El gobierno nacional vivió hoy otra jornada negra, cuando finalmente la cámara de senadores cerca de las 20hs votó por 42 a 25 en contra del DNU presidencial asestándole un duro golpe político al presidente Javier Milei y pasando la pelota a la cámara de diputados que afrontará un fuerte debate y en medio de la crisis, podría también votar contra del DNU agravando la debilidad en la que quedaría el gobierno si así sucede las próximas semanas.
Pese a una enorme presión ejercida desde anoche y durante todo el día de hoy por enviados del gobierno sobre gobernadores y senadores, igualmente no pudo cambiar el curso de la votación, e incluso intentaron una votación al inicio de la sesión para postergar el debate y fueron derrotados, anticipando lo que finalmente se iba a consumar. Terminó sucediendo lo que Milei vino queriendo evitar desde enero: que el Congreso le vote en contra de su antidemocrático mega decreto que ataca gran cantidad de derechos y cambia ciento de leyes a favor del poder económico y financiero y en contra del pueblo. Es verdad que es el voto de una sola cámara y falta todavía que lo trate la otra donde los libertarios con Menem a la cabeza tratarán de dilatar todo lo más posible. Pero la dinámica es muy negativa para un gobierno que desde ayer por la tarde se mostró muy preocupado e hizo de todo, sin lograr resultados favorables.
Sin bien el pedido de tratar el DNU ya venía desde hace más de un mes y fue evitado con reiteradas maniobras por la vicepresidenta Victoria Villarruel, ella misma ya no pudo resistir la presión de una mayoría que pedía tratarlo y tuvo que convocar a la sesión de hoy. De hecho esa convocatoria abrió una nueva crisis política en el gobierno ya que el presidente Milei sacó anoche un comunicado oficial criticando duramente la convocatoria a la sesión sin nombrar a su vice pero en una evidente crítica a su accionar. Demostrando en el contenido de dicho comunicado, donde exige que no se traten las cosas que él no quiere, que su proyecto político es fuertemente antidemocrático y pretende que el Congreso no pueda funcionar o que solo trate proyectos afines al gobierno.
Al no poder evitar la sesión de hoy, el gobierno apeló al apriete y a pedidos a senadores que responder a diferentes gobernadores para que no voten en contra y esperen el debate sobre el “pacto de mayo” que él propuso. Pero sucede que ese pacto está muy endeble todavía, que no hay nada concreto acordado ni el gobierno responde a reclamos de las provincias, mientras tiene a favor que el círculo rojo y los grandes medios empujan para que el acuerdo exista. Pero al estar todo poco claro y con diferencias en el medio, incluso sectores de la oposición que comparten muchas reformas que el gobierno propone a favor de los grandes capitalistas, no pudieron dejar de rechazar un DNU que pretende ser impuesto por un presidente que a la par que le pide acordar los desfinancia e insulta públicamente cada vez que puede. En ese marco una vez convocada la sesión se aceleró la matriz opositora al DNU y ya se convirtió en imparable, terminando en una votación ni siquiera reñida y así el DNU fue rechazado por amplio margen.
Por supuesto que este durísimo golpe a Milei no está consolidado, ya que por ahora el decreto sigue en pie a la espera de que lo trate diputados. Pero no deja de ser un golpe muy fuerte que acompaña el recibido el mes pasado cuando cayó la Ley Ómnibus. Manifestando otra vez las debilidades y graves problemas que tiene por delante y que le viene costando resolver al no lograr acuerdos sólidos y duraderos con parte de la oposición dialoguista. Y el resultado de hoy coloca en peores condiciones el debate sobre el pacto de mayo, para lo cual el gobierno acaba de enviar una nueva propuestas mucho más recortada que la ley ómnibus inicialmente presentada.
Está claro que el gobierno igualmente va a intentar seguir adelante con su DNU y con su brutal ajuste en general, ahora en un marco de derrota política que hace visible no solo su crisis interna, sino que al menos en este tema, no tiene realmente de su lado a parte importante de la oposición.
De cualquier forma, la pelea contra este DNU inconstitucional tiene un centro esencial en la calle. Más que nunca ahora es el momento para que la CGT deje de dormir la siesta y convoque a un gran paro nacional activo contra todo el plan de Milei. Porque si ponemos miles y miles en las calles será una enorme y efectiva presión para que diputados tenga que tratarlo y también rechazarlo.
Y además porque no se trata solo de luchar para que caiga definitivamente este decretazo sino que hay que derrotar todo el plan de conjunto. Basta de Milei y su proyecto que cada vez pone en peores condiciones la vida de millones de familias trabajadoras y de los sectores medios. De hecho hoy, mientras el senado trataba el DNU, las y los trabajadores del INCAA realizaban una enorme acción donde recibieron una muy fuerte solidaridad y las fuerzas de seguridad volvieron a reprimir e intentaron quebrar la protesta, sin lograrlo. De hecho los manifestantes terminaron igualmente en Plaza Congreso y tras recibir el resultado de la votación festejaron con cantos la derrota del gobierno. Con esa fuerza, que es similar a la que otros sectores de trabajadores, la juventud y asambleas barriales vienen demostrando, tenemos que seguir en la calle las próximas semanas.