martes, 24 junio 2025 - 02:14

Medio Oriente. Escalada sionista y amenazas imperialistas

Artículo extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista.

El 22 de junio EE. UU. se sumó a los ataques a instalaciones nucleares que realiza Israel. Trump pretende consolidar al sionismo como gendarme contra los pueblos árabes y garante de los intereses imperialistas en la región. Teherán reafirmó que continuará el programa nuclear y lanzó misiles contra Israel. La escalada se ha agravado y podría empeorar.

Ataque y primeras respuestas

En la madrugada del 22 de junio, aproximadamente a las 2:30 a.m. hora iraní, la Casa Blanca informó que bombarderos furtivos B‑2 lanzaron bombas anti-búnker GBU‑57 contra las instalaciones de Fordow (enterradas bajo una montaña), acompañados de misiles Tomahawk disparados desde submarinos contra Natanz e Isfahán.

De esta manera, Estados Unidos se sumó a la guerra entre Israel e Irán.

Trump calificó la operación como un “espectacular éxito militar” y afirmó que las instalaciones nucleares habían sido “completamente arrasadas”. De esta manera, pisoteó su promesa electoral de no involucrarse en más conflictos exteriores de acuerdo con la doctrina geopolítica que “América Primero”.

Bombardero furtivo yanqui escoltado por cazas.

Irán condenó el ataque, informó que fue realizado contra lugares que “están bajo la supervisión continua del Organismo Internacional de Energía Atómica, con base en el Acuerdo de Salvaguardias y el Tratado sobre la No Proliferación Nuclear (TNP)”, que siguen operativas y que su industria nuclear seguirá adelante.

Horas después, lanzó decenas de misiles balísticos sobre Israel, activándose sirenas en Jerusalén y Haifa.

Distintas reacciones

Netanyahu aplaudió la acción que venía buscando hace tiempo y felicitó a Trump y afirmó que “la paz se logra con la fuerza”, reafirmando, como sí faltara, el carácter profundamente reaccionario de la ideología sionista. La paz retórica a la que se refiere no es la paz entre los pueblos es la paz de los vencedores o de los cementerios, como en Palestina.

En EE. UU. hubo cuestionamientos sobre la legalidad constitucional del ataque sin autorización del Congreso, tanto desde algunos sectores republicanos como demócratas.

China y Rusia fueron críticos del accionar norteamericano, advirtieron sobre los peligros que conlleva la escalada y llamaron a buscar una salida diplomática. En América Latina, los presidentes Boric (Chile), Arce (Bolivia) y Petro (Colombia) condenaron el ataque. La Unión Europea mantiene canales abiertos con Irán, sin apoyar ni condenar abiertamente la acción militar de EE. UU.

Mañana se verá como reaccionan los mercados financieros y las transacciones con petróleo en una economía capitalista que sigue en crisis y para la cual la inestabilidad y las incertidumbres no son buenas noticias.

Nuevo episodio

El imperialismo dio el primer paso de involucramiento directo en la guerra entre Israel e Irán y Trump advirtió “Irán, el matón de Oriente Medio, debe ahora hacer las paces. Si no lo hace, los futuros ataques serán mucho mayores”, y sentenció que sólo les queda una alternativa “paz o tragedia”.

La escalada se ha ampliado y profundizado, es un hecho, ya se verá hasta qué punto, teniendo en cuenta varios aspectos que se entrelazan. El accionar de Trump que es un bonapartista grotesco, síntoma de la decadencia imperialista de EE. UU. y de la crisis capitalista. Los valores que adquiera la ecuación pactos y agresiones. El alcance de las respuestas del Estado de Israel y de Irán, no sólo a nivel exterior sino ante los cuestionamientos populares que impactan sobre ambos regímenes. Y las presiones internacionales, tanto en lo que se refiere a la institucionalidad como en la reacción de las masas ante la agresión imperialista y la posibilidad de una escalada aún mayor.

Trump como el “Tío Sam”.

¡Fuera EE. UU. de Medio Oriente!

Más allá del curso que tomen los acontecimientos, lo concreto es que el bombardeo configura otra grave injerencia imperialista, reafirma que Trump pretende reestablecer la debilitada hegemonía norteamericana y que está provocando un nuevo desorden global.

Los ataques de EE. UU. tienen el objetivo de consolidar a Israel como gendarme de los intereses imperialistas en la región. Más allá de las diferencias estratégicas que nos separan del reaccionario régimen teocrático y represivo de los ayatolás ¡Repudiamos los bombardeos y exigimos que cesen inmediatamente! ¡Llamamos a los pueblos de Medio Oriente a rebelarse con movilizaciones masivas para derrotar al sionismo y al imperialismo!

EE. UU. e Israel no tienen derecho a imponer decisiones sobre el desarrollo energético ni sobre su vida política. ¡Sólo los trabajadores y el pueblo movilizado tienen el derecho a decidir su destino y el camino revolucionario para derrotar el régimen de los ayatolás!

Los gobiernos burgueses, monárquicos y autoritarios árabes colaboran explícita o implícitamente con los objetivos de dominación. Hay que enfrentarlos retomando y profundizando el camino iniciado por las Primaveras Árabes. Con movilizaciones y huelgas junto a la clase trabajadora, con organismos democráticos de poder dual y construyendo organizaciones revolucionarias. ¡Abajo los gobiernos traidores y cómplices de Israel y EE. UU.!

A la par, seguiremos impulsando la movilización unitaria contra el genocidio, la limpieza étnica y la colonización en Gaza, con una salida de fondo ¡Por una Palestina única, laica, no racista, democrática y socialista! Y ¡Por la Revolución Socialista en todo Medio Oriente! 

Por Rubén Tzanoff

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