Milei prepara un “verano de reformas”. Presupuesto ajustado, flexibilización laboral y reforma impositiva para empresarios

Foto de portada. Alejandro Wall

El Gobierno definió su agenda para las sesiones extraordinarias del Congreso: buscará aprobar el Presupuesto 2026 junto con una reforma laboral y otra impositiva. Con el impulso del resultado electoral, Javier Milei apuesta a profundizar el ajuste y avanzar con cambios estructurales que prometen tensar la relación con sindicatos, gobernadores y la oposición.

Anticipo de ajuste

Con un nuevo mapa político tras las elecciones legislativas, el gobierno de Javier Milei prepara un paquete de proyectos para las sesiones extraordinarias que se convocarán después del 10 de diciembre. En el centro de la agenda estarán el Presupuesto 2026, una reforma laboral y una reforma impositiva, tres iniciativas que marcan el rumbo del oficialismo hacia un modelo de mayor desregulación y menor presencia estatal.

El Presupuesto 2026, que se dictamina en comisión, es la piedra angular del plan económico. La nueva “ley de leyes” consolidará la política de ajuste fiscal iniciada este año, con recortes en partidas sociales y una mayor transferencia de recursos al sector privado. Su aprobación servirá como test político para medir la capacidad de Milei de imponer su hoja de ruta en un Congreso donde, si bien creció su representación, sigue sin mayoría propia.

Pero el plato fuerte de las extraordinarias será la reforma laboral, que el Ejecutivo presentará como una “modernización” del mercado de trabajo, aunque sus principales puntos apuntan a flexibilizar derechos conquistados, como negociación por empresa, ampliación de jornadas, banco de horas y menores indemnizaciones.

Junto a esto, el Gobierno avanza con una reforma impositiva que promete simplificar el sistema y reducir la carga tributaria para el sector empresarial, en línea con el discurso de “aliviar la presión fiscal” sobre la producción. Detrás de esa consigna, sin embargo, se esconde una transferencia de recursos desde el Estado hacia los grandes contribuyentes, lo que podría agravar la situación fiscal de las provincias y reducir la capacidad del Estado para financiar políticas públicas.

Mientras el oficialismo busca acuerdos con gobernadores, PRO, sectores de la UCR y algunas complicidades del PJ, Milei apuesta a aprovechar su renovado impulso electoral para acelerar los cambios estructurales. La convocatoria a extraordinarias será también una prueba de fuego para la gobernabilidad del nuevo Congreso y una señal política de que el Presidente no piensa moderar su programa.

Con reformas que pueden reconfigurar derechos laborales y la estructura tributaria del país, el verano argentino se perfila como un campo de disputa entre el proyecto libertario del Gobierno y los sectores sociales y políticos que resisten su avance. Es imprescindible colocar en el centro la movilización construida desde abajo, uniendo y coordinando los procesos de lucha, y a la vez, denunciando el rol traidor de las burocracias, como forma de derrotar esta nueva avanzada de Milei.

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