A pocas horas de que se cope la Plaza de Mayo para rechazar el proyecto de reforma laboral esclavista que impulsa el gobierno, la flamante ministra de Seguridad, Alejandra Monteoliva, decidió inaugurar su gestión utilizando las mañas del bullrichismo recalcitrante.
En una señal de que el recambio en la cartera no implica ninguna modificación en la política represiva, la funcionaria confirmó que este miércoles 18 de diciembre se aplicará con todo el rigor el “protocolo antipiquetes” frente a la movilización convocada por la CGT a la Plaza de Mayo. “El orden público no se negocia”, sentenció Monteoliva en sus declaraciones, anticipando un despliegue de fuerzas federales destinado a amedrentar a los manifestantes y a militarizar el centro porteño bajo la excusa de garantizar la libre circulación, cuando en realidad lo que buscan es cercenar el derecho a la protesta.
La ministra, que hasta hace días se desempeñaba como secretaria de Seguridad y mano derecha de Patricia Bullrich, no dudó en ratificar la línea dura que caracteriza a esta administración. “Se aplica el protocolo como siempre”, afirmó, agregando que el operativo incluirá “la aplicación de recortes para encapsular a distintos grupos que llegan”, es decir, una metáfora para las encerronas policiales, las requisas ilegales en el transporte público y el uso desmedido de la fuerza contra quienes se animen a bajar a la vereda. Estas amenazas no son nuevas, pero tienen una gravedad particular viniendo de quien fuera la responsable de negar en televisión la represión a una niña de 10 años, gaseada por la Policía Federal durante las manifestaciones frente al Congreso contra el veto a la reforma jubilatoria en septiembre pasado.
Según relevamientos de organismos de derechos humanos como Amnistía Internacional y la Comisión Provincial por la Memoria, la aplicación del protocolo ha dejado un saldo de más de 2.500 heridos por el uso ilegítimo de la fuerza, incluyendo trabajadores de prensa, jubilados y diputados, además de cientos de detenciones arbitrarias[i]. Esta escalada de violencia institucional ha sido condenada incluso por organismos internacionales como la ONU, que advirtieron sobre las graves limitaciones al derecho de reunión y la criminalización de la protesta en Argentina. Sin embargo, el gobierno de Javier Milei hace oídos sordos a estas advertencias porque necesita profundizar el autoritarismo del régimen para hacer pasar el ajuste brutal que implica la reforma laboral, el presupuesto de ajuste y la entrega de los recursos naturales. No hay plan de miseria que cierre sin represión, y Monteoliva está ahí para garantizar los palos que sostienen el modelo.
A pesar de las provocaciones del oficialismo y del despliegue escenográfico de las fuerzas de seguridad, la experiencia demuestra que el protocolo antipiquetes tiene un límite: la masividad en las calles. Las movilizaciones universitarias, las marchas del 24 de Marzo, los 8M, las movilizaciones del sector de salud, como las del Garrahan, desbordaron cualquier operativo policial, dejando en ridículo las pretensiones de Bullrich de controlar la calle. Cuando se sale masivamente a luchar, no hay protocolo ni ministra que pueda frenarlo. Por eso, las amenazas de Monteoliva deben ser respondidas con una movilización aún más contundente este miércoles 18 de diciembre. No podemos dejar que el miedo paralice frente a un gobierno que nos quiere quitar hasta el último derecho.
Es fundamental, entonces, redoblar la convocatoria y llenar la Plaza de Mayo y todas las plazas del país. Pero no podemos hacerlo de manera acrítica, siguiendo a una conducción de la CGT que convoca tarde, mal y sin paro, buscando negociar mientras el gobierno avanza. La respuesta a las provocaciones de Monteoliva y al ajuste de Milei debe ser una columna independiente y combativa, que exija a la burocracia sindical que rompa la tregua y llame a un paro nacional activo y a un plan de lucha serio, como se hará desde el Frente de Izquierda Unidad, junto a los trabajadores del Garrahan, el sindicalismo combativo y demás sectores en lucha. Solo con la fuerza de los trabajadores en la calle, podemos derrotar la reforma laboral y frenar la mano represiva de un gobierno que le ha declarado la guerra a las mayorías trabajadoras.
[i] https://amnistia.org.ar/noticias/dos-anos-del-protocolo-antipiquetes-mas-de-2-500-personas-heridas-y-una-escalada-de-represion-a-la-protesta


