Este sábado el mandatario argentino intervino en la cumbre del bloque sudamericano realizada en Brasil. Actuando como fiel representante de los intereses del imperialismo.
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En una nueva demostración de su política exterior subordinada a los intereses de las potencias centrales, el presidente Javier Milei aprovechó su participación en la cumbre del Mercosur para atacar el funcionamiento del bloque, como traba de los acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y respaldar la estrategia de presión impulsada por Estados Unidos contra Venezuela.
Milei calificó al bloque como una “estructura burocrática” que limita el libre comercio. La crítica se inscribe en un contexto de rapiña imperialista donde buscan colocar a latinoamérica como un mercado abierto al capital extranjero, sin políticas de protección ni desarrollo industrial.
El presidente insistió además en avanzar con el tratado entre el Mercosur y la Unión Europea, un acuerdo que busca consolidar un modelo extractivista y reprimarizado. La eventual firma del pacto profundizaría la dependencia económica y debilitaría aún más a las industrias nacionales, especialmente en países con estructuras productivas frágiles como la Argentina.
En el plano geopolítico, Milei ratificó su alineamiento automático con Washington al apoyar las sanciones y presiones diplomáticas contra Venezuela. La postura del mandatario argentino revive una tradición de política exterior subordinada que América Latina ha padecido históricamente.
Las definiciones del jefe de Estado argentino refuerzan una orientación que combina ajuste interno, apertura económica sin regulaciones y abandono de la integración regional como proyecto estratégico. En ese esquema, el Mercosur, según la mirada oficial, solo es un obstáculo a remover en favor de los intereses del imperialismo.
Desde nuestro lado, no solo estamos en contra de cualquier forma de intercambio de Latinoamérica al servicio de las necesidades del imperialismo y de Trump, estando Milei al servicio de ello, sino que también estamos en contra del Mercosur en su estructura actual, que está hecha al servicio de la gran burguesía regional, principalmente brasileña y argentina.
Latinoamérica merece otro tipo de integración regional, que es la integración de los pueblos, con soberanía, sin corporaciones extractivas, sin dependencia y en base a un modelo que priorice las necesidades sociales y no la ganancia de unos pocos.

