jueves, 21 noviembre 2024 - 03:58

Milei ladra contra los zurdos. Señal que cabalgamos

En una reciente entrevista con su pareja, Yuyito González, el presidente al referirse a la izquierda lo mencionó como “una enfermedad del alma” y que “son minusválidos en el aspecto que mires”.

En la mira

Milei, como nos tiene acostumbrados, hizo gala de su violencia, esta vez dirigida hacia la izquierda. La entrevista fue para el programa Empezar el día que conduce Yuyito González. Allí el presidente exclamó: “En algún momento creí que ser de izquierda implicaba algún tipo de… que era un problema mental… algún tipo de traba que no les permite ni siquiera ver los números… yo lo que descubrí es que ser de izquierda es una enfermedad del alma…”.

El máximo mandatario argentino, no contento con ser economista, ahora le robó el trabajo a su hermana Karina y también es espiritista. De esa manera diagnóstica el estado del alma. Incluso le otorga atributos, en este caso una enfermedad.

Paradójicamente, quien se refiere a “no ver los números” es la misma persona que no se cansa de repetir que Argentina en diciembre tenía una inflación del 17.000%. En la propia entrevista se notó su disgusto por la verdad y el fanatismo por el relato, ya que al hablar de la marcha federal educativa que llevó a millones a las calles, dio unos supuestos números trazados por Bullrich, que estaban muy lejos de lo que se expresó en las movilizaciones de la Capital.

Podríamos poner en cuestionamiento muchos otros números y datos que el presidente tergiversa para fundamentar, por ejemplo, que en 1880 Argentina era potencia o que hoy la economía goza de buena salud. Capaz como espiritista no solo ve un perro de más, sino que los números le dicen cosas que el resto no podemos apreciar.

Las paradojas no terminan ahí. Milei también afirma no saber si “los zurdos odian más el agua o los números, o sea, no se si odian más bañarse que los números”. Que ironía que trate de sucios a los “zurdos” la misma persona que no se cambió la campera de cuero ni un solo día de campaña. Y que tiene bastante suciedad de origen en sus cuentas personales, que de repente crecieron según su propia declaración jurada un 500% en solo un año.

Con respecto, al repudio espontáneo a Fran Fijap, libertario provocador que inmortalizó una corrida a lo Forest Gump en el Congreso, Milei responde: “Muestra la basura que es la izquierda en todos lados, que son unos cobardes, que son unos minusválidos en el aspecto que mires…”.

Aquí ya Milei abandona su rol de espiritista y en cambio se muestra como elemento del prehistórico recientemente descongelado, que utiliza términos como “minusválidos” y “enfermedad mental” para agredir.

Además acusa de cobardía a la izquierda quien manda constantemente a reprimir a jubilados, estudiantes, trabajadores, mujeres e incluso ha reprimido niños para luego hacer una campaña de fake news y pretender esconder semejante brutalidad.

El presidente en sus impresentables declaraciones continúa: “La izquierda se construye sobre la base de la envidia, el resentimiento, el trato desigual ante la ley y la violencia”. Lejos del individualismo al que sí responde Milei, la izquierda construye en base a solidaridad y lo colectivo para luchar por un mundo que nos integre a todos. Quien realmente profesa la desigualdad como religión es el presidente, que desde que llegó no paró de hacer crecer la brecha entre pobres y ricos.

Ladran, Sancho…

Si Milei tiene que usar el tiempo de una entrevista importante en atacar a la izquierda es porque somos quienes desde el primer día de su gobierno, nos pusimos en primera línea en la lucha contra el plan motosierra. Desde la primera marcha contra el protocolo represivo el pasado 20 de diciembre, hasta hoy en cada lucha, las banderas rojas se hacen notar.

No es casualidad que hace tan solo unas semanas haya trascendido del entorno de Milei su preocupación debido a que “los troskos quieren voltear al gobierno”, señal que cabalgamos y el ruido se hace oír en la Rosada. Y desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad seguiremos impulsando cada pelea contar este gobierno.

Milei se tiene que ir, no porque lo digamos los trotskos, sino porque cada minuto de su gobierno es un cóctel de ajuste, cercenamiento de libertades y ataque a derechos sociales y democráticos, algo que ya no se puede soportar.

A fuerza de coherencia, los trotskos, zurdos, enfermos del alma, o como nos deseen llamar, nos hemos ganado un lugar en el escenario político del país. Hay que aprovechar ese espacio para fortalecer una herramienta política alternativa a todos los que ya nos han gobernado. Un punto de partida muy valioso es el Frente de Izquierda, que debería avanzar en convertirse en una opción que realmente quiera disputar el poder político en este país, y que en ese sentido construya mecanismos que puedan convocar y albergar a millones de decepcionados con los partidos tradicionales, sobre la base de su programa anticapitalista y socialista.

Si actualmente tantos problemas y enojos le generamos a Milei quienes tenemos la sangre roja, el “alma enferma” y el corazón a la izquierda, imaginate cómo se pondría él y todo el poder político si nuestro frente se transformara en una fuerza todavía muy superior. Esa tarea pendiente hay que desarrollar. Para disgusto del liberfacho y para millones de trabajadores y jóvenes que necesitan a la izquierda cada vez más fuerte.

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