En un contexto marcado por la creciente preocupación internacional por la situación en Gaza, el MST de la zona oeste del conurbano ha llevado a cabo una serie de actividades artísticas y culturales con el objetivo de sensibilizar y concientizar sobre el genocidio perpetrado por el Estado sionista de Israel contra el pueblo palestino. A los murales realizados en Moreno y Merlo se le sumó otra jornada de difusión y debate.
El evento tuvo lugar ayer en la Escuela N° 3 “Nuestra señora de la Merced” en Merlo, y contó con una charla y debate a cargo de Mariano Rosa. Durante la jornada se discutió la afirmación de que lo que ocurre en Medio Oriente, particularmente en Gaza, no puede ser calificado simplemente como una guerra; sino como un genocidio y etnocidio que se ha prolongado por más de 76 años.
La jornada también incluyó una muestra artística destacada por la obra de nuestro compañero Gus Calvet, quien presentó cuadros que buscan visibilizar el sufrimiento de las niñeces en Palestina y la lucha por la autodeterminación del pueblo palestino. En ellos utilizó acrílicos sobre madera y tela, así como paneles reciclados con técnicas de collage y esténcil, intentando transmitir un poderoso mensaje de resistencia.
Además, la activista Izur Pinto expuso su propia colección, en la que resalta símbolos icónicos del pueblo palestino, como la llave y los olivos, reflejando la identidad y la historia de una nación en lucha.
Este mes marca el primer aniversario de la intensificación del genocidio en Palestina, lo que sigue motivando más que nunca la solidaridad entre los pueblos y a continuar su lucha por una Palestina libre, única, laica y socialista. En su intervención, Mariano Rosa también hizo eco de la declaración de la LIS que condena la reciente agresión al Líbano y promueve una campaña humanitaria para ayudar a los desplazados y heridos en la región.
Cabe destacar que a poco de cumplirse un año del nuevo genocidio sionista que todavía continúa en Gaza, el Estado de Israel multiplica sus ataques contra la población civil del Líbano. El 17 de septiembre provocó la explosión simultánea de miles de beepers. El 18 hizo detonar laptops, walkie-talkies y otros dispositivos electrónicos. Y el 20 inició bombardeos con aviones caza norteamericanos F-35 en barrios populares de Beirut -la capital- y en toda la región sur del Líbano, en donde hay varios campamentos de refugiados palestinos.
A su ofensiva genocida sobre la Franja de Gaza, Cisjordania y sus operaciones militares en Siria, Yemen e Irán, el Estado sionista le suma ahora esta agresión sin precedentes, en lo que amenaza ser el inicio de una escalada bélica en todo Medio Oriente.
En todo el mundo la LIS (Liga Internacional Socialista) está llevando adelante una campaña urgente de recolección de fondos para contribuir a dicha tarea humanitaria en Líbano. Es por eso que ayer durante el evento se habilitó una urna para recolectar fondos en apoyo a la campaña de jóvenes libaneses de la agrupación “Para el pueblo”, que asisten a la población civil afectada por el conflicto.
La jornada no solo fue una expresión artística, sino también un llamado a la acción y a la reflexión sobre la situación crítica que enfrenta el pueblo palestino en la actualidad.
La importancia del arte como herramienta de visibilización
El arte ha sido históricamente un poderoso medio para expresar sufrimiento, resistencia y esperanza. En el contexto de la crisis en Medio Oriente, se convierte en un vehículo esencial para visibilizar el genocidio en Gaza y la lucha del pueblo palestino. A través de diversas formas artísticas, se logra traducir el dolor y la opresión en un lenguaje accesible que resuena en la conciencia colectiva.
Los murales que ya se realizaron en Moreno y Merlo demuestran cómo el arte puede servir para sensibilizar a la comunidad sobre realidades a menudo ignoradas. Las obras de Gus Calvet e Izur Pinto no solo son representaciones estéticas; sino también declaraciones políticas que invitan a la reflexión. Al incorporar símbolos del sufrimiento palestino, como la llave de la casa ancestral y los olivos, estos artistas conectan a los espectadores con una historia de despojo y resistencia.
El arte tiene la capacidad de evocar emociones y provocar reacciones, trascendiendo barreras lingüísticas y culturales. Las exposiciones y murales que realizamos desde el MST Moreno y Merlo, junto a las obras presentados en esta jornada, permiten que el sufrimiento de las niñeces en Gaza y la lucha por la autodeterminación se comuniquen de manera visceral, humanizando una crisis que, en ocasiones, puede parecer distante o abstracta.
Además, el arte fomenta el diálogo y la solidaridad. Al organizar espacios de discusión, como la charla de Mariano Rosa, se promueve una conversación en torno a la realidad palestina y se desafían narrativas simplistas que minimizan el conflicto. La participación activa de la comunidad, al involucrarse en estas actividades artísticas y culturales, fortalece el sentido de unidad y compromiso con la causa palestina.
Así, el arte no solo documenta la realidad, sino que también actúa como un medio de resistencia en sí mismo. En tiempos de censura y represión, la creatividad se convierte en un acto de desafío, un medio para afirmar la existencia y los derechos de un pueblo. La lucha del pueblo palestino por la autodeterminación se refleja en cada pincelada, en cada mural, convirtiendo la expresión artística en un poderoso grito de lucha por los pueblos oprimidos del mundo. Por una Palestina libre del río hasta el mar.
Natalia Verón, MST en el FIT Unidad – Moreno