Este lunes Javier Milei recibió al exministro británico Boris Johnson, hecho inédito en la historia de nuestro país.
Encuentro de truhanes
El admirador de Thatcher recibió al exministro británico que vino a Sudamérica para presentar su libro, Unleashed. Para llenar el cartón, el mandatario argentino junto a Johnson salieron al balcón de la Rosada a saludar una vacía Plaza de Mayo.
Un nuevo acto de cipayismo y entrega, al recibir a un pirata que ha planteado “defender por la fuerza” la ocupación que hacen sobre las Islas Malvinas. La soberanía no sería una característica que describa al gobierno de Milei.
Además, Boris Johnson dejó de ser ministro en su país luego de escándalos de todo tipo. El máximo mandatario, ocupó el cargo durante el brexit como así también en el periodo de pandemia. A la mala gestión de la misma se le suma el descubrimiento de imágenes que involucraban a Boris Johnson y sus funcionarios en fiestas mientras ocurría la pandemia, hecho denominado “partygate”.
Asimismo, en términos económicos generó una inflación desmedida para las costumbres de tal país y las denuncias de escándalos sexuales de sus funcionarios terminaron de eyectarlo del cargo y del liderazgo del partido conservador.
Desde la Rosada afirman que “hubo química entre ambos”. El argentino le pidió al inglés si podría organizar un encuentro para conocer a Mick Jagger.
El libro que Johnson le llevó a Milei despertó cierta polémica, ya que en el mismo confiesa arrepentirse por las disculpas dadas tras conocerse el “partygate” y también menciona haber pensado una incursión acuática a Países Bajos para robarle vacunas para el Covid19, soluciones que solo se le pueden ocurrir a un pirata.
El encuentro, aunque inédito, no sorprende. Toda la lógica del gobierno de Milei es de sumisión y entrega al imperialismo, con gestos como este o de forma institucionalizada con el RIGI. De ambas maneras demuestra el nulo interés que tiene en la soberanía de nuestro territorio.