El show del presidente por las calles de la ciudad estadounidense tenía como plato fuerte la disertación en la 79° Asamblea General de las Naciones Unidas.
Habla la serpiente liberal
Ante la falta de resultados del proyecto económico liberal en nuestro país, el presidente se ve en la necesidad de mostrar el impacto internacional del fenómeno liberal. En consecuencia, se paseó por las calles de Nueva York, visitó la Bolsa de Valores, se reunió con Elon Musk y dio un discurso con la óptica de la intervención en el Foro de Davos.
El mandatario argentino comenzó: “No vengo acá a decirle al mundo lo que tiene que hacer, vengo aquí a decirle al mundo, por un lado, lo que va a ocurrir si las Naciones Unidas continúan promoviendo las políticas colectivistas que vienen promoviendo bajo el mandato de la Agenda 2030, y por el otro, cuáles son los valores que la nueva Argentina defiende”. ¿Se referirá a los valores que impone en nuestro país y que son la causa de la caída de su imagen?
Su principal enemigo se esboza en el Estado y el fantasma del colectivismo. También se refirió al propio rumbo de la Organización de las Naciones Unidas, sostuvo que “en algún momento, y como suele ocurrir con la mayoría de las estructuras burocráticas que los hombres creamos, esta organización dejó de velar por los principios esbozados en su declaración fundante y comenzó a mutar”.
Milei afirmó que “una organización que había sido pensada esencialmente como un escudo para defender el reino de los hombres se transformó en un Leviatán de múltiples tentáculos que pretende decidir, no solo qué debe hacer cada Estado-nación; sino también cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo”.
El presidente argentino posa de defensor de las libertades ante la ONU, pero en los hechos lleva adelante un gobierno cada vez más autoritario. Mientras se llena la boca hablando de la reducción del gasto público, pone millones en las fuerzas represivas y los servicios de investigación. Una contradicción andante.
El debate que se está discutiendo en la ONU, tiene que ver con un maquillaje en nombre de la sostenibilidad. Bajo esas ideas surge el capitalismo verde y todas las acepciones vinculadas. En ese sentido, ya existe la famosa agenda 2030 y se debate para profundizarlo, el Pacto por el futuro.
Milei responde a este debate, planteando que “lo que se está discutiendo esta semana aquí, en Nueva York, en ‘la cumbre del futuro’, no es otra cosa que la profundización de ese rumbo trágico que esta institución ha adoptado”.
El presidente responde a los sectores del capital, que ni siquiera quieren el maquillaje que plantea la ONU. Es por eso por lo que niega el calentamiento global y la desigualdad de género.
El mandatario argentino, cerro su discurso afirmando que: “Queremos expresar oficialmente nuestro disenso sobre el ‘Pacto del futuro’ firmado el día domingo, e invitamos a todas las naciones del mundo libre a que nos acompañen, no solo en el disenso de este pacto, sino en la creación de una nueva agenda para esta noble institución: la agenda de la libertad”.
Críticas a la ONU
No solo opinó sobre el pacto por futuro, sino que criticó a la entidad internacional sobre distintos aspectos. Juzgó fuertemente las cuarentenas que se realizaron durante la pandemia, sosteniendo: “Una organización que nació para defender los derechos del hombre, ha sido una de las principales propulsoras de la violación sistemática de la libertad, como por ejemplo con las cuarentenas a nivel global durante el año 2020″.Recordemos que el presidente participaba en marchas antivacunas, cortando la calle en plena pandemia, mientras hoy impone un protocolo ridículo que ataca el derecho a la protesta.
También defendió al sionismo, que está llevando adelante el genocidio del pueblo palestino, y al cual esta alineado nuestro presidente: “En esta misma casa, sistemáticamente, se ha votado en contra del Estado de Israel, que es el único país de medio oriente que defiende la democracia liberal”.
La agenda de la libertad
Milei tiene razón al describir a la ONU como “una organización impotente en brindar soluciones a los verdaderos conflictos globales”. En la realidad, ese organismo solo presentó maquillaje a los males del capitalismo, por ende, no trajo ninguna solución a los problemas sociales.
Pero entonces, ¿la agenda de la libertad va a traer esas soluciones? Lo que ha mostrado la tesis liberal es que, sobre los problemas existentes, los profundiza.
En el caso de Argentina, los resultados de la agenda de la libertad fueron el aumento de la pobreza y la indigencia, principalmente en sectores vulnerables, como lo son los jubilados. También cayó la industria, la construcción y el consumo, se perdieron más de 200 mil puestos de trabajo formales. En paralelo, se empeña nuestro oro y se regalan nuestros bienes comunes a través del RIGI. No obstante, la economía durante el primer presidente economista del país, cae un 3,4%. Un desastre desde todos los aspectos.
Por eso en nuestro país, más que la profundización de la agenda liberal, precisamos la mayor unidad en las calles para enfrentarla, y para la misma, fuertes planes de lucha que salgan de la lógica de estancamiento que le imprime la agenda legislativa.
Asimismo, no hay salida de los problemas sociales sin ir a la raíz de donde se producen, la única manera de combatirlos y construir un mundo donde todos vivamos mejor es enfrentando a todas las variantes del capitalismo, que con distintos tintes han contribuido a las problemáticas que afectan hoy al pueblo trabajador.
No hay “mal menor”, que no engendre uno “mayor”. Y eso vivimos con la aparición de Milei, y son las expresiones que viene mostrando el sistema. La salida es anticapitalista y en clave socialista. Para eso construimos herramientas políticas y organizaciones revolucionarias que puedan cumplir ese rol, en Argentina y en todo el mundo.
Además, impulsamos alternativas unitarias con propuestas programáticas de fondo, en el caso de nuestro país tenemos al Frente de Izquierda que es una conquista, y creemos que sobre esa base tenemos que avanzar en convocar y organizar a miles de trabajadores y jóvenes, para la estrategia de pelear realmente por un gobierno de las y los trabajadores.