lunes, 25 noviembre 2024 - 02:36

Milei en cadena nacional. Una farsa insólita para ocultar la pobreza creciente y negar la realidad

Esta noche el presidente Javier Milei habló por cadena nacional, no en vivo, a través de una grabación realizada esta tarde acompañado por el ministro de Economía Luis Caputo, por presidente del Banco Central Santiago Bausili y su vice Vladimir Werning, y por el secretario de Finanzas Pablo Quirno.

Evidentemente el malestar social creciente por la crisis económica que no cesa y empeora, combinado con la inminencia de una enorme movilización en defensa de la educación pública, motivaron al presidente de ultraderecha a intentar dar un mensaje buscando confundir a una franja de la población, sostener el apoyo de su base social y ganar tiempo en medio de una resistencia social que va creciendo.

Un bienestar económico que solo ve él, sus funcionarios y cuatro vivos

Milei arrancó intentando dialogar con una parte de la población diciendo que entiende lo difícil de la situación, pero sosteniendo que “ya recorrimos la mitad del camino”, pretendiendo dar así una idea de que vamos bien.

Seguidamente anunció un superávit fiscal del 0,2% y según sus palabras, un avance financiero de más de 275 mil millones de pesos, un supuesto avance como nunca hubo desde inicio el 2008. El haber logrado esto lo consideró “la piedra angular para la prosperidad argentina”. Lo que no dijo, es que esos números discutibles y fríos de la economía, son en realidad la foto de un momento donde se achicaron gastos a costa directamente de no pagar cuestiones esenciales del funcionamiento social. No es ningún mérito achicar déficit a costa de robarle una parte del salario a los jubilados, de achicar partidas de salud, educación y asistencia social, de frenar la tan necesaria obra pública. Eso sencillamente es un ajuste brutal e inhumano contra las mayorías.

A la vez, buscando explicar su plan y mostrarse con algún horizonte, dijo que “asumimos y nos enfocamos en dos males: el déficit fiscal alentado por la emisión monetaria y la inflación, el otro mal era el gradualismo”. Por eso avanzamos con el plan de shock más ambicioso de nuestra historia. En un salto en la hipocresía presidencial, Milei definió a la situación económica como una “hazaña”. La realidad, es que la única hazaña es la que intentan millones de familias trabajadoras para llegar a fin de mes.

Milei, para victimizarse, también volvió sobre la pesada herencia, sabiendo que es real el desastre provocado por los gobiernos anteriores, pero utiliza esa realidad como justificación para el desastre que él provoca. Ya que han pasado cinco meses de su gobierno y la situación económica y social lejos de ir mejorando, empeora sobre las espaldas de los que menos tienen. Como parte de buscar la responsabilidad hacia atrás, repasó la enorme deuda del país, sin decir que su gobierno está buscando nuevos préstamos y nuevos endeudamientos con el FMI, quien a su vez le reclama para eso mayor devaluación.

Paralelamente, el presidente volvió a mentir sobre cifras de una supuesta inflación de 15.000% anual que dice haber evitado, en un grado ya de ciencia ficción económica increíble. La inflación se está desplomando, definió muy por fuera de la realidad, mientras hoy se anunciaron nuevos aumentos del transporte, que sumados a aumentos anteriores y a otros por venir, mantendrán la inflación como un flagelo, más allá de si está un par de puntos más arriba o más abajo.

Nuestro plan está funcionando”, insistió, es un “milagro económico” agregó, sin siquiera ponerse colorado. Eso mismo puede decir con toda razón un jubilado o jubilada: porque solo un milagro puede pagar el precio de los remedios, de los alimentos, de un alquiler, a esta altura impagable para nuestras y nuestros viejos y para cualquier familia trabajadora.

Mentiras que matan

A la hora de las fábulas, la definición de que el ajuste no recae sobre la población, se ganó todos los premios. “No pagan justos por pecadores”, dijo el mismo presidente que cada mes envía nuevos millones de personas a la pobreza e indigencia y que deja un tendal de nuevos despedidos y comercios cerrados.

En el límite de la hipocresía habló de un aumento de ayuda a los comedores, los mismos comedores populares que no reciben ni un paquete de harina hace cinco meses. Un gobierno que literalmente mata de hambre a los que menos tienen, te quiere vender por cadena nacional que está enviando más alimentos y ayuda social.

Habló además de obras de infraestructuras impulsadas por el sector privado, obras que no existen en ningún lado, mientras el freno a la obra publica estatal deja miles de personas sin trabajo y frena la rueda económica del país.

Para sacar a los argentinos de la pobreza hace falta crecimiento económico argumentó. Pero el país bajo su mando, está yendo de una creciente recesión a una posible depresión mayor. No solo no sale nadie de la pobreza en este contexto de ajuste brutal y represión con protocolo antipiquete, sino que por el contrario están liquidando a la clase media que pierde sus ahorros en gastos mensuales impagables y enviando a miles de familias trabajadoras al desempleo a la pobreza extrema.

La casta de fiesta

Los políticos gastaban mucho porque eran los que recibían, dijo el mismo presidente que acaba de ascender a su hermana garantizándole así un sueldo muy mayor y quien le acaba de aumentar a 5 millones el sueldo a su impresentable vocero presidencial, mientras sus senadores y los de otros bloques, ni lerdos ni perezosos se aumentaron también varios millones. Esa es la verdadera cara del país: la clase trabajadora y los sectores medios sufriendo ajuste, los funcionarios de gobierno y toda la casta van de aumento en aumento.

Sobre el final de su mensaje, Milei terminó felicitando a su equipo económico comenzando por el indeseable ministro de Economía Caputo, a quien llamo “patriota”. Un detestable personaje que solo es patriota del sistema financiero, de las grandes corporaciones y de los EEUU y el FMI.

A las calles a terminar con esto

El discurso de hoy es directamente una provocación a los millones que están sufriendo el plan en curso. No se aguanta un día más un personaje tan siniestro y un plan económico y político tan reaccionario. Milei trató hoy, con palabras vacías, contener a los suyos y frenar nuevas protestas. No lo logrará. Habían pasado algunos minutos de su discurso y ya sonaban algunos cacerolazos. Que son tan solo el anticipo, la previa, de la multitudinaria movilización federal, que este martes llegará Plaza de Mayo. Movilización que discursos como este solo logra hacer crecer desde abajo.

En el país hace falta que tras la Marcha Federal se convoquen progresivamente nuevas medidas de lucha. No alcanza para nada con ese paro lejano y sin movilización que la CGT convocó recién para el 9 de mayo. Hace falta un plan de lucha progresivo, con medidas escalonadas, que rodee de apoyo cada lucha, las unifique y vaya creciendo hasta poner a millones de trabajadores y jóvenes en la calle. Hay fuerza social para derrotar a este farsante ultraderechista y a todos sus cómplices. Hay que movilizar al Congreso para tirar el DNU, movilizarse para que no voten una nueva ley contra el pueblo, movilizarse para romper el cepo al salario y para que entreguen alimentos a los comedores.

Y hay que dejar de lado todas las variantes políticas que con su fracaso recurrente, nos trajeron hasta Milei. Solo desde la izquierda se puede construir una nueva alternativa. Partiendo del Frente de Izquierda Unidad y su programa convocando a miles de decepcionados, trabajadores y jóvenes que están luchando en la calle. Fortalezcamos ese camino.   

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