El presidente argentino habló en el CCK para la apertura del III Encuentro Regional del Foro Madrid-río de la Plata, organizado por Santiago Abascal, líder de VOX. En su discurso inaugural, Milei expresó el conjunto de enunciados ultraderechistas que suele repetir.
El discurso y sus fantasmas
El primer fantasma con el que compite Milei es con la relevancia de su figura. Contra quienes lo rebajaban como un fenómeno barrial, el presidente infla el pecho y sostiene: “no sólo estoy poniendo a la Argentina al tope mundial, siendo uno de los dos políticos más conocidos del mundo junto a Donald Trump; sino que, además, estoy haciendo el mejor gobierno de la historia del país”.
El presidente se autopercibe como uno de los dos políticos más importantes del mundo (siempre respetando al amo del norte), pero si realmente fuera así, no haría falta ni que lo mencione. Además, se postula como el mejor gobierno de la historia del país, nada cercano a la realidad. Por ahora, es uno que destruye la industria y la construcción, genera recesión y hunde el consumo.
Por otro lado, tiene que subir al ring al fantasma que le permitió llegar hasta donde llegó. Es de esa forma que señala en cada uno de sus discursos al Estado, en este caso, utilizando el concepto del “partido del Estado”.
Además, sostiene un parteaguas social entre “pagadores de impuestos y consumidores de impuestos”, sosteniendo que “entre los consumidores de impuestos se encuentran, obviamente, las ratas del poder que, en vez de ver la política como vocación de servicio, ven una caja a la que parasitar de por vida y un medio para enquistar a su familia en el Estado, como si fuera un título nobiliario”.
Y no solo ellos, “el partido del Estado no se agota en los políticos y en los contratistas”. “También son los empresarios prebendarios; los periodistas y los medios de comunicación -que hoy son un servicio de propaganda en venta al mejor postor-; los sindicalistas que entregan a los trabajadores a cambio de prebendas; los gerentes de la pobreza que administran asistencia social de los más vulnerables”, remarcó el presidente.
Si tomáramos seriamente sus definiciones, ¿dónde colocaríamos al economista libertario y sus funcionarios de gobierno? La mayoría de su gabinete vienen con varias experiencias fracasadas en la política, siendo parte del plantel de la casta hace bastantes años.
Hay que tener cara para dar semejante declaración a días de que el senador libertario, Bartolomé Abdala, admitiera que tenia “más de 15 asesores” y que la mayoría estaba trabajando en su futura candidatura a gobernador de San Luis.
El mismo presidente que gastó 2300 millones de pesos de las arcas públicas en viajes al exterior, en su mayoría para recibir premios de carácter personal. Y todo eso salió de nuestros impuestos.
Del mismo modo podríamos preguntarnos por Marcos Galperin, ¿qué sería el sino un empresario amigo del poder? Quien se la pasa hablando del libre mercado, pero le pide ayuda al estado por que le preocupa la competencia de mercado pago con los bancos y su billetera virtual, Modo.
Pero para Milei, los verdaderos representantes del partido de la casta son “los supuestos científicos e intelectuales, que creen que tener una titulación académica los vuelve seres superiores, y, por ende, todos debemos subsidiarles la vocación”. Se ve que al presidente le molesta que haya otros a quienes les den premios reales y no inventados.
Para llenar el cartón involucró al arte, declarando que: “También podemos hablar de los artistas amigos del régimen“, quienes “reciben cuantiosas sumas de dinero para ir a dar recitales para 30 personas y sacarse fotos con el intendente y el gobernador”.
Capaz se olvida que, aunque lo niegue, tiene gente como el Dipy trabajando en Capital Humano. Quizás no entra en aquella categoría porque no lo considera “artista”.
El tercer fantasma es el del capitalismo perfecto, al igual que en Davos, el presidente declaró: “durante 250 años, el capitalismo de libre mercado hizo milagros en el mundo, generando una explosión de riqueza tan dramática, que sacó de la pobreza al 90% de la población”.
El capitalismo cumplió una fase histórica reemplazando sistemas feudales, pero desde aquel momento a hoy, hay un abismo de diferencia. Principalmente, porque como sistema entró en crisis y su aporte al desarrollo humano se vio cada vez mas restringido por la ganancia privada. Ya desde principios del siglo XX, este sistema genera cíclicamente nuevas crisis, guerras y en consecuencia revoluciones.
Sin embargo, el tampoco cumple con las definiciones que aporta, habla de sacar al 90% de la población de la pobreza, cuando durante su gestión ese numero solo se ha multiplicado. Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, en el primer semestre la pobreza llegó al 52%. ¿Milei es un mal capitalista entonces?
Además, realizó guiños hacia su agenda de derecha, hacia la presentación del presupuesto 2025 se refirió: “Cuando discutamos el presupuesto ellos van a hacer lo imposible para que no salga porque es un Presupuesto liberal y austero que significa el fin de miles de curros“. ¿Será liberal y austero con sus gastos personales o solo habla de austeridad cuando ajusta a otros?
Por otro lado, en el medio del debate por la repudiable visita que hicieron sus diputados a los genocidas, él menciona: “si Argentina hubiera hecho las cosas como un país mediocre deberían haber muerto por el COVID 30 mil personas. 30 mil de verdad“.
Antes de terminar su oda al liberalismo, Milei dejó un mensaje dirigido a la interna libertaria, donde afirmó: “no hay lugar para ambiciones personales”.
Ninguno de los elementos que menciona en el discurso es sorpresivo, su proyecto de gobierno ataca a la cultura, el arte, la ciencia, la educación, la salud, los trabajadores y los sectores populares. Y como lo reconoció, no es una situación que vaya a modificarse, el próximo presupuesto lo presentara con mayor austeridad para los de abajo y mayores libertades para los de arriba.
Ante esta situación insostenible, hay que movilizarse con la mayor unidad contra todo el plan económico y político de Milei, la lucha es ahora.