El día 26 de septiembre se realizó una importante movilización en la Universidad Nacional de La Plata, rumbo a la marcha federal del próximo 2 de octubre. Contingentes de los colegios preuniversitarios, de la escuela de graduados, de los centros de investigación y de distintas facultades, agrupaciones de izquierda e independientes nos hicimos presentes. Sin embargo, la Federación Universitaria de La Plata (FULP) no participó de la convocatoria ni explicó su ausencia. A pocos días de una importante fecha para la defensa de la Universidad Pública nos preguntamos ¿qué está haciendo la FULP?
Numerosos docentes se preguntaron por qué nunca llegaron las banderas de la FULP a la marcha que partió del rectorado, rodeó Plaza San Martín y concluyó a metros de la estatua de Joaquín V, González. Lo cierto es que jamás informaron que se ausentaron y ante el pedido de explicaciones, la presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Cs. de la Educación -integrante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), una de las presidencias de la FULP- manifestó: “La marcha de ayer era docente, la FULP estuvo volanteando, afichando y hablando en diferentes puntos de la ciudad convocando a la movilización”.
Si bien citamos la respuesta de la JUP, el faltazo involucró a todo el arco peronista estudiantil: desde las agrupaciones de Patria Grande (referenciadas en Grabois), Miles-Utopía, la mencionada JUP del Partido Justicialista, entre otros.
Analicemos la pobre respuesta de la JUP:
• Utiliza la afirmación “La marcha de ayer era docente…” para justificar la ausencia, confirmando la política de fragmentación de la pelea que viene imponiendo la FULP y el Frente Gremial, negando asambleas interclaustro y otros espacios de coordinación por abajo. Este argumento es de bajísimo nivel, pues el reclamo “docente” por salario no está escindido de la defensa de la Universidad Pública. Recordemos que el 90% del presupuesto de las universidades son salarios. También refleja la nula solidaridad con la pelea de trabajadores.
• A continuación dice: “…la FULP estuvo volanteando, afichando y hablando en diferentes puntos de la ciudad convocando a la movilización”. Podríamos fingir que creemos que estuvieron haciendo todo eso que enumera. Pero si estuvieron invitando a la marcha en distintos puntos de la ciudad, ¿por qué no participaron de la misma? Son solamente más inconsistencias.
¿Hay que “dejar de quejarse”?
El faltazo del peronismo estudiantil sucedió pocos días despúes del acto de Máximo Kirchner en La Plata. La lamentable oratoria del hijo de Cristina Fernández dejó algunas frases que resonaron en los portales digitales: “Hay que dejar de quejarse…”, dijo en un claro llamado a limitar la crítica contra Milei al terreno electoral y no abandonar las protestas. Inmediatamente después dijo: “…el veto es un derecho constitucional (de Milei)”.
Parece que “los soldados de Perón” en la UNLP tienen una ciega obediencia a este mandato de las cúpulas. Cuidado lector/a distraído/a: si bien el discurso fue pronunciado por un referente de las tres alas internas del PJ, debemos recordar también que Kicillof, Cristina Fernández de Kirchner y Grabois han coincidido oportunamente con el espíritu del proyecto de Milei para limitar el derecho a huelga de la docencia, respaldo que ratifica en materia educativa la orientación es calmar las aguas, negociar en las alturas y dejar pasar aspectos de una contrarreforma educativa, aunque sea, a cuentagotas.
Llamamos a las y los honestos activistas que se referencian en estas figuras y agrupaciones, y que defienden la Universidad Pública, a cuestionar duramente esta política funcional al ataque liberfacho. Les invitamos a construir un espacio de unidad en las calles y ahora y a dar el necesario debate sobre la construcción de una alternativa política superadora a las viejas experiencias que nos trajeron hasta aquí, junto a la izquierda.