Nico Fernández, Red Ecosocialista Mendoza
En la tarde del jueves 12 un aluvión causó inundación de calles y destrucción de techos y casas. Pero el saldo más lamentable fue la muerte de un chico de 14 años. Desde el gobierno y los medios se apresuraron a definirlo como una catástrofe climática inevitable. Como siempre los barrios más humildes de Godoy Cruz, Capital y Las Heras fueron los más perjudicados y exigen asistencia por parte del Gobierno. Gran parte de las consecuencias de la tormenta se podrían haber evitado, fue la falta de inversión y planificación, así como los negociados en el piedemonte los causantes de la catástrofe no el clima.
El jueves a la tarde una interminable seguidilla de truenos preanunciaba que la tormenta sería importante. En pocos minutos una lluvia torrencial acompañada de granizo se descargó sobre los departamentos del Gran Mendoza, en no más de dos horas cayeron alrededor de 80 mm de agua, lo que significa una tercera parte de lo que llueve en todo el año en una provincia desértica como la nuestra.
Como siempre las calles se inundaron, los autos se paraban o eran arrastrados por la corriente. Pero esta vez hubo más, desde los cerros cercanos bajaban ríos que arrastraban todo a su paso. El viento completó la tarea tirando ramas y árboles, levantando techos e inundando casas.
Rápidamente los medios y el gobierno a través de sus organismos, salió a verificar y justificar los daños, aludiendo como siempre, a que se trataba de una “catástrofe climática”. Del otro lado la gente, sobre todo los sectores y barrios más humildes y precarios sufrían las consecuencias, voladura de techos, paredes derrumbadas, árboles caídos sobre las mismas. Más de cuatro niños se cayeron a los zanjones que limitan la ciudad capital, uno de ellos no pudo ser rescatado y murió, otro está internado.
El problema es el sistema no la tormenta:
Hace años que sostenemos que denunciamos la falta de inversión en la prevención de aluviones, que claro, son comunes en época estival en Mendoza. Baste con decir que el sistema de colectores, diques secos y zanjones tiene más de 40 y 50 años, y que desde esa época no se hizo ningún trabajo de infraestructura de magnitud, en la zona del piedemonte que, naturalmente es la que sirve de embudo y encajona las aguas hacia el centro de la ciudad. Lo único que se hizo fue un pequeño sistema de zanjones y acequias grandes en el centro de la ciudad, hace más de 10 años y que ayer se verificó completamente inútil. En estos 40 años la población de Mendoza se duplicó y sobre todo creció hacia el Oeste, donde reside el problema para la contención de aluviones.
En lugar de las inversiones necesarias, nuevos diques secos, canales colectores y derivadores, lo que se dio en el piedemonte, fue un brutal y anárquico crecimiento de la construcción a dos puntas por un lado el asentamiento de gente humilde en villas de emergencia, transformadas con los años en barrios muy precarios y mal urbanizados por el gobierno de turno y por otro lado el asentamiento de lujosos y enormes barrios privados, previo negociados inmobiliarios con los mismos gobiernos que nunca reglamentaban la Ley de Ordenamiento Territorial que precisamente se opone a esos desarrollos privados, que destruyen toda la flora de arbustos que son los que naturalmente contienen las aguas y en su lugar hacen anchas avenidas asfaltadas que fueron las que ayer se transformaron en ríos confluyentes inundando el Parque San Martín y el centro de la ciudad como se vio en videos en todos los medios de difusión.
Los vecinos reclaman asistencia:
En los barrios más humilde los vecinos que perdieron casi todo se organizan para reclamar asistencia inmediata y soluciones habitacionales a más largo plazo, realizando asambleas y haciendo correr un petitorio.
Desde el MST en el FIT-U exigimos al gobierno no sólo que preste toda la ayuda necesaria en forma urgente, en colchones, mantas, chapas, nylon para la emergencia, sino que se les provea de viviendas dignas a través del IPV para que puedan solucionar su problema de fondo. A la vez denunciamos los negociados con los propietarios y apropiadores de barrios privados. Lo que Mendoza necesita no son barrios de lujo en el piedemonte sino un sistema de contención hídrica acorde al crecimiento de la ciudad en estos años. De lo contrario los aluviones y sus consecuencias seguirán reiterándose año a año.