 de diciembre, un día después de la asunción presidencial de Javier Milei, los supermercados abrieron sus puertas con remarcaciones del 20 y 25% tras el vencimiento del programa Preciso Justos. Una nueva escalada de precios que atenta contra el bolsillo de las mayorías.
Todas las nuevas listas de precios se empezaron a hacer presentes en el marco del lineamiento del nuevo gobierno, quien promueve la liberación de precios sin control alguno. Sumado a esto, se cuela la especulación empresarial. A la espera de una nueva devaluación, que tal vez la informe hoy a las 17hs Luis Caputo, los monopolios de los supermercados dieron rienda suelta a los aumentos.
Ya la semana anterior, por los mismos motivos, los alimentos habían aumentado en promedio un 8,2% según lo remarcan algunas consultoras. Los componentes mencionados para elaborar las remarcaciones, también se conjugan con los casi seguros aumentos de los servicios energéticos y la nueva escalada en el precio de los combustibles.
Pero lo mencionado no es todo. Se espera que las subas más fuertes, en productos como aceite, fideos y harina, se de en las próximas semanas. En días concluye el fideicomiso que subsidia el precio de los mismos. De terminarse y no haber ninguna política que controle el traslado de los subsidios a los precios, se estima que los nuevos aumentos en los rubros mencionados alcanzarán porcentajes del 100% al 180%.
La estrategia de los supermercadistas, con los programas de precios concluyendo, es igualar los precios de los demás comercios minoristas para empardar la brecha que genera la famosa “ganancia cruzada” de las empresas que abastecen los puntos de venta.
Mientras los salarios siguen corriendo de atrás y la inflación licúa cualquier tipo de ingreso, el nuevo gobierno de Milei se inaugura con la única libertad que defiende, la libertad empresarial para absorber más ganancia. Lo que significa un mazazo más en un país donde más del 40% de la población se encuentra hundida en la pobreza.