Apenas comienza abril pero las malas noticias para los trabajadores se adelantan. Se confirmó que para mayo se preparan nuevos tarifazos en las boletas de la luz y el gas. Por pedido del FMI el gobierno nacional volverá a admitir aumentos a las privatizadas que, como vimos en el verano, estafaron a los usuarios con los cortes del suministro eléctrico por falta de inversión en infraestructura.
Para avanzar en el cumplimiento de la meta de déficit fiscal del 1,9%, Alberto Fernández admite nuevos aumentos en los servicios mencionados. Con la eliminación de los subsidios en las boletas de los usuarios, el gobierno avanza en garantizar el mismo nivel de ganancia para las privatizadas por medio de tarifazos. En el caso de las tarifas eléctricas, el gobierno se comprometió a aumentar entre 85% y 90% el valor para los hogares de altos ingresos a nivel nacional en mayo, en tanto que los comercios verán incrementos de 31% el mes que viene, 17% en agosto y 7% en noviembre.
Hay que agregar que en el nuevo viaje que Massa estará realizando a Estados Unidos, seguramente Georgieva le pida expandir el espectro de los usuarios que no reciben ningún tipo de subsidio, para así seguir reduciendo los “gastos” del Estado.
Por el lado de la tarifa de gas, el aumento promedio rondaría el 3% a 6% real (sobre la inflación), pues la quita de los subsidios se completó el 1 de marzo para los hogares de altos ingresos (que perciben más de 3,5 Canastas Básicas Totales).
Estas medidas se suman a la inflación que no cesa. Esta semana, el jueves, se espera que el índice de marzo supere el 7%, en otro episodio donde se demostrará que los salarios siguen perdiendo mes a mes su valor real. Con una inflación interanual que supera el 100% y una estimación del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA que espera una inflación de tres dígitos para 2023, el gobierno sigue cediendo ante las privatizadas.
La nacionalización de estas empresas no sólo se vuelve una necesidad para terminar con el negocio de las privatizadas y ponerle fin a servicios de calidad deplorable producto de la desinversión; sino también para ponerle fin a esta ola de tarifazos que hunde los ingresos de los trabajadores y sectores populares de forma sistemática.
Si el gobierno en 2019 dijo que se iba a ocupar primero de los últimos a casi 4 años de su asunción, queda en claro la estafa electoral que significó para sus votantes. Lejos de extirpar del país la herencia macrista, quien avaló grandes tarifazos a las mismas empresas, el Frente de Todos se comportó como otro gobierno con todas las prácticas de un gobierno de corte neoliberal.