viernes, 22 noviembre 2024 - 03:08

#MartesNica. Cele Fierro entrevista a Mónica Baltodano, ex-ministra de la revolución nicaragüense

“Es fundamental que organizaciones de izquierda como la LIS y el MST impulsen campañas internacionalistas por Nicaragua”

El martes 21 de junio en el ciclo #MartesNica que conduce Cele Fierro, la dirigente nacional del MST-FIT Unidad entrevistó a Mónica Baltonado, historiadora, ex dirigente sandinista y ministra de gobierno de la revolución. Los temas centrales fueron la Comisión Internacional que viajará este 6 de julio a Costa Rica, la coyuntura actual del régimen de Ortega-Murillo, su experiencia personal en el sandinismo y las perspectivas para construir una nueva Nicaragua.

Cele: Me parece importante que nos ayudes a analizar cuál es la situación hoy del régimen político, cómo está hoy la dictadura de Ortega Murillo.

Mónica: Bueno. Muchísimas gracias. En primer lugar Celeste por este espacio de comunicación. También muchas gracias por toda la campaña y todo la divulgación que han estado realizando alrededor, no solamente de la de la Comisión Internacional que va a llegar en unos días, en pocos días a Costa Rica para intentar entrar a Nicaragua a saber de la situación de los presos y de las presas políticas, sino también por todo el esfuerzo que vienen realizando. Ya desde desde hace varios años yo estuve en la sede del MST y en el año 2018, precisamente aprovechando la conferencia de CLACSO, en donde voy a presentar una ponencia y desde entonces sentimos esa cercanía fraterna de ustedes y la sensibilidad frente al drama que ya estábamos viviendo los nicaragüenses de  forma tan abierta a partir de ese año. Quiero decir que también considero muy importante todos los esfuerzos que han mantenido y los esfuerzos divulgativos a través de la presencia de diputados y funcionarios electos de distintas partes de América Latina que se harán presentes acá en esta ocasión.
Efectivamente, para mucha gente es muy difícil entender lo que pasa en Nicaragua, porque por un lado aquí hubo una revolución en 1979 que fue un faro de esperanza para muchos luchadores en América Latina, que por entonces nos encontrábamos enfrentando a procesos dictatoriales y todos nuestros países, en Brasil, en Argentina, en Chile, en Uruguay, en todo Centroamérica había dictadura y esa revolución realmente creó grandes esperanzas. Pensar que uno de sus líderes de aquel entonces que había formado parte de este Frente Sandinista, que hizo esa lucha  contra la dictadura de Somoza, ahora sea él mismo un dictador, pero no solo cualquier dictador, si uno de los más inhumanos y feroces que hemos conocido. Porque si uno analiza una serie de factores y compara con las dictaduras de entonces, uno tiene que llegar a la conclusión de que esta ha superado en muchos aspectos la crueldad y la dureza que la misma dictadura de Somoza, por ejemplo, aplicó contra nosotros, verdad? Entonces estamos viviendo momentos muy duros, muy difíciles, porque pareciera que todos los caminos están cerrados para nuestro país. La población ha escogido el camino de la lucha cívica, pacífica, no violenta y por lo tanto, hya mucha dureza y de esta brutalidad para desarrollar una lucha de ese carácter frente a un régimen que responde fundamentalmente por la vía de la represión, por la vía militar, por la vía de la suspensión total de las garantías constitucionales de los nicaragüenses. Y eso es lo que estamos viviendo en los últimos días que han sucedido una serie de hechos que ponen de manifiesto esta dureza, por ejemplo: la negativa del Gobierno a recibir a la Comisión de las Naciones Unidas, que fue creada para como una comisión de expertos independientes para investigar toda la situación de Nicaragua, pero también para generar el camino cívico y pacífico de solución. Ni Somoza, pues Somoza permitió entrar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, permitió entrar a la OEA, permitió entrar en Nicaragua a los organismos internacionales y a instancias de derechos humanos y este régimen actual tiene totalmente cerrada a la puerta para todos.

Cele: Quizás ya lo sabes que acá en Buenos Aires intentamos presentar una nota para que nos reciba el embajador y ni siquiera nos recibieron la nota.

Mónica: Así es. Todas las acciones que realizan los familiares, por ejemplo, de los presos políticos, para tratar de suavizar las condiciones en que éstos se encuentran reciben el mismo tratamiento que le dieron a esa nota. Ni siquiera la reciben. Por ejemplo, frente a los actos arbitrarios de un gobierno, uno debería poder recurrir a otros poderes, a las otras instancias, en este caso al Parlamento. Uno puede recurrir a la justicia, a los órganos de justicia, ya sea por la vía administrativa o por la vía judicial. Pero no existe ningún tipo de independencia de ninguno de los poderes del Estado y por lo tanto, literalmente todo el país se encuentra manos arriba, o sea, sin poder tener ninguna posibilidad de recurso alguno. Y el último que siempre queda en los países, que es los medios de comunicación, también está totalmente cerrado. Los únicos que pueden operar todos los medios son los hijos de la de la pareja presidencial. Las instituciones religiosas en los países, digamos, democráticos no deben de jugar ningún rol de carácter beligerante en un asunto político. En países como los nuestros, que además son sumamente creyentes, son el último recurso de la gente. Ser una iglesia o ir a donde un sacerdote a pedir ayuda. Tampoco ese camino existe ya en Nicaragua, porque los mismos líderes religiosos están siendo sometidos a procesos persecutorios. Actualmente hay 111 procesos claramente abiertos de descalificación de todo lo que hacen estos líderes religiosos. De manera que no queda un solo espacio, ni una sola fisura por el cual se pueda realizar una protesta o una denuncia. Todos los medios literalmente han cerrado, sus bienes confiscados de forma absolutamente ilegal y es más, hasta la lo que se publica en las redes sociales como Facebook, Instagram o lo que se puede publicar en un Twitter, todo es sometido a vigilancia y hay ya varios presos políticos cuyo cargo es haber publicado, pero que ni siquiera es una denuncia contra el régimen, solo con algún tipo de relación que no le parece al líder territorial local dentro del partido gobernante, lo puede convertir en una acusación judicial que da lugar a condenas de hasta ocho años.Como ya hay varios presos, están detenidos pues de ese tipo de acusación.

Cele: Me parece que es importante ver tu análisis y tu opinión de cómo quien dirigió una revolución hoy es el verdugo de su propio pueblo. ¿Cómo sucede esto? ¿Por qué sucede esto? Un proyecto político que encabezó esa revolución se transformó en esto. Entonces, cuál es tu opinión o la conclusión, ¿qué valoración hacés al respecto?

Mónica: Para comenzar, hay que aclarar que muchas personas creen que Daniel Ortega fue quien dirigió esta lucha, ¿verdad? Y no es así, esta es una lucha en la que él tuvo una participación importante. Estuvo varios años en la cárcel, después salió y ya no volvió a entrar al país. Estuvo siempre fuera de Nicaragua, pero no jugó como ocurrió en otras revoluciones, tal vez la Revolución Cubana, el rol de Fidel. No se puede comparar, no son comparables. La Revolución nicaragüense tuvo siempre una conducción más colegiada, menos personalista, y él no jugó un rol como el que ellos quieren ahora hacer creer, porque ellos están tratando de reescribir la historia y presentarlo a él como el héroe principal de esta lucha. Y eso no es así. Él formó parte de esa conducción indudable y jugó un rol importante en la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de entonces, y su papel durante esos años fue de carácter estatal y yo creo que ahí comenzó de alguna manera el virus que afectó, por así decirlo, la revolución. Y es que se incubó un cierto tipo de caudillismo  a lo largo de esos diez años que se terminó convirtiendo en un pleno caudillismo. Ya en los años 90, siendo él ex-presidente tenía una buena pensión, una pensión equivalente al salario de hotel del presidente en funciones, verdad? Eso fue una ley que se dictó de forma apresurada en la transición, al igual que una serie de leyes referentes a la propiedad que permitieron que una parte de la dirigencia se apropiara de bienes que eran de carácter público o tierras que habían sido repartidas por medio de la reforma agraria o por otro tipo de bienes. Y de allí se construyó lo que ahora se conoce como la burguesía. O sea, se construyó un sector emergente de la burguesía nacional que empezó a interesarse en el poder, no para hacer las transformaciones que se necesitan o contribuir, porque en realidad las transformaciones no se hacen solo desde arriba, se hacen principalmente abajo. Pero este, ese intento de llegar al poder. Ya no tenían propósito de hacer reformas o transformaciones desde las instituciones, sino fundamentalmente el de reproducir su estatus y de fortalecerlo como nueva burguesía, una burguesía emergente. Y entonces ahí eso distorsionó radicalmente el propósito de esa fuerza que había sido una fuerza revolucionaria. Y en ese proceso, te lo cuento muy rápidamente porque llevaría mucho tiempo. Él llegó a jugar ese rol de dueño del partido, se adueñó del partido Frente Sandinista, fue excluyendo a todos aquellos que empezáramos a tener posturas críticas. Expulsó a una parte de la gente y entonces, con eso él se apropió del aparato, del instrumento que le garantizaría su regreso al poder. Y juntamente con ese fenómeno de apropiación de la estructura partidaria, pasó a jugar un gran rol su esposa, Rosario Murillo. Hay que recordar que Daniel Ortega fue denunciado por su hija, Zoilamérica de haber abusado de ella desde que estaba muy, muy pequeñita. Eso incluso ocurrió antes del triunfo de la Revolución. Y entonces Rosario Murillo defendió a Daniel y repudió a su hija. Se puso al lado del violador en vez de defender a su hija, que era la víctima, y eso le granjeó en un enorme espacio que ella empezó a dar en las estructuras. Y por eso, es de una dictadura de dos cabezas en donde su esposa Rosario Murillo, juega un gran rol y entonces se han adueñado ambos de esa estructura, empezaron a pactar con la Iglesia Católica, con la jerarquía de la Iglesia Católica Y pactaron con uno de los presidente más corrupto que ha tenido la historia de Nicaragua antes de Daniel Ortega, Arnoldo Alemán. Se repartieron el poder entre esos dos caudillos y a partir de ahí reformaron la Constitución, reformaron la ley y adquirieron ambos un gran poder. Es lo que permitió que Daniel Ortega regresará a la presidencia en el año 1990. En el año 2006 ganó las elecciones apenas con el 38% de los votos, porque se le eliminó prácticamente y en la segunda vuelta dejó un nivel muy, muy bajo de votación requerida para obligar a una segunda vuelta. Entonces, eso le permitió acceder al gobierno y al llegar ahí controlar totalmente todos los poderes con métodos, que ustedes, muy bien han calificado como estalinista, verdad? Aplastando toda disidencia, castigando a toda oposición, pero también premiando. Y aquí en este regresaban donde él y incluyendo gente de otro partido. Él ahora, por ejemplo, es respaldado por mucha gente que fue la contra de la contrarrevolución, con cargos y eso es lo que de alguna manera explica, no solamente el poder que él tiene, sino el poder absoluto de control de todos los aparatos y utilizando la justicia y cualquiera que se le opone puede ser enjuiciado por cualquier cargo puesto por cargos de de tráfico, tráfico de drogas, por ejemplo, que es uno de los que más utiliza.

Incluso utiliza cargos como de violación verdad o de abusos sexuales. Lo utiliza contra quienes se oponen. Hipócrita.

Cele: Bueno, ahora tenemos una oportunidad importantísima para poder desenmascarar a este falso izquierdismo con la Comisión Internacional. Es una iniciativa súper amplia, democrática, pero además,  que tiene una fuerza muy grande, que es de izquierda anticapitalista, es socialista e internacionalista. Hemos logrado unir fuerzas junto con agrupaciones y organizaciones de familiares de quienes están en el exilio. Entonces, ¿qué expectativas tenés vos en esta comisión?

Mónica: Bueno, para comenzar, quiero decirte que me ha entusiasmado muchísimo porque la oposición al orteguismo y al régimen de Daniel Ortega es bastante plural. En Nicaragua, por supuesto, hay sectores de derecha, incluso yo diría de ultraderecha, que están en contra de Daniel Ortega y que se oponen a él acusándolo de ser de izquierda, algunos llegan a decir hasta de ser comunista. Y nosotros siempre hemos enfatizado que Daniel Ortega, no desde hace muchos años, dejó de ser presidente de izquierda, dejó de ser revolucionario y que todo lo contrario, a partir de la su llegada al poder, como nunca se han aplicado en nuestro país las políticas neoliberales, política del libre mercado, las puertas abiertas a la inversión extranjera directa de una forma absolutamente entreguista de los recursos naturales, favoreciendo el extractivismo. Daniel Ortega tiene un discurso antiimperialista, pero su práctica desde el primer día que llegó al gobierno fue de total sujeción a los principales intereses de los Estados Unidos.

Y ojo, verdad que la ruptura que ahora vemos entre el gobierno de los Estados Unidos y el Gobierno de Nicaragua no deja de ser desde alguna manera también retórica, verdad? Porque los puntos principales en donde le dolería al régimen el en los Estados Unidos no lo tocan.Por ejemplo el Tratado de Libre Comercio y todas esas cosas que son esenciales desde el punto de vista de los intereses económicos de la oligarquía de Nicaragua, pero también de los Estados Unidos. Nosotros empezamos a denunciar a Ortega desde antes, pero mucho antes. Estoy hablando de 1999 por su deriva no solo autoritaria, sino su deriva derechista. Es decir, de mover las posiciones hacia posiciones de derecha, verdad? Y entonces para nosotros, abrir espacios de solidaridad desde la izquierda, de la izquierda internacional hacia el pueblo de Nicaragua es fundamental. Porque hasta el momento es lo que, lo que la población en general mira es que hay congresistas norteamericanos, que rechazan y sancionan a Ortega. Pero escuchan, saben que gobiernos que se dicen de izquierda verdad? Como el de Evo Morales o como la misma Cuba, o como el gobierno de Maduro que respaldan a Ortega y entonces, meten a Ortega como en el bolsón de las izquierdas. Y eso genera una confusión. Nos crea serios problemas para la construcción de organizaciones alternativas al orteguismo, pero que son a la vez organizaciones alternativas a la derecha tradicional y las nuevas derechas en nuestro país. Entonces, nosotros miramos este esfuerzo que ustedes están haciendo como un esfuerzo muy importante para que se entienda que no toda la izquierda del mundo respalda. Y hoy que haya una izquierda consecuente que no solamente es capaz de denunciarlo, sino de pedir cuenta y de interesarse de una manera genuina, humanista pero también muy comprometida políticamente por la situación de los presos y de las presas, es clave. Y aunque tenemos muchas dudas de que la Comisión Internacional vaya a parar a Nicaragua -porque no dejan entrar ni siquiera a familiares de presos políticos que tienen todo el derecho de ir a saber de sus presos- pero sí sabemos que puede tener un impacto en la denuncia internacional de la situación y que eventualmente hasta podrían dejarlos entrar. Lo sabemos porque el régimen tiene actitudes a veces demenciales. Y para nosotros es muy importante porque, este esfuerzo que ustedes están realizando y esperamos que tenga también un impacto en la solidaridad acá en Costa Rica y en toda el área centroamericana, verdad? Nos preocupa que todavía hayan algunos gobiernos que saben que Ortega no es de izquierda, que saben que es dictador y que tiene posiciones ambiguas, como el gobierno de Honduras, en el cual teníamos muchas expectativas, porque Xiomara Castro ha sido una feminista y ha tenido mucha información sobre la persecución de Ortega a las organizaciones de mujeres. Pero bueno, los intereses geopolíticos, los intereses de Estado  a veces se confunden, pues, y por eso para nosotros es muy importante que organizaciones como como la de ustedes, como la LIS, como el MST, como la IV° Internacional, hagan estos esfuerzos de solidaridad con Nicaragua y en particular, con el pueblo y las presas políticas.

Cele: ¿Cómo pensar en Nicaragua después de la dictadura? O sea, con qué perspectiva? Por supuesto, nosotres decimos que tiene que ser una Nicaragua unida con el resto de Centroamérica, sin corporaciones, sin imperialismo, donde haya una democracia real desde las bases, una democracia obrera y popular. Pero ¿cómo ves vos la perspectiva? ¿Cómo ves este paso para lograr esta unidad? Para seguir construyendo de forma conjunta esta Nicaragua que no solamente sueñan nuestras compañeras y compañeros nicas, sino que soñamos las y los revolucionarios.

Mónica: Sí. Nosotros creemos que muchos de los sueños por los que luchábamos hace ya más de 40 años siguen vigentes, porque el mundo sigue sufriendo y es resultado de un modelo económico que favorece a minorías y que dejan en la exclusión y en la pobreza a amplias mayorías. Ese mal no ha sido resuelto y en el caso de Nicaragua es clarísimamente patente. Seguimos siendo el país más pobre de América Latina después de Haití, con niveles de pobreza mayores a los 50%. Pero además, nuevos problemas han puesto en evidencia que el modelo de acumulación en unas pocas manos no resuelve a la humanidad en su conjunto, porque implica la explotación también de la naturaleza. La naturaleza ya no aguanta y no se puede seguir viviendo de la explotación sin límites de los recursos naturales. Hay que construir una nueva manera de vivir, de consumir, de relacionarnos no solo entre los seres humanos, sino entre los seres humanos y las otras especies y los propios recursos que da la tierra. Y eso implica seguir apostando a la construcción de nuevas formas de vida, de nuevas formas de relacionamiento, como decía. Entonces, yo creo que lo que lo que es necesario es reconstruir. Las nuevas condiciones, con las nuevas realidades que nos da, digamos, el conocimiento, las posibilidades del conocimiento y los avances de la ley, los avances de la ciencia. No podemos tomar las teorías que nosotros teníamos hace muchos años y aplicarlas mecánicamente a las nuevas realidades. Tenemos que ser capaces de utilizar las herramientas para leer las nuevas realidades y construir las nuevas utopías. Pero esas utopías siguen siendo vigentes en términos de lo que hay, lo que estamos viviendo hoy no soluciona nada. Ni los problemas de las mayorías, ni los problemas del conjunto, de la tierra, pues de nuestro globo terráqueo, verdad?

Entonces, yo creo que en ese camino creo que nos podemos ir encontrando entre los jóvenes, entre los viejos, en las nuevas latitudes. Hay banderas que antes no se levantaban con la fuerza que hoy se levantan, como el tema de los derechos de la naturaleza y ahora está demostrado que son clave, como los derechos de las mujeres. O sea que una revolución será antipatriarcal, será una revolución que incorpora plenamente a las mujeres, pero también la diversidad sexual que respeta las distintas opciones y que la humanidad ha venido construyendo. Pero también que es la que respeta, por ejemplo, a las comunidades indígenas, sus costumbres, su forma de relacionamiento con la naturaleza. Entonces será también anticolonial, porque seguimos recogiendo elementos que se corresponden con otras realidades, sin ver todas las potencialidades de nuestros pueblos originarios de la forma de relacionamiento que ellos nos heredaron. Entonces, tiene que ser un modelo o una propuesta que incorpore, los muchos mundos que hay. No asumir un solo relato, un solo enfoque, una sola clase como la clase que va a realizar todas las transformaciones. Es recoger las multiplicidades de forma de acción social transformadora, que ha puesto en relieve las nuevas realidades. Entonces, yo creo que construir eso es una tarea de todos. En el caso de Nicaragua, la Articulación de Movimientos Sociales vemos por el momento una agenda que se llama la “Agenda de las Dignidades” en donde recogemos los elementos, que nosotros consideramos que son claves para poder entendernos con otras fuerzas políticas. Es claro, que para acabar con la dictadura la unidad tiene que ser muy amplia pero que esa unidad no niega las posibilidades de alianzas más de fondo entre quienes compartimos de forma más plena la propuesta de otra Nicaragua posible y que, creemos que es urgente construir y que pasa por acabar con la dictadura de Ortega-Murillo en primer lugar.

Desgrabación y edición: Juli Luna

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