Tras los diferentes fracasos electorales que tuvo en las elecciones provinciales donde las encuestas y las propias expectativas lo daban como el tercer tercio que iba a ingresar a romper la polarización, el espacio de Javier Milei, la Libertad Avanza, se encuentra en el centro de denuncias por ventas de puestos en sus listas, principalmente en la provincia de Buenos Aires.
Se presuponía que el partido de los liberfachos, compuesto casi exclusivamente por la casta que dicen combatir, era un nicho de negocios de la política. Recientemente Juan Carlos Blumberg, figura de la mano dura que había integrado previamente el espacio de Milei, lo denunció diciendo: “No vamos a ser el vehículo electoral de mafias o delincuentes”. Esta afirmación la lanzó en una entrevista radial, debido a que también denunció que en la Libertad Avanza venden puestos en las listas y cobran “hasta 50 mil dólares”.
A la denuncia de Blumberg hay que sumar también la acusación de Martín Urionagüena, empresario, presidente del Parque Industrial de Tigre y representante de Milei en el municipio. Él declaró en Clarín: “El jueves pasado, dos días antes del cierre de listas, Malena Galmarini me pidió que la visite en su oficina de AySA. Estuvimos casi dos horas. Me dijo que debía hacer varios cambios en la lista de Milei. Yo no entendía nada. ¿Ella es precandidata a intendenta por el kirchnerismo y va a cambiar la lista de Milei?”.
Claramente la frase “el muerto se asusta del degollado” aplica para lo que ocurre en la fuerza conservadora. Urionagüena o Blumberg no son personajes que desconozcan estos manejos, más bien, uno como empresario y otro como figura de espacios reaccionarios conocen estas roscas políticas de los liberfachos. En el caso específico de las transas con el sector de Massa, según indican diferentes analistas, se entiende por una especulación del actual ministro y candidato a presidente. Al quedar algo debilitado en el armado del cuerpo de diputados nacionales en Unión por la Patria -ante una eventual victoria- el tigrense, colocando nombres en la lista de Milei, se juega a sumar diputados por esa vía y adelantarse una presunta gobernabilidad en esa cámara del Congreso.
Las roscas electorales de la casta no excluyen, como era obvio, el armado de Milei, quien en las últimas horas ante estas denuncias salió a responder por Twitter. Allí expresó: “Delirio argentino. ¿Quieren hablar de financiamiento? ¿Cómo se financian los demás? ¿Cómo se financia Larreta? ¿Cómo se financia Bullrich? ¿Cómo se financia Massa? ¿De dónde sacan la plata? ¿Cuánto gastan?”. Y sumó: “Han naturalizado que te roben lo que pagas de impuestos para hacer sus campañas y cuestionan a los que se financian con el esfuerzo propio. Ladrones persiguiendo a honestos. Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”. El esfuerzo propio, parece, es vender y mezclarse con personajes del peronismo y de Juntos por el Cambio que tanto dice combatir.
Queda expuesto, ante esto, lo obvio. Las transas de los partidos capitalistas que, más allá de alguna diferencia en los modos de aplicar el futuro ajuste que militan en campaña, arreglan para cumplir con esa estrategia mandatada por el FMI.
Ante la verdadera casta política, sólo la izquierda organizada en el FIT-Unidad es una alternativa real. Para terminar con los privilegios y las ataduras con los intereses empresariales y de organismos de créditos, y, de una vez por todas, gobernar para los intereses de las mayorías sociales.
Estos cambios y tareas son lo que impulsamos desde el MST, conjuntamente con el PO, en la lista Unidad de Luchadores y la izquierda.