Este 28 de septiembre, Día de acción global por el acceso al aborto legal, seguro y gratuito, tomamos las calles, porque el movimiento de mujeres y disidencias que se organiza y teje redes en los barrios, espacios de trabajo, sindicatos, escuelas y universidades en todo el país está en alerta para enfrentar a las derechas, al ajuste y el FMI. Con Juntas y a la Izquierda y Libre Diversidad vamos por la defensa del derecho al aborto, la ESI y por la separación de la iglesia y el Estado. Sobran razones para movilizarnos, también con debates.
En todo el país, sobran las razones para movilizarnos contra las derechas que ponen como blanco de ataque al movimiento feminista y LGTBQI+, al derecho al aborto, la salud y la educación pública y la educación sexual integral, los derechos humanos, nuestros derechos laborales y los bienes comunes. Tomamos las calles porque sabemos que son nuestro espacio de lucha, por lo que hemos conseguido y por lo que nos queda por lograr, porque no daremos ni un paso atrás. Pero también tomamos las calles para decir que no alcanza con tener un Ministerio de la Mujeres, género y diversidad que sea de cartón, que necesitamos que nuestros derechos sean reales, se cumplan a lo largo y ancho del país.
Desde Juntas y a la Izquierda y el MST, hemos sido claras desde el comienzo de las asambleas preparatorias de la Jornada del 28S. Sabemos que vamos a un país de cambios profundos y enfrentamientos en la lucha de clases, con una gran posibilidad de que sea la derecha más retrograda la que gane, con un plan integral para liquidar todos los derechos sociales y democráticos conquistados. Por eso en la calle, estaremos para no permitir que pase.
El peronismo no es alternativa, ni a Milei, ni a Bullrich, ni es un mal menor ni voto útil votar a Massa. La situación actual, el descontento y este fracaso son responsables de abrir la puerta a la derecha. Y ese debate atravesó en cada asamblea. Si bien en el debate de consignas rápidamente se dejó atrás el voto útil, la discusión se trasladó a dónde concentrar, o cómo expresar las consignas. Patria Grande o la Cámpora cuidando para que no haya crítica alguna a este gobierno.
Queremos ser claras, para enfrentar a la derecha también hay que enfrentar el ajuste que le abre la puerta. Priorizando la unidad más amplia del movimiento dimos pelea para un pliego de reivindicaciones comunes, pero siempre con este norte. Todo el pliego de reivindicaciones denuncia el ajuste, aunque no mencione a Massa.
La izquierda puede y debe dar otros pasos
El debate político electoral se cuela en todos los debates. Por eso también es necesario decir que como parte del FIT Unidad, entendemos que nuestro frente es la única alternativa al desastre de los partidos capitalistas, y por supuesto el único espacio que defiende los derechos de las mujeres y la diversidad. El único frente que no está atado al FMI y a la deuda, y que siempre ha estado en las calles con el movimiento feminista y el pañuelo verde.
Ahora también desde Juntas y a la Izquierda y el MST creemos que este frente debe transformarse, debe también trascender lo electoral, porque aprovechar como único centro lo electoral sin la perspectiva más a largo plazo, lleva muchas veces a no dar todas las batallas o a darlas incorrectamente. En las diferentes asambleas de Ni Una Menos podíamos ver esos problemas, ya sea solo explicando que la salida es votar al FITU, como la propuesta que hizo el PTS, o cediendo a las presiones de consignas ambiguas solo para cuidar al electorado posible.
La izquierda tiene una gran responsabilidad que no puede agotarse solo en la discusión del voto. Para nosotres, el FITU debe dar todos los debates necesarios para lograr que sea un frente de masas. Que convoque a un gran plenario, donde más allá de todos los sectores se convoque a las mujeres y disidencias a organizarnos de verdad frente a esta perspectiva, y construir las bases de la rebeldía verde.
Párrafo aparte el caso del Nuevo MAS, al quedarse afuera de las generales y retroceder, critica al FITU sin llamar a votarlo masivamente. Y cediendo a cada consigna o propuesta de los sectores afines al gobierno, con el argumento de unidad contra «las derechas».
Por un feminismo de clase. Por las mujeres trabajadoras
Parte de las batallas que dimos desde Juntas y a la Izquierda fueron en el marco de entender que el movimiento feminista es policlasista, y como tal cada sector procura imponer consigas desde el sector social que defiende. El debate se dió en torno al atentado contra la vicepresidenta. Lógicamente repudiamos el atentado contra Cristina de violencia política facha, pero a la vez polemizamos con las corrientes K de asociar ese atentado a Cristina como emblema del movimiento feminista en Argentina, está muy lejos de serlo. Frente a esa maniobra nuestra posición fue clara, repudiarlo y a la vez no ser furgón de una línea que romantiza una figura que históricamente hizo poco por los derechos de las mujeres y disidencias trabajadoras. Por eso, rechazamos la utilización política del atentado llamando a solidarizarse con «la feminista Cristina». Son debates que cruzan a este movimiento dentro del cual planteamos nuestro feminismo socialista, de clase. Defendemos los derechos de la mujer trabajadora, cuya doble opresión profundiza las inequidades y miserias.
La feminista marxista Lise Vogel planteaba «Políticamente, todo el movimiento socialista como el movimiento feminista socialista se enfrentan con la difícil tarea de luchar en favor de las mujeres, sin sucumbir a dos peligros igualmente insidiosos. Por una parte, deben mantenerse en guardia contra el feminismo burgués, (…), y por otra parte de no deben permitir que concepciones simplistas o economicistas de la lucha de clases releguen a un lugar subordinado la lucha por la liberación de las mujeres».
CFK es parte del proyecto político de quienes nos oprimen, de quienes hacen nuestra vida miserable, y de quienes defienden y reproducen el sistema capitalista como único sistema posible. Nuestro feminismo lucha contra el patriarcado al mismo tiempo que pelea contra el capitalismo, no todas las feministas dan esta pelea, al contrario, algunas fomentan la continuidad de las prácticas capitalistas que sostienen al patriarcado, esperando que estas sean menos «salvajes», como si fuera posible un capitalismo menos violento. Es por eso que no basta solo con ser mujer para decir soy vulnerable o por el solo hecho de ser mujer se es feminista. Desde Juntas y a la Izquierda construimos un feminismo de clase, que se organiza para ir contra el capitalismo, socio indiscutible del machismo y el patriarcado. En este punto fuimos hasta el final, con poco acompañamiento del resto de la izquierda. Logramos que la consigna sostenga el repudio al atentado contra CFK sin asociar su figura a una consigna feminista. Es importante que sigamos dando el debate sobre qué feminismo debemos construir.
Después del 28S, nos vemos en Bariloche
Faltan pocos días para en Encuentro Plurinacional y con las disidencias. Un Encuentro que se llevó a Bariloche para sacarlo del epicentro del poder, y que hubiera sido clave frente a la perspectiva que se viene si miles nos hubiéramos congregado en Buenos Aires a una semana de las elecciones. Miles de pañuelos verdes diciéndole a Milei y a toda la derecha: estamos acá, y de acá no nos vamos a mover, porque no pasarán. El sector que organizaba los antiguos ENM que perdió el control hegemónico del mismo, quiso negociar con el gobierno un acuerdo: «votemos juntes Bariloche y reveamos cómo será el Encuentro». Intentando retomar la vieja discusión del nombre, lo que no pudo lograr.
Este encuentro es plurinacional y con las disidencias. Y allí nos veremos para seguir organizándonos y dar la batalla clave de traer a la marea verde, al movimiento de mujeres feminista y disidente a la CABA en el 2024 para que en la calle demos la batalla necesaria contra quien sea gobierno y frente a lo que pretenda.
Ni un paso atrás es usar toda la artillería, también ir al corazón del poder político a llenarlo de nuestros pañuelos, blancos, naranjas y verdes, y a defender nuestros derechos. Juntas y a la Izquierda también dará esa batalla. Nos vemos en Bariloche.