En las últimas semanas se retomó el conflicto sobre el edificio de la emblemática escuela secundaria Nº 17 de Merlo. Provocando bronca y alarma, vecinos y sobre todo la comunidad educativa nos encontramos con un cartel de venta en su fachada. Ese cartel pertenece a la inmobiliaria del empresario y político de JxC, Pablo Cocuzza.
El conflicto por el edificio no es nuevo, viene de años en los que el litigio entre los herederos -la familia Landaburu- y el Estado que alquila la propiedad de Av. del Libertador 472 (desde 1960) fue desarrollándose sin poder llegar a una resolución. Incluso habiéndose sancionado en el año 2012 en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires la Ley 14.452 que declaraba al edificio de utilidad pública y sujeto a expropiación para la DGCyE.
Pero tanto el gobierno de Daniel Scioli como el de María Eugenia Vidal cajonearon la posibilidad de dar una respuesta favorable a las demandas de la comunidad, dejando vencer el plazo para efectuar la expropiación. Frente a esta situación, llegamos al cierre de las escuelas en el marco del distanciamiento social, preventivo y obligatorio del año 2020 y desde entonces la EES nº 17 no volvió a funcionar en el histórico edificio.
Se negó su continuidad para fines educativos de manera definitiva, se trasladó la administración y la cursada de los alumnos de 6to año a la escuela municipal de Artes y Oficios, en Chacabuco 1098. El resto de los estudiantes, que para ese momento se calculaban en alrededor de 1.000, tuvieron que transitar todo el ciclo 2021 en clases virtuales “por la falta de espacio”. Se cercenó en cierta forma su derecho a la educación, en esas condiciones las clases se hicieron imposibles de sostener para muchos estudiantes, pese a todo el trabajo y esfuerzo de los docentes para procurar la continuidad pedagógica.
Para el ciclo lectivo 2022 estudiantes, docentes, directivos, preceptores y auxiliares fueron trasladados al ex edificio de UPCN, en las calles Balbín y Junín. Esto implicó la segmentación de los alumnos secundarios en dos sedes distintas. Los próximos a egresar continuaron en la sede de calle Chacabuco, y tanto ellos como los trabajadores de la institución se encontraron con un edificio repleto de falencias, que por ejemplo llevaron a tener que impartir clases en pleno invierno sin calefacción, situación denunciada por los mismos alumnos en redes sociales.
Sin embargo esto no fue tomado sin resistencias. Durante el año pasado se realizaron diferentes procesos de movilización que citaron a toda la comunidad educativa. Diversas convocatorias de visibilización y festivales donde los estudiantes fueron protagonistas de esas jornadas. El cierre y eventual traslado no convencía a nadie, y era una exigencia al Estado la resolución de este problema. Pero la inacción por parte de las autoridades del tema a nivel provincial y municipal fue lo que predominó. Una omisión que habla a las claras de la decisión política de no responsabilizarse por una demanda tan imprescindible como lo es el derecho a la educación.
Curiosamente, en diciembre de 2020 el Concejo Deliberante de Merlo aprobó, con los votos del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, la Ordenanza 5.801 que establece la rezonificación del partido, lo que permite, entre otras cuestiones, la edificación de construcciones de hasta 25 metros (páginas 173 a 189 del Boletín Oficial Nº 59 – enero 2021). El edificio de Av. del Libertador cuenta con esas dimensiones (25m de frente por 50 de fondo). No es aventurado pensar que quien lo compre lo hará con una clara perspectiva de negocios. Una ordenanza que revaloriza el inmueble en términos meramente económicos, más aun cuando el empresario que lo pone en venta es el mismo que votó a favor, junto con el resto de su fuerza política y el oficialismo. El lobby empresarial no conoce grieta alguna entre estas fuerzas que solo persiguen negocios. Cabe que destacar que esta ordenanza solo fue rechazada por los concejales del Frente de Izquierda Unidad.
Por todos estos motivos hay que darle fuerza al reclamo en defensa del edificio histórico y simbólico. Seguiremos luchando hasta derrotar el intento de venta de la escuela, bajo la consigna Nuestra historia no tiene precio ni está a la venta. Llamamos a toda la comunidad a participar de las jornadas de visibilización que se realizan todos los miércoles a las 18 horas en el frente del edificio de la escuela 17.
Desde el MST seguiremos acompañando la lucha hasta ganar.
Matías Dotti. Docente, militante de Alternativa Docente y el MST