Durante el primer gobierno de Mariel Fernández en la municipalidad de Moreno, dirigido por el Movimiento Evita, que abarcó el periodo de 2019 a 2023, el poder adquisitivo de los trabajadores municipales de Moreno se redujo en un 150%. Esta es la peor pérdida salarial de la que se tenga registro. A pesar de contar con un gobierno nacional del mismo signo político, encabezado por Alberto Fernández, que destinó enormes cantidades de fondos a la gestión en Moreno, se implementó una clara política de ajuste salarial, orientada a financiar un programa de gobierno que nada tuvo que ver con las necesidades del pueblo trabajador del distrito. Es decir, que la excusa de que los sueldos municipales se encuentran actualmente bajo la línea de indigencia a causa únicamente del gobierno nacional de Milei es una mentira casi siniestra, ya que existe una constante programática del gobierno municipal de pagar salarios de hambre y aumentar las exigencias laborales, generando condiciones de trabajo cada vez más injustas y precarias.
Pero no todos reciben el ajuste del gobierno municipal que se dice “Nacional y Popular”. En noviembre del año pasado, el municipio inauguró “la Gerencia de Proyectos Especiales” de la mano de Leonardo Grosso. El evento estuvo dirigido al sector empresarial inmobiliario y contó con un servicio de lunch, que incluyó caviar y champagne de lujo, con la presencia de la intendenta Mariel Fernández. Estos agasajos son completamente opuestos al trato que reciben los compañeros cooperativistas, quienes prestan servicios de manera precaria, tal como los trabajadores municipales, y nosotros, los municipales, día a día en los sectores de trabajo.
La peluca se puede ver debajo de la justicia social
Hasta el momento, se han invertido 300 millones de pesos en el marco del Fondo del Distrito Ecológico Roggero (FONDER) para garantizar inversiones del sector inmobiliario en Moreno, y se esperan otros 300 millones más de inversión por parte del municipio. Otros beneficiados por estas inversiones son las empresas ubicadas en los parques industriales, que reciben beneficios y condonaciones impositivas. Cabe destacar que Moreno es el distrito con mayor cantidad de parques industriales de la provincia de Buenos Aires y, aún así, sigue siendo un distrito “dormitorio”, como se lo conoce históricamente. Además, nunca se nos facilitó información sobre la cantidad y el tipo de empleo que generan estos parques industriales, a pesar de los reiterados pedidos realizados desde nuestra banca en el Concejo Deliberante, a cargo del compañero Pablo Lopardo.
Podríamos seguir dando ejemplos de las prioridades y objetivos del gobierno de Mariel Fernández, que gastó cerca de 1,2 millones de dólares en la compra de tierras. Ni hablar del gasto de 175 mil millones de pesos que se depositarán a la empresa Gestionar, propiedad de los Moyano, en los próximos cuatro años, para hacerse cargo del servicio de la recolección de residuos.
Pero, en definitiva, ¿de dónde sale la plata para financiar beneficios impositivos, compra de tierras, fortalecimiento de alianzas políticas y demás beneficios para un sector? Si la respuesta es: ajustando en salud, educación, seguridad y, sobre todo, en la mano de obra de los trabajadores que desarrollan sus actividades para el gobierno municipal, estamos hablando de municipales de planta, contratados, monotributistas y cooperativistas.
Esta distribución desigual de la torta municipal está más fundada en las alianzas políticas y en la fallida teoría del derrame, que sostiene que generar condiciones de inversión atractivas para el sector inmobiliario e industrial generará riqueza en Moreno. Sin embargo, este dogma, tan denostado por la militancia nacional y popular, se aplica con una disciplina casi militar, y el gobierno de Mariel Fernández es un fiel ejemplo de esta paradoja.
Es por eso que, en los sectores de trabajo, se les da rienda suelta a los peores exponentes de la explotación laboral y la precarización. Algunos ejemplos son María Giménez, ingeniera agrónoma y secretaria de Servicios y Obras Públicas, quien pretende aplicar los peores vicios laborales del campo argentino en el municipio; el “Indio” Arturi, un personaje insípido, oficialista por vocación y servidor de cualquier gobierno municipal que necesite manipular a los trabajadores; y Micaela Chirino, experta en intimidar y explotar a cooperativistas y municipales por pura vocación. Todos estos funcionarios pueden experimentar con los trabajadores y hacer uso de su imaginación para lograr un solo objetivo: que en Moreno se trabaje más por menos dinero. La peluca se le nota debajo de la justicia social.
Quien escribe estas palabras trabajó en la delegación Trujui, localidad del distrito bajo la tutela de Micaela Chirino, y fue testigo presencial de cómo municipales y cooperativistas son explotados al máximo.
Los cooperativistas cobran 157 mil pesos por jornadas semanales de 24 horas, donde deben cargar camiones, cortar el pasto, palear, levantar escombros, limpiar basurales, sin ninguna ropa adecuada ni medidas de seguridad e higiene, y esto se puede observar en cualquier calle o ruta de Moreno. Como si eso fuera poco, también deben soportar gritos y maltratos por parte de sus “superiores”. La suerte es la misma para los municipales, ya sean contratados o en planta permanente, con la diferencia de que a los contratados se les puede rescindir el contrato en los meses de junio o diciembre hasta conseguir la planta permanente, y al personal de planta permanente se le cambia de sector o se le deja en disponibilidad o reasignación de tareas, como se conoce ahora este mismo procedimiento. Y cabe mencionar que a todas estas tareas se les agrega la nueva: participar en desalojos de tierras o “relocalizaciones” de aquellos vecinos que no tienen dónde ir a vivir debido a la crisis habitacional que se vive; situaciones violentas y desastrosas si las hay.
Persecución y castigo a quienes luchamos por mejores condiciones
A quienes nos enfrentamos a estas arbitrariedades, como fuimos muchos de nosotros durante estos cinco años, nos persiguen, nos inventan sanciones incumpliendo todo tipo de normativas, nos aíslan, nos maltratan, sencillamente, todo bajo la pasividad y complicidad de los gremios ATE y SITRAM. El objetivo es claro: meter miedo para que, en condiciones de ajuste, se pueda seguir con los negocios inmobiliarios, de tierras y alianzas políticas, financiándose con mano de obra barata. Las penas son para los cooperativistas y los municipales, mientras que la plata es ajena.
Organización para darle pelea al ajuste contra el pueblo trabajador
Pensemos bien en el contexto político en el que nos encontramos y actuemos en consecuencia. Así como el gobierno nacional justifica el ordenamiento de la macroeconomía y el déficit cero a costa del hambre de los jubilados y la destrucción del empleo y del salario del pueblo trabajador, entonces, ¿el pueblo de Moreno es capaz de aceptar que el costo de la gestión municipal, sus mejoras, plazas y negocios inmobiliarios, justifiquen las condiciones miserables que atraviesan tanto cooperativistas como municipales?
Desde Alternativa Estatal/ANCLA y el MST, ante tanta injusticia, ante tanta miseria y ajuste planificado, llamamos a la organización contra toda política de ajuste, pérdida de derechos y persecución laboral en los sectores de trabajo. Organizarse para nosotros y nosotras implica esfuerzo, discusiones, síntesis, acciones concretas y una enorme capacidad de trabajo en la concreción de los objetivos planteados, que no son más que organizar a nuestra clase: la que labura, la que todo le pertenece y que debe ser consciente de su propia fuerza para poder gobernarse a sí misma. En esa tarea se nos va la vida; en esa tarea, los que ya no están siguen caminando con nosotros; en esa tarea, nos reivindicamos como seres humanos.
Daniel Farias / Alternativa Estatal / ANCLA / Moreno