En una jornada de lucha y movilización contra el ajuste de Milei y la entrega en el Congreso, la Plaza de Mayo fue escenario de una importante columna independiente y combativa. Encabezada por el Frente de Izquierda Unidad, los trabajadores del Hospital Garrahan —quienes enfrentan la persecución del gobierno— y los sectores del sindicalismo combativo, bloque que se diferenció tajantemente de la conducción burocrática, planteando una salida de fondo a la crisis. La composición de esta columna demostró que hay una fuerza real dispuesta a enfrentar el plan motosierra sin negociaciones a espaldas de los trabajadores.

Por otro lado, la cúpula de la CGT protagonizó un acto que tuvo gusto a poco. Si bien la central obrera movilizó, fue bastante limitado el porcentaje de sus bases que se presentó en las calles. A pesar del malestar social existente y las amenazas de ajuste del gobierno, la burocracia realizó una acción meramente protocolar que terminó rápidamente y, lo más grave, sin anunciar ninguna medida de continuidad. Esta actitud confirmó una vez más que los dirigentes sindicales buscan descomprimir la bronca sin ponerle fecha al paro nacional activo que se necesita imperiosamente para derrotar la reforma laboral y el presupuesto de hambre, jugando un rol de contención en momentos en los que la calle pide ir a fondo.

A este escenario se suma un nuevo revés para el oficialismo: la postergación del debate de la reforma laboral en el Senado hasta febrero. Al igual que sucedió con la derrota en Diputados sobre los fondos universitarios y de discapacidad, el carácter profundamente regresivo y antiobrero de la reforma obligó a Bullrich a frenar el trámite exprés por falta de apoyo, demostrando que el plan de Milei tiene grietas que se pueden profundizar con la movilización.

Justamente, frente a esta estrategia de desgaste y desmovilización que propone la burocracia, el documento consensuado por la izquierda y los sectores en lucha marca la hoja de ruta necesaria: exigir el paro general, defender incondicionalmente a los perseguidos y rechazar la totalidad del paquete de leyes de Milei y el FMI.




A continuación, compartimos el documento leído por las organizaciones que participaron de la columna independiente:
18 DE DICIEMBRE. 15 Hs AV DE MAYO Y 9 DE JULIO
MARCHAMOS A PLAZA DE MAYO EN COLUMNA INDEPENDIENTE
ABAJO LA REFORMA LABORAL ESCLAVISTA
Este jueves 18 de diciembre volvemos a salir a las calles en todo el país para enfrentar la reforma laboral, punta de lanza de todo un paquete de reformas antiobreras y represivas que pretende aprobar en el Congreso.
Buscando un trámite exprés en el Senado, el gobierno de Milei pretende obtener la media sanción de la Reforma laboral y avanzar así rápidamente en la agenda del FMI y el imperialismo yanqui, que aplauden las patronales y apoyan gobernadores puesto que es la agenda de todas las fuerzas políticas que responden a los intereses capitalistas. Intentan imponer las llamadas “reformas estructurales”, reforma laboral, impositiva, tributaria y previsional, para descargar sobre nuestras espaldas una crisis de la que somos víctimas, no responsables. La acompañan con una propuesta de modificar el código penal para tener herramientas legales para perseguir y reprimir a los que luchan además de un endurecimiento inusitado de penas para todo tipo de delitos en la línea de “mano dura”. La crisis de crecimiento exponencial de la deuda pública, las reservas negativas, la fuga de capitales, se combinan con una inflación que crece mientras los cierres de empresas, los despidos y suspensiones masivas dominan el escenario económico y social. Ante este fracaso, el gobierno ultraderechista apura el ataque a los trabajadores para congraciarse con el capital financiero como un ejemplo proimperialista y antiobrero en América Latina. Las fuerzas políticas patronales le facilitan las cosas por acción u omisión al igual que el colaboracionismo practicado por la burocracia sindical.
Los cambios en la legislación laboral que buscan, son verdaderamente esclavistas y buscan arrasar con 150 años de luchas y sangre del movimiento obrero: más horas de trabajo por menos salario; menos protección de los trabajadores frente a las decisiones patronales; fin de las horas extras, fraccionamiento de vacaciones, convenios por empresa y hasta sindicatos por empresa, derogación del estatuto del periodista y la ley de teletrabajo, virtual liquidación del derecho de huelga y del debate democrático de las y los trabajadores en sus propias asambleas, limitación a los delegados, rebaja de indemnizaciones, rebaja de aportes patronales desfinanciando a la ANSES, formación de un fondo de despidos con la plata de los jubilados, entre un sinfín de normas que atacan el derecho laboral mismo. Mienten planteando que se trata de una modernización, que dará más trabajo y nuevos beneficios. La historia ya probó que con medidas similares no hubo más puestos de trabajo: solo creció la informalidad y perdimos derechos. Pretenden que todas y todos estemos en la condición de precarización, sin derechos, ni estabilidad laboral alguna. Por ejemplo, legaliza la ausencia de derechos para los trabajadores de reparto, al desconocer mediante un capítulo específico toda relación laboral con las empresas multinacionales. El pretendido blanqueo es sólo un ofrecimiento de impunidad a los evasores y de rebaja de cargas sociales.
Mientras continúan los despidos y cierres fabriles mientras el salario mínimo y las jubilaciones están en la indigencia. La mayoría de quienes vivimos en este país no llegamos a fin de mes, y no se despejó la amenaza de más devaluación, cuando ya estamos sufriendo los aumentos de precios. Tampoco la corrupción y la narcopolítica dejaron de estar en el poder.
Por todo esto quieren imponer una reforma laboral lo antes posible, aprovechando el triunfo electoral y el apoyo de la burguesía y el imperialismo. Quieren prevenir que, aunque el contexto político y social es diferente, suceda lo que ocurrió con Macri, que meses después de ganar las elecciones de medio término tuvo las grandes movilizaciones de diciembre de 2017 que obligaron a archivar la reforma laboral.
Diciembre es un mes de grandes luchas obreras y populares. En diciembre de 2001 nuestro pueblo trabajador se rebeló contra el estado de sitio del gobierno ajustador de Fernando De La Rúa, en 2017, un 18 de diciembre, luchamos masivamente contra la reforma antijubilatoria de Macri, y hace dos años, en el comienzo del gobierno de Milei, rompimos el protocolo represivo en la manifestación en Plaza de Mayo. Cada lucha requiere de combatividad, unidad y masividad para derrotar los planes de nuestros enemigos históricos.
Como parte de los ataques del Gobierno ultraderechista, continúa la persecución al movimiento obrero y popular como a los luchadores del Hospital Garrahan con los 44 sumarios y las causas judiciales, lo mismo que al movimiento piquetero que lucha contra el hambre y por trabajo. De esta manera, lo único que avanza en las barriadas obreras bajo este gobierno de ultraderecha es el narcotráfico, que se expande al calor de la descomposición social y de la ausencia de políticas que den respuesta a las necesidades más elementales del pueblo trabajador.
Junto a la reforma laboral el gobierno nacional intenta modificar la Ley de Glaciares, vetada en 2008 y recuperada en 2010 con la lucha en las calles. Desde hace 20 años la megaminería saquea en nuestro país con el resultado de contaminación para los pueblos y ganancias para las corporaciones como la Barrick Gold, Glencore, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros y la Cámara Americana de Comercio. Como en el 2019, la lucha de Mendoza nos marca el camino: No a la minera San Jorge. Basta de represión y criminalización. Libertad a Facundo y Renzo Gollano. Sin glaciares no hay agua, sin agua no hay trabajo. El agua vale más que todo
Todo un cuadro que el gobierno completa con su total alineación a la política de genocidio al pueblo palestino y al avance colonial del imperialismo yanqui en Venezuela. El despliegue de tropas en el Caribe y el asesinato de más de 80 personas en esas aguas por las fuerzas norteamericanas constituyen la reproducción de la política del patio trasero para someter a toda América Latina. ¡Fuera yanquis del Caribe y de América Latina! ¡Abajo el genocidio sionista, por una Palestina libre desde el río hasta el mar! Rechazamos el alineamiento argentino con Trump y Netanyahu, por la ruptura de relaciones con Israel, fuera el falso plan de paz para instaurar un protectorado en Gaza y Cisjordania.
Si Milei llegó hasta aquí es porque además del apoyo de las fuerzas políticas patronales y de los gobernadores, que aplicaron el mismo ajuste del gobierno en cada provincia, tuvo la colaboración de las centrales que lo dejaron hacer. Como venimos planteando los aquí firmantes necesitamos y exigimos un paro activo y plan de lucha nacional de la CGT y las CTA para derrotar la reforma laboral esclavista y el plan motosierra de Milei, Trump y el FMI. Ninguna negociación a espaldas de los trabajadores.
- Abajo la reforma laboral esclavista
- Derrotemos la reforma penal represiva y el paquete de leyes contra el pueblo trabajador. La ley de glaciares no se toca
- Exigimos un paro activo nacional de la CGT y la CTA y un plan de lucha hasta derrotar todo el plan de Milei, Trump y el FMI.
- Basta de persecución a los trabajadores del Garrahan, al movimiento piquetero independiente y a todos los luchadores
- Defensa del derecho a huelga, de los convenios colectivos de trabajo, democracia sindical, aumento de salarios y jubilaciones. Ningún despido. Basta de cierres

