jueves, 25 abril 2024 - 14:52

Moreno. Basta de abusadores sueltos

En el municipio de Moreno, el gobierno municipal y la Justicia permiten que un padre denunciado por abuso sexual a su hija de 6 años ande suelto por las calles. 

Todo empezó hace 10 años, Mishel, madre de la menor se puso en pareja con Jonatan David Joyce. En el año 2014 se convierten en padres de una hermosa niña. Decidieron convivir juntos, en ese tiempo Mishel denunció maltrato y violencia por parte de Jonatan. Al año se separaron, pero él nunca cumplía con los acuerdos por la paternidad y ni hablar de hacerse cargo de la cuota alimentaria. Mishel llevó el caso a la  Justicia, en donde se llegó a un convenio firmado que igualmente Jonatan seguía sin cumplir. 

La menor siempre se manifestaba reacia a que su padre, si se lo puede llamar padre, se la lleve a pasar la noche, aunque él la mayoría de las veces lograba convencerlas. Siempre había mucha manipulación por parte de Jonatan. Después de principios del 2019 esto se intensificó. Lloraba y se tornaba más difícil convencerla.  

En septiembre del 2019, a Mishel le llega un mensaje de Jonatan que decía que no le iba a traer a la nena y que tenía que presentarse en el servicio local de Moreno. Irónicamente, es denunciada por abuso a su hija y se la dieron al padre sin entrevistarlo, sin preguntar ni cuestionar nada. Ella llama a la policía y le dicen que tiene que hacer la denuncia en la comisaría, donde fue cuestionada y juzgada por el personal de la comisaría «¿Por qué le das la nena si sospechabas?” le dicen, siendo que ellos mismos cuando Mishel expresaba el descontento de la nena decían “se la tenés que dar igual”, “el tiene derecho como padre”.  

Después de hacer la denuncia, Mishel pidió a la policía ir a buscarla. Se acercó a la comisaría de Grand Bourg donde estuvo 4 horas esperando un móvil que nunca llegó, argumentaban que el mismo estaba transportando 2 presos y por eso no había móviles. Suena ilógico que todos los móviles de la comisaría se movilicen para transportar solo a dos presos. Al día siguiente recibe la llamada de una abogada y psicóloga del servicio local de Moreno, en la cual la bombardearon de preguntas. A la nena la escondieron de su madre y no se la dieron hasta que pasó la entrevista. Por fin Mishel consigue lo único que quería, estar con su hija y tenerla en sus brazos. Jonatan desaparece de la vida de ellas y pensaron que el calvario había terminado, pero no solo no terminó sino que se profundizó. 

En septiembre del 2020, Jonatan vuelve a aparecer y pide ver a la nena. Mishel le pregunta si quería verlo y la nena volvió a mostrar su negativa a ver al padre, entonces  la madre le pregunta a la nena porque no quería quedarse a dormir con su papá. En ese momento es cuando Mishel se entera una de las cosas más aterradoras que una madre se puede enterar, su hija estaba siendo abusada sexualmente por su padre. Se vio inmersa en una desesperación, dolor, impotencia y bronca. Hace años Jonatan David Joyce de 30 años, violaba a su hija, que actualmente tiene 7 años. 

El día 11 del mismo mes se hizo la denuncia del hecho atroz y repulsivo cometido por Joyce. Primero en la Comisaría de la mujer de Moreno, donde le dijeron que debía realizar la denuncia en el lugar donde sucedió el hecho, Malvinas Argentinas. Mishel pidió la perimetral y no querían dársela, como siempre pasa en estos casos.  Pero gracias a que no se rindió y siguió peleando consiguió un obtenerla, aunque tardó dos meses en lograrlo. 

Mientras tanto, Jonatan siguió llamando, molestando, presentándose en su casa diciendo que tenía derecho sobre la niña, que se acercaba el cumpleaños de ella y quería festejarlo, darle regalos, etc. Siempre con amenazas de muerte hacia Mishel. 

Paso más de un año y la causa sigue en la nada, Mishel no obtuvo ninguna ayuda del parte del Estado, ni apoyo psicológico ni nada de nada. 

Ella se animó a hablar pero sabemos que hay muchos casos iguales que no se animan por miedo. Hoy Mishel dice ya no más, ya no tengo miedo. Este proceso se vio expresado en la creciente marea verde y en las luchas por los derechos de las mujeres,  donde miles de mujeres y disidencias ya no se quedan calladas frente a la Justicia que nos critica, nos cuestiona, que tal como le decían a Mishel argumentan “tenemos muchos casos, señora”, “hay casos más urgentes”. 

Desde Juntas y a la izquierda nos solidarizamos y exigimos justicia. La lucha de Mishel es la lucha de todas, la que libramos día a día en la calle, en la escuela cuando somos ñiñes, en la universidad, en el trabajo, en la casa con nuestra familia. Por eso hacemos un llamado a todxs las organizaciones que luchan contra el patriarcado y por los derechos de las mujeres, a solidarizarse, difundir y ayudar en esta lucha que es de todxs ¡Justicia para Mishel y su hija! 

Micaela Mujica 

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