Ayer Sergio Massa culminó con su agenda en Estados Unidos. Su segundo paso por Washington en la estadía que mantuvo en el país del norte tuvo como dato dos reuniones importantes para el superministro. Por la mañana, en mitin con el Tesoro de Estados Unidos, además de estar presente David Lipton -segundo funcionario en importancia de la institución-, se vio con la titular del mismo, Janet Yellen. Luego, fue el turno de la reunión con el FMI, donde Massa y Georgieva se vieron la cara por primera vez. Felicitado el tigrense por la número uno del Fondo, lo que asoma en Argentina es la permanencia de un panorama de ajuste.
Primer acto: el Tesoro
Como mencionamos, la primera actividad de Massa el lunes que pasó, fue la cita con los funcionarios del Tesoro de Estados Unidos. Con Yellen y Lipton presentes, el ministro argentino revalidó su hoja de ruta, enmarcada en lo acordado con el FMI, llevando tranquilidad a los funcionarios estadounidense. Según hizo trascender Hacienda, los temas de charla en esa reunión fueron el propio acuerdo, el contexto global, la producción energética y alimentaria, y, además, el intercambio de información financiera de Argentina con Estados Unidos.
Massa da por cerrado un supuesto acuerdo entre AFIP e IRS para la aplicación de la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras. En conferencia de prensa el mismo tigrense fue quien dijo que “está listo para empezar a implementarse en el momento que haya firma del acuerdo el intercambio de información automática”. Según dicen funcionarios cercanos al superministro, la medida ayudaría para repatriar 100 millones de dólares sin registrar por parte de argentinos. Es imposible no suponer que, lejos de existir una confiscación o una fuerte multa por la evasión fiscal realizada por los titulares de esas cuentas, se abra la posibilidad de un nuevo blanqueo. Lo que Massa promueve como un logro, seguramente va a ser la legalización de un delito. Hay que recordar que los dólares fuera del país alcanzan una suma superior a un PIB. No es una novedad las cuentas no declaradas, sino un mecanismo permanente de la forma de acumulación actual del capitalismo argentino.
Pero, más allá de las especulaciones, vamos a lo concreto.
Segundo acto: el FMI felicita la ortodoxia de Massa
Culminada la reunión con el Tesoro, llegó el turno del FMI. En esta reunión Massa se vio la cara por primera vez con la responsable del organismo, Kristalina Georgieva. Con la presencia de la misma, se dio la aprobación de la segunda revisión del acuerdo aprobado este año en la cámara de Diputados por el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. El Fondo consideró que el gobierno cumplió con lo pactado para honrar la deuda odiosa que dejó el macrismo.
El ajuste desarrollado por Massa antes de viajar, recortando $ 128.000 millones que afectaron las áreas de Salud, Educación y Vivienda, más el tarifazo en luz, gas y agua fue festejado por Georgieva. Con las siguientes palabras se felicitó al superministro por: “(…) los fuertes pasos que él y su equipo económico han dado para estabilizar los mercados y revertir un escenario de alta volatilidad (…) los esfuerzos para estabilizar la economía y asegurar un crecimiento sostenible e inclusivo, bajo los principios del orden fiscal y la mejora de la cobertura de reservas”. Todos halagos que significaron un golpe enorme a las grandes mayorías trabajadoras y transferencias monumentales a los sectores más acaudalados, como el “dólar soja” para las patronales agrarias.
La unidad política entre todos los integrantes de la coalición gobernante también es un condimento positivo para el Fondo, ya que constataron que el nuevo ministro cuenta con el apoyo de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Más allá de que falta la aprobación por parte de Directorio del organismo internacional, con el visto bueno de la titular del organismo de crédito el desembolso de los US$ 4.100 millones están asegurados.
Esta nueva entrega, como venimos recalcando está basada en el cumplimiento de un acuerdo que solicita recortes por todos lados para poder cumplir la meta del 2,5% de déficit primario. Algo que en términos nominales significa un recorte de más de 10 mil millones y medio de dólares. Una cifra que equivale a un plan de construcción de un poco más de 200.000 viviendas, obra pública que daría trabajo genuino a un millón de personas. El futuro no está exento de más ajuste, ya que como lo dijo el propio FMI tras la reunión, se remarcaron los acuerdos alcanzados en referencia a los: “Los parámetros fiscales y las políticas subyacentes para asegurar los objetivos de déficit primario existentes del 2,5 % del PIB en 2022 y del 1,9 % del PIB en 2023, con énfasis en una mejor orientación de los subsidios a la energía, transporte y agua, junto con una mejor priorización del gasto y manejo estricto del presupuesto”.
Sistema Deuda
Actualmente las reservas del BCRA están casi en rojo, sin ningún tipo de ahorro líquido. La responsabilidad de esta situación es toda del programa acordado con el Fondo, así como la inflación en curso y el propio encarecimiento del crédito que empezó a congelar la economía. Sin embargo, la perversidad de este sistema deuda, basado en ilícitos para someter de forma neocolonial las economías de los países como el nuestro no tiene límites. Georgieva también festejó el dólar soja que va a costar $ 300.000 millones en caso de que se liquiden US$ 5.000 millones. La funcionaria remarcó que “la acumulación de reservas será impulsada por el marco general de políticas, además de medidas específicas (como el régimen temporal de incentivo a las agroexportaciones) para fortalecer la balanza comercial”. Como lo recalcó Sergio García en el Editorial PDI Tras el atentado, Massa atiende su juego, lo que se festeja por parte del Fondo, sin importar el desfalco de la economía argentina es el reaseguro de tener dólares para cobrar su propia deuda.
El periodista económico Alejandro Bercovich, en la columna publicada el viernes pasado en BAENegociosi resalta los resultados arrojados por un estudio realizado por los investigadores Pablo Manzanelli y Leandro Amoretti, del Centro de Estudios y Formación de la CTA (CIFRA). Allí aparece la siguiente conclusión: “En una revisión forense del balance cambiario para establecer por qué las reservas cayeron U$S 8.000 millones desde la asunción de Alberto Fernández pese al superávit comercial récord que generó el boom pospandemia de los commodities, Manzanelli y Amoretti destacan que el déficit por pago de intereses y capital de la deuda externa del sector privado entre enero de 2020 y junio de 2022 (U$S 20.731 millones) se comió el 63% del superávit comercial del mismo lapso (U$S 32.728 millones)”.
La larga cita expone el funcionamiento de lo acordado con el Fondo. Los nuevos préstamos (deuda) tomado por Massa con el BID y el BM, como los dólares que ingresen de la soja no tienen otro fin que el cumplimiento del pago con el FMI. Por ende, la inestabilidad económica que hoy la prensa afín al gobierno dice haberse disipado sigue más presente que nunca. El riesgo a una devaluación no es algo que se descarte de cara a diciembre.
Salir del Fondo
Desde Periodismo de Izquierda, donde reflejamos la política del MST en el FIT-Unidad insistimos en que urge tomar un cambio de orientación política y económica. Hay que rechazar el plan de ajuste esbozado, que sólo tendrá como consecuencia agravar aún más a la mayoría de los trabajadores y sectores populares.
Hay que hacer lo opuesto a lo indicado por el FMI. No pagar la fraudulenta deuda externa y romper relaciones con el organismo imperialista es el paso número uno. Realizar una reforma impositiva progresiva, que afecte a las grandes empresas y riquezas, es lo siguiente. Conjuntamente a las medidas de nacionalizar la banca, el comercio exterior y reestatizar con control social las empresas de servicios. Este plan económico, con participación democrática de las mayorías, es el único que puede resolver las urgencias y necesidades sociales que imperan en una Argentina pauperizada.