Tras la media sanción que recibió el pasado miércoles el proyecto de Presupuesto 2023, se conocieron nuevas novedades. Entre ellas, una que alerta a todos los trabajadores más allá del ajuste que se había popularizado en áreas sensibles como Educación, Salud y Vivienda. Ahora se sabe que, de darse de forma positiva la votación de la Ley de leyes en el senado, se habilitará una nueva suba en el precio de las tarifas del servicio eléctrico.
El motivo, como era de esperar, es insólito. Entre otras de las políticas pro empresariales, el gobiero, en el proyecto de Presupuesto 2023 remarca: “El Estado nacional y las jurisdicciones provinciales deberán publicar en un período no mayor a 90 días cuadros tarifarios que permitan a las distribuidoras cumplir con las obligaciones resultantes del párrafo anterior”. Y completa: “Asimismo se establece un plazo no mayor a 90 días para realizar las revisiones tarifarias integrales correspondientes a las empresas distribuidoras de electricidad del AMBA”.
Pasando en limpio, tras la quita de subsidios al consumo que recibieron la mayoría de los usuarios, medida que no significa más que un tarifazo, ahora el Frente de Todos dispone que los trabajadores y sectores populares paguen una deuda que las empresas de distribución eléctrica mantienen con Camesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A.). Sí, así como lo lees, el proyecto de presupuesto que la coalición peronista votó con gran parte de Juntos por el Cambio, habilita que todos nosotros, mediante un tarifazo, paguemos las deudas de, por ejemplo, empresas como Edenor y Edesur que prestan un pésimo servicio.
La deuda que refiere el proyecto de Presupuesto de 2023 ronda los $500.000 millones de pesos de las empresas distribuidoras con Camesa. A la vez, así como le otorga la posibilidad de realizar nuevos tarifazos, también les admite un plazo de 8 años para saldar lo que deben.
Sin importar la escalada inflacionaria y la pérdida real de los salarios desde el macrista hasta la actualidad, el gobierno de los Fernández y Massa, mientras dirime como salvar las ropas de cara a las elecciones de 2023, sigue atacando los ingresos de las mayorías. También, esta medida, favorece a los amigos del ministro de Economía Daniel Vila y José Luis Manzano, dueños de Edenor conjuntamente con Mauricio Filiberti.
El capitalismo de amigos que sobrepasa cualquier gestión gubernamental en el último tiempo, demuestra que la derecha gobernó, gobierna y quiere seguir gobernando. Sumado a que, este aditamento, también es parte esencial de lo establecido por el FMI en el último acuerdo que revalidó la estafa macrista.