El miércoles 22 en Rosario los estudiantes y docentes volvimos a ocupar las calles en defensa de la universidad pública. A pesar del intento del gobierno nacional de frenar la marcha de antorchas federal convocada por las federaciones universitarias del país, nuestra ciudad logró una gran convocatoria unitaria rechazando el recorte presupuestario.
El acuerdo alcanzado entre Yacobitti y Milei, que implicaba un aumento presupuestario exclusivo para la UBA, volvió a encender la bronca de las mas de 60 universidades del interior del país. El CIN puso el grito en el cielo, es que la UBA se cortó sola y dejó sin caja al resto de las universidades que representan el 85% de los estudiantes del país. Tuvo que salir Adorni un día antes de la convocatoria nacional para anunciar un aumento del 270% del presupuesto para funcionamiento de todas las universidades del país. Fue un claro intento por descomprimir la bronca que volvía a sentirse desde abajo, es que el gobierno no está en condiciones de volver a recibir un nuevo golpe como el de abril.
Sin embargo, uno de los primeros que salió a celebrar los anuncios de Adorni fue el rector Bartolacci de la UNR. Sostuvo que era una muy buena noticia y que le daría oxígeno a la UNR para poder funcionar hasta fin de año. La trampa que nos mete el gobierno nacional mientras los rectores aplauden es que este aumento anunciado deja afuera los salarios docentes, las becas estudiantiles, infraestructura y al CONICET. Es decir, el aumento se da solo sobre el 8/9% del presupuesto total de las universidades.
Ya lo veníamos diciendo, luego de la histórica marcha federal educativa del 23 de abril, los rectores iban a acordar con el gobierno nacional a espaldas de los millones de estudiantes y trabajadores que estuvimos en las calles. La rosca que se vio esta semana en el congreso fue una escandalosa muestra de esto. La UCR intercambiaba votos por la ley bases a cambio de un acuerdo presupuestario con las universidades. Y ahora, los mismo que en diputados votaron la media sanción de la nefasta ley bases, avanzan sobre el oficialismo y le arrancan una sesión para debatir el aumento universitario atado a la inflación. Toda una muestra de que el congreso es una cueva de bandidos, que se intentan colgar del proceso genuino de lucha universitaria en defensa de sus propios intereses y los de sus socios.
En Rosario, la marcha de antorchas fue todo un hecho político, movilizamos en unidad los centros de estudiantes, agrupaciones estudiantiles, gremios docentes y no docentes, investigadores del CONICET, secundarios, estudiantes independientes y activistas. La acción finalizó con un documento común que se leyó en la plaza 25 de mayo. Esta acción demuestra que en la UNR hay fuerza de sobra para luchar y deja en off side a las agrupaciones políticas, desde la Franja al peronismo, que argumentan una supuesta “desmovilización de los estudiantes” como excusa para no convocar acciones de lucha.
Hoy mas que nunca tenemos que seguir organizados quienes estamos convencidos que a Milei y su plan se lo derrota en la calle, quienes no queremos esperar a resolver esto en las urnas, quienes vamos a seguir la pelea junto a nuestros compañeros docentes, no docentes e investigadores del CONICET, los mismos que estamos dispuestos a golpear también contra la ley bases, el Dnu y el protocolo represivo.
El 16 de mayo se cumplieron 55 años del primer rosariazo, un gran proceso histórico que tuvo como protagonista la unidad obrero- estudiantil que enfrentó a la dictadura de Onganía. Necesitamos recuperar nuestra historia para sacar conclusiones de las mejores experiencias de nuestra clase para ir, ahora, contra el tirano de turno.