viernes, 26 julio 2024 - 21:53

Milei. Cada día más casta

Las poses son historia, y el timón del barco de la libertad (no) avanza y lo tomo Guillermo Francos, un conocido de la política tradicional, que sobre el presidente dijo que “no entiende la política”. Mientras Milei se jacta en entrevistas posteriores de que el camaleónico Francos es el mejor para el cargo, el rumbo libertario ve cada vez mas hermanos de la fraternidad de la casta copando sus filas.

El negociador Francos logro en el Congreso una de cal y otra de arena, pudo llevarse un trabajoso dictamen de comisión para el tratado de la Ley Bases en el Senado, dictamen que, dicho de paso, aun no garantiza los votos para sacar una ley que en el mejor de los casos volverá a diputados al tener cambios en su contenido. Por otro lado, no pudo articular nada útil para evitar la paliza que recibió cuando diputados voto por dos tercios de la Cámara la media sanción de una nueva fórmula jubilatoria, que más allá de ser muy limitada y no cambiar nada de fondo, le da un nuevo golpe político al gobierno de Milei, que declaro “defenderé la caja a veto puro si es necesario”.

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Francos no es el único en atravesar el impresentable fenómeno Scioli, de pasar de ser funcionario del gobierno anterior a convertirse en soldados de primera fila del gobierno de Milei. Leila Gianni es otra de las conversas, paso de trabajar bajo la órbita de Juan Cabandie en el Ministerio de Ambiente a ganarse un lugar en el Ministerio de Capital Inhumano y salir a poner la cara públicamente explicando porque dejan que la comida se pudra en galpones antes de entregarla a los comedores. El premio a la cara de piedra se lo gana con todos los honores.

Y no es una cuestión de nombres solamente, que los hay y en variedad, aparte del factor económico, lo que está profundizando la crisis actual que atraviesa el gobierno son los manejos de casta que juramentaron erradicar en nombre de un estado eficiente y el verso de Milei.

La sacrosanta eficiencia por la que pulula el discurso del liberalismo se contrasta con la gran ineficiencia y métodos de casta que demostró el gobierno en estos 6 meses de gobierno. Podemos mencionar la cantidad de vuelos y viajes que pago el presidente con la nuestra, para adivinen que: no lograr ninguna inyección de capitales que dice fue a buscar. También la pésima gestión energética que se tradujo en pagar a un elevado precio gas importado del Brasil y se evidencia todavía más con el escándalo de los casi 6 millones de kilos de alimento que tenían escondido en los galpones de Villa Martelli y Tafí Viejo, en una mezcla de ineficiencia, insensibilidad y crueldad.

La demagogia del no hay plata y la ideología que profesan festejando despidos, desregulaciones y el hambre en pos del déficit 0, se traslada en esta pésima gestión que sube todos los índices de pobreza e indigencia mientras lentamente, el gobierno se desgasta y va perdiendo apoyo social. A su vez poco tiene que ver con el déficit 0 los aumentos de sueldos que se dan los funcionarios y que en el caso de la cámara de diputados lo valida el propio Martin Menem (el ¡y si! Mas grande de la historia). Tampoco el permitirles a los grandes empresarios y corporaciones evadir impuestos y sacar sin control alguno fortunas afuera del país. Y mucho menos los casos de corrupción que están empezando a salir a la luz con sobresueldos y ñoquis al amparo de funcionarios libertarios, una corrupción estructural, ahora en modo de casta libertaria, que acompaña la política ajuste.

Pettovello “La espada contra la corrupción” según el presidente y la ministra de casi todo, ya cambio los nombres de sus funcionarios próximos varias veces, uno de los últimos casos se da con el despido y la denuncia a la Oficina Anticorrupción (OA) de Pablo De La Torre. Se denuncia al ex Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia por desviar fondos a ñoquis a través de convenios truchos con la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI). A sorpresa de nadie la firma de Sandra Pettovello se encuentra estampada en dichos convenios, incluso algunos de esos convenios exceden el monto de dinero que podía autorizar la ministra, si se indagase más, posiblemente se encuentre más mugre bajo la alfombra. Es tal la magnitud de la crisis que atraviesa por estos momentos capital humano, que propios medios oficialistas hablan de una posible renuncia. Obvio que desde todas las partes del gobierno intentan aplacar esto, porque la repercusión que podría causar agudizaría el marco de crisis general.

En fin, rasguñando los 6 meses de gobierno la praxis liberal tiene más condimentos de “los mismos de siempre” que de revolución cultural. La profundización del programa burgués de flexibilización laboral y quita de derechos encontró un emisario para que apriete el acelerador y ponga quinta, aunque aún no está garantizado que él pueda cumplirles el sueño a los dueños de la riqueza. La lucha popular en un escenario de polarización social es un componente que puede volver en pesadillas las consecuencias de la motosierra y la licuadora.

En virtud de esto la movilización al Congreso cuando el Senado trate la Ley Bases toma relevancia, y necesita ser lo más amplia y masiva que se puede acompañada por un gran paro nacional que se hace imprescindible. La presión popular contra la nefasta ley puede ser un nuevo capitulo de desequilibrio para Milei.

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