El día de hoy, 9 de julio, con la más masiva marcha de la salud que se haya producido en la provincia en más de 20 años, el personal de la salud; docentes; judiciales; docentes universitarios junto a otros gremios y organizaciones sociales y políticas de izquierda inundaron las calles del centro mendocino para demostrar su rechazo a la vergonzosa oferta salarial del gobierno de Suarez. Fuimos más de 7.000 personas las que nos movilizamos para exigir un 45% de aumento efectivo y otros reclamos.
La mañana de este 9 de julio 2021 en nada se pareció a los desfiles de antaño, colmados de uniformes militares y autoridades gubernamentales. Hoy fueron los delantales blancos de residentes, médicos, enfermeros y otros profesionales de la salud los que junto a docentes y trabajadores de otros gremios inundaron las calles.
La bronca y masividad que se expresó hoy con todo empezó a gestarse hace más de una semana en la primera línea de los esenciales: los residentes. A ellos el gobierno no solo no les hizo ninguna propuesta salarial, ni les pagó el bono prometido al inicio de la pandemia para este año; sino que hasta se dio el lujo de bajarles hasta $ 7.000 del sueldo. Esto generó una justa reacción de indignación en los jóvenes médicos, quienes trabajan más de 80 horas semanales, siempre en la primera línea contra la pandemia y demás enfermedades. Rápidamente se eligieron delegados por hospital que empezaron a coordinar entre sí para evaluar qué medidas tomar.
Por su parte el gobierno, actuando como el bombero loco que apaga los incendios con nafta, había realizado una propuesta a los estatales que incluía el 7% para julio y 6% para octubre. Esto desató la bronca de todos los trabajadores; en especial en el personal de la salud, que al igual que el resto no había recibido aumento durante todo el 2020. Las asambleas de médicos, enfermeros, bioquímicos y resto del personal fueron masivas en los principales hospitales y centros de toda la provincia.
Surgió entonces la convocatoria, impulsada por las bases, para este 9 de julio. Las direcciones gremiales de AMPROS (profesionales de la salud) y de ATE fueron totalmente sorprendidas y desbordadas. ATE vergonzosamente salió la noche del 7 de julio con un video de su secretario general, Roberto Macho, a decir que el gobierno ya había otorgado en cuotas el 45% , dando a entender que aceptaría y por lo tanto levantaba la movilización. AMPROS por su parte, que la semana anterior había “confesado” que durante toda la pandemia apoyó y colaboró con el gobernador, tuvo que reacomodarse por la presión de la base profesional y mantuvo la convocatoria. También lo hicieron así correctamente, otros gremios como SUTE, Judiciales, SiTEA y sectores de estatales que no responden a Macho.
La mañana del 9 de julio
Sin saber ciertamente cuántos se movilizarían, las direcciones de AMPROS, SUTE y demás gremios esperaban una modesta concentración en el Km 0 de la ciudad y no mucho más que eso. Pero las calles se fueron llenando de delantales blancos principalmente. Los residentes fueron mayoría, pero también fue masiva la asistencia de médicos de planta, enfermeros y demás integrantes del equipo de salud, que de forma prácticamente espontánea concurrieron a la concentración. Estuvimos allí también apoyando organizaciones sociales, ambientales y todos los partidos del FIT-U junto a nuestro MST.
Hablaron los dirigentes sindicales, luego cantaron el himno y tenían la idea de levantar, pero la gente no se iba, el ambiente daba para seguir. Desde los residentes surgió la propuesta de movilizar, AMPROS no tuvo más remedio que ceder y marchamos hacia el Hotel Hyatt, donde el intendente junto con autoridades de la ciudad invitaba a un locro “patrio”. La movilización debe haberles arruinado el almuerzo, porque miles llegamos al hotel, cantamos por la unidad de los trabajadores y contra el ajuste del gobierno. La bronca y las ganas de movilizar seguían intactas y nuevamente la dirección tuvo que ceder y decidir marchar a Casa de gobierno. Allí se vio la inmensa explanada repleta otra vez de guardapolvos y los compañeros, se tiraron las vallas que hace años cierran la explanada y se coparon las escalinatas por miles, las direcciones gremiales quedaron abajo, del lado de la calle y desde allí tuvieron que comprometerse a seguir la semana que viene. Recién entonces la gente se empezó a desconcentrar.
Desde el MST en el FIT-U, que impulsamos con todas nuestras fuerzas esta jornada, decimos que se puede conseguir el 45% de aumento, el pase a planta permanente de los contratados, el reconocimiento de los licenciados en enfermería y muchas reivindicaciones más. Pero alertamos que no se puede confiar en estas direcciones que, como ATE que directamente traicionó y desmovilizó para beneficio de Suarez, o como AMPROS que reconoció abiertamente que durante más de un año y medio apoyó a este gobierno ajustador. Solo podemos confiar en la organización de la base, debemos seguir con las asambleas en los hospitales y coordinando entre las distintas residencias con sus delegados para discutir y votar cómo seguimos la lucha la semana que viene hasta conseguir el triunfo total. Sobran las condiciones para hacerlo.