El vencimiento de intereses que el gobierno debía pagar al FMI el martes pasado finalmente se concretó este viernes. Para cubrirlo Massa obtuvo, con la intermediación del FMI, un crédito del gobierno qatarí por 580 millones de DEGs, equivalentes a los U$S 775 millones del vencimiento a cancelar. Es un “crédito puente” de cortísima duración hasta que el directorio del Fondo apruebe en la segunda quincena de agosto el desembolso por U$S 7.500 millones pactados en el acuerdo técnico. Mientras el dólar sigue subiendo, son muchos los analistas que plantean que Massa, sin reservas y ni un dólar del FMI, va a tener que devaluar fuerte después de las PASO.
Luego de que varios medios informaron que el Banco Central habría utilizado U$S 400 millones de dólares de las reservas en oro, dado los balances publicados por el propio BCRA, la institución bancaria oficial desmintió tal versión.
Sin embargo, distintos relatos sobre las vicisitudes del gobierno para pagar el vencimiento de cuotas de capital con el Fondo por U$S 2.700 que realizó el pasado lunes, juntando un crédito de la CAF (Confederación Andina de Fomento) por U$S 1.000 millones y la autorización del gobierno chino para utilizar el segundo tramo del swap en yuanes, indicarían que como en otras oportunidades, el BCRA echó mano a estas reservas en forma transitoria para cubrirse en caso de que le fallarán alguna de las operaciones en curso. Maniobras desesperadas de un Banco Central en el que han bajado las reservas totales a niveles históricos (U$S 24.000 millones) y con U$S 10.000 millones de reservas netas negativas.
La operación qatarí tendrá un costo financiero del 4% anual y es la primera vez que este país otorga un crédito de estas características a la Argentina. Lo habría hecho con la intervención a favor del FMI, que también salió de garante en la operación “puente” armada con la CAF. Con este pago, la Argentina lleva pagados U$S 8.084 millones en concepto de intereses al FMI. De ese total U$S 1.480 millones fueron pagados por Macri y el resto por el de Alberto, Cristina y Massa.
Mientras, en el terreno local el dólar no deja de subir, este viernes alcanzó un nuevo récord de $ 574, y los empresarios se quejan de que están paralizados los permisos de importación, además de protestar por los nuevos impuestos retroactivos a las importaciones aplicados por Massa después del último acuerdo técnico con el Fondo. Cada vez son más las voces que plantean que el gobierno va a una devaluación brusca después del 13 de agosto.
Presiones devaluatorias
Massa ya concedió una devaluación selectiva al lanzar el “dólar maíz” a $ 340 y aplicar fuertes impuestos a la importación -que ya se están sintiendo en los precios-, que llevarán la escalada inflacionaria de este mes en curso arriba del 8%. Pero las presiones de los funcionarios fondomonetaristas exigen una devaluación aún más pronunciada junto a nuevas medidas de ajuste, para que se refuercen las reservas y el gobierno pueda pagar la fraudulenta deuda que tiene con el organismo.
La negociación que duró más de tres meses habría estado cerca del estallido, comentan conocidos editorialistas de los medios opositores al gobierno. Lejos del adelanto por U$S 10.400 millones, correspondientes a los desembolsos pactados para cubrir los vencimientos de este año que pretendía al comienzo el ministro candidato ufanándose por su capacidad de lobby en Estados Unidos, al día de hoy el FMI no desembolsó un dólar, teniendo el gobierno argentino que pagar los vencimientos de fin de junio y julio, y el que se operó este viernes con recursos propios.
Mientras los analistas señalan que Massa está rascando la olla en busca de dólares, el futuro de su plan depende de que el Directorio del FMI apruebe a mediados de agosto la quinta y sexta revisión del acuerdo y lo pactado en el reciente “acuerdo técnico”. Según Florencia Donovan, en su artículo para La Nación[i],“varias fuentes indican el que el pedido del Fondo de avanzar con una devaluación del tipo de cambio oficial –de como mínimo el 30 por ciento- está ahora más vigente que nunca”.
Esta editorialista escribe: “En el equipo económico, y en el gobierno en general reconocen que Massa fue desde un comienzo el mayor defensor de la idea de que Argentina debía evitar a toda costa entrar en mora con el FMI”. Luego señala que una fuente del equipo económico habría afirmado que se han estrechado los márgenes del ministro después de sus últimos endeudamientos para pagarle al Fondo: “No tener un acuerdo con el Fondo después de haberle pagado no es una alternativa (…) tendrías que haberte puesto duro antes. El margen de negociación después de haber pagado es limitado”.
En el mismo sentido, sobre el resultado de la última negociación de Massa, se pronunció el economista Maxi Montenegro: “El Fondo no le da absolutamente nada, le dice terminá de pagarme y después de las PASO yo te envío simplemente para pagarme a mí mismo, para cubrir lo que ya me pagaste entre junio y, eventualmente, septiembre y octubre. No hay un solo dólar fresco y además yo creo que el Fondo va ser muy estricto en el tema importaciones”.
Para Marcelo Bonelli “Washington evitó poner ‘los dólares’ por anticipado y no será responsable de ningún traspié que ocurra en la economía electoral”[ii]. Emmauel Álvarez Agis, un economista cercano al actual equipo económico sostuvo que “si Massa obtiene menos del 30% de los votos, el FMI lo obligará a negociar en una mesa en la que también se sentará la oposición”[iii].
Más allá de que alguno de estos análisis tenga aspectos de parcialidad en épocas preelectorales, lo cierto es que el Fondo, con intervención de su directora Kristalina Georgieva le permitió al ministro candidato un ajuste menor que el que pretendía en las primeras conversaciones, pero no le entregó ni un dólar –incluso de los que estaban previstos en el acuerdo- hasta después de las PASO. Ha obligado al gobierno a endeudarse más para pagarle y se reserva la carta de que puede negarse o demorar los desembolsos si Massa no profundiza –aun contra sus intereses de candidato- más rápidamente las medidas de ajuste exigidas, entre las que se cuenta una nueva vuelta de tuerca devaluatoria.
Transitamos épocas que, cuando se trata de ajustar las cuentas y cobrarse, el FMI no perdona ni a los candidatos “amigos”. El costo de lo no recaudado por la sequía debe pagarlo el pueblo argentino, pagar puntualmente y cumplir las metas de ajuste pautadas. Acá se acaba el discurso nac&pop de los que quieren mostrarse como Cristina o Massa defendiendo la soberanía para luego retroceder en chancletas y pagar hasta el último dólar de un monstruoso y fraudulento crédito tomado por Macri por U$S 45.000 millones.
Romper con el FMI o seguir entregando nuestra soberanía
La derecha es muy clara en su programa: devaluar fuertemente, achicar las prestaciones del Estado al máximo, entre ellas las jubilaciones, salarios estatales y fondos para asistencia social, sacarle aún más derechos a los trabajadores con una reforma laboral, como exige el FMI.
Massa y la Unión por la Patria utilizan un discurso distinto, en el cual dicen oponerse al ajuste mientras devalúan, dejan caer salarios y jubilaciones de la mano de una inflación desbocada y flexibilizan los derechos laborales vía el constante crecimiento de trabajo precarizado –que alcanzó la cifra récord del 42% de la fuerza laboral-. Su gran plan “esperanzador” para que los voten es desarrollar con todo el actual modelo extractivista, para juntar los dólares necesarios para “sacarnos de encima al FMI” luego de pagarle una tremenda estafa que ellos mismos denuncian.
Solo la izquierda propone romper con el FMI y estos buitres y llama a organizarnos para enfrentar el brutal ajuste en curso y los tremendos ataques a los ingresos de los trabajadores, jubilados y desocupados que preparan, llevando adelante la mayor depredación de nuestros recursos naturales conocida.
Por eso, este 13 agosto apoyá la lista “Unidad de los luchadores y la izquierda” (MST-PO) en la interna del Frente de Trabajadores Unidad. Castigá a los que han degradado nuestros salarios e ingresos populares, mientras los grandes empresarios y banqueros se llenan de plata, colocando en la urna la boleta que encabezan Grabriel Solano y Vilma Ripoll, precandidatos a presidente y vice.
[i] “Qatar, el último oasis de dólar antes del desierto pos-PASO”, La Nación 04/08/2023.
[ii] “El dólar está que arde y ya arman un plan contingente para el día después de las PASO”, Clarín 04/08/2023.
[iii] “Inversores y economistas le pusieron fecha a la devaluación argentina”, PERFIL 04/08/2023.