Un hecho recurrente en Mar del Plata es el intento de censura a las manifestaciones artísticas y políticas. En reiteradas ocasiones el municipio, bajo las órdenes del intendente de Juntos por el Cambio, Guillermo Montenegro amedrenta con policías y patota municipal a activistas, artistas callejeros.
En estos últimos meses dedicó su atención especialmente a las expresiones vinculadas a la defensa del medioambiente, los espacios públicos y contra la profundización del modelo extractivista. Así fue que destruyó el mural en defensa del parque Camet y el que se realizó en el puerto contra la instalación de plataformas petroleras off shore.
Al cumplirse 5 años de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado, el intendente Montenegro intentó borrar de la memoria colectiva ese crimen de Estado. Compartimos a continuación el comunicado de la Asamblea por una sociedad sin fascismo.
Podrán hacer desaparecer nuestros murales pero nunca nuestra lucha
El 1 de agosto de 2022 se cumplieron 5 años de la desaparición forzada seguida de muerte del compañero Santiago Maldonado, como también fue el aniversario de la impunidad, ya que quienes cometieron el delito tienen la protección del Estado y en particular del Poder Judicial.
Por lo expuesto decidimos desde la Asamblea por una sociedad sin fascismo hacer una actividad política/artística en la plaza Mitre recordando la vida y lucha del compañero.
A los pocos minutos de comenzar la jornada, tres efectivos de la Policía Bonaerense se acercaron por una presunta denuncia realizada al 911, según la cual se planteaba que aparentemente estábamos generando disturbios, luego de interactuar se retiraron. Minutos después llegaron tres inspectores de Inspección General del Municipio de General Pueyrredón, por una supuesta denuncia de vandalismo de nuestra parte, porque estábamos pintando en el piso deteriorado de un sector de la plaza “El Estado es responsable” y repasando con pintura la cara de Santiago Maldonado que realizamos el año pasado en la misma fecha. Nos amenazaban con multarnos sin poder explicarnos qué ley, ordenanza o disposición estábamos contraviniendo. Después de un rato se alejaron permaneciendo en las inmediaciones y luego se retiraron.
Es llamativo que invocaran la protección del espacio público mientras otro sector público era al mismo tiempo usado de forma arbitraria a pocas cuadras, donde se realizaba la competencia de motocross habilitada por un burócrata en su afán de satisfacer los caprichos de unos pocos burgueses. Los amedrentamientos no terminaron allí, inmediatamente que se retiraron los inspectores municipales llegó una numerosa delegación de uniformados, tres de ellos nos volvieron a interrogar sobre la actividad que allí estábamos realizando. En una clara muestra de persecución ideológica e intento de intimidación permanecieron una docena de efectivos uniformados a pocos metros durante 20 minutos.
Finalmente realizamos nuestra actividad con la presencia de compañerxs de diferentes espacios, tanto socioambientales, como políticos de izquierda y autoconvocadxs e independientes.
La persecución del Estado municipal con apoyo de las fuerzas represivas provinciales no concluyó ahí: en un acto de violencia institucional, el mismo día de la desaparición de Santiago el municipio se encargó de hacer desaparecer nuestro mural, nuestros símbolos y las consignas que denunciaban la complicidad del Estado en el crimen y en perpetuar la impunidad. Sin restaurar el piso de cemento que se encuentra en mal estado de conservación pintaron toda la superficie de un color verde que no podemos dejar de asociar a quienes han hecho desaparecer a tantos compañeros y compañeras en dictadura.
El Ejecutivo municipal no soporta las expresiones populares en el espacio público, lo dejó muy claro cuando destruyó los murales de la Ecoasamblea de parque Camet que denunciaban la privatización de esa reserva forestal pública, en ambas ocasiones se gastaron recursos materiales innecesariamente con el único propósito de disciplinarnos mostrando que tienen el poder y lo ejercen. Llama la atención que las esvásticas y expresiones fascistas pintadas en diferentes sectores de la ciudad no reciban igual tratamiento, claramente esto nos dice desde dónde se posicionan los funcionarios políticos que integran el Poder Ejecutivo del partido de General Pueyrredón.
Sabíamos que era algo que podía suceder, sobretodo conociendo el prontuario de nuestro actual intendente, que como ministro de Justicia y Seguridad de CABA fue el responsable de la brutal represión en el Hospital Borda. Sus políticas son la violencia institucional y la privatización de lo público en beneficio de los privilegiados de siempre, de ello a dado sobradas muestras.
Nosotrxs no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos, ni nos vendemos por un cargo público o un estatus partidario.