Hoy por la mañana Mauricio Macri, luego de que Patricia Bullrich hiciera público su apoyo a La Libertad Avanza de cara al balotaje, también confirmó su respaldo a Javier Milei. En una entrevista radial el expresidente expresó: “El 30 por ciento de los argentinos decidieron que la opción para liderar el cambio es Milei”. Y agregó un comentario apoyado en su hija como viene haciendo últimamente: “Anoche, Antonia me dijo ‘papá, no hay alternativa, tenés que apoyar a Milei”.
El apoyo de Macri a Milei no tiene nada nuevo, es una posición que ahora cobra literalidad, pero era algo obvio el apoyo del responsable del último endeudamiento con el FMI a esta fuerza de ultraderecha. En medio de los debates que se están dando en la coalición que forman parte (Juntos por el Cambio) y también su partido, el PRO, Macri decidió hacer público su “apoyo incondicional” al liberfacho de Milei.
Los últimos resultados electorales han profundizado la crisis política de todos los espacios en general, y el fenómeno se termina de reflejar en estos movimientos y particiones que hacen a la rosca política de la partidocracia tradicional. Sin importar que Milei alguna vez haya sido crítico de Macri, como también de Bullrich, el ala más radical del PRO se ha jugado a cerrar un acuerdo político de cara a la segunda vuelta.
Más allá de las internas en Juntos, queda claro que La Libertad Avanza tiene poco de “anticasta”, como se autodenominan. Así como ayer fue Barrionuevo, hoy el acercamiento con lo más putrefacto de la política toma el cuerpo de Macri. Afirmando también que, como lo viene denunciando el Frente de Izquierda, Milei no expresa nada nuevo, sino que es la reedición de lo peor que ha existido en nuestro país. Tanto en términos políticos, como económicos.
Queda en claro que estos recientes respaldos, en esencia, no responden a otra cosa que a una estrategia política en donde la represión va a ser la herramienta con la que tratarán de imponer un feroz plan de ajuste, mayor al que exige el FMI en caso de ganar en segunda vuelta. Mientras, en la vereda de enfrente, ante los cambios que mencionamos, Sergio Massa, con la política de “Unidad Nacional” intenta sumar a todos los heridos del radicalismo y también del PRO, una política inerte para la suerte de los intereses de los trabajadores y enfrentar a la ultra derecha.