La figura de Borges como el personaje de Oscar Wilde permanece con una lozanía asombrosa y es completamente impar como todos los únicos e irrepetibles. En esta serie de tres artículos vamos a hacer una desgrabación con estilo y con análisis propio de estas magníficas cuatro charlas que el escritor, crítico y ensayista Ricardo Piglia -célebre autor de “Respiración artificial”- ofreció en la TV Pública en 2013 desafiando a los pacatos que seguro esperaban una conferencia sobre Walsh, Jauretche o Marechal (todos escritores peronistas) con una profunda y exquisita reflexión sobre los aspectos centrales de la obra de uno de los más grandes escritores de todos los tiempos de habla hispana. Dichas clases están completas en YouTube pero merecen un tratamiento ya que por su carácter oral necesitan un ordenamiento. Son un diamante en bruto que hay que pulir. Intentaremos mostrar a través de sus exposiciones como es que Borges, a diferencia de otros famosos clásicos de la literatura mundial, permanece con esa frescura y lucidez aun a 38 años de su muerte.
La fórmula “mágica” de Borges
Piglia comienza el ciclo con un insólito, pero muy acertado planteamiento. A diferencia de un conferencista tradicional y académico, comienza con la pregunta “¿Por qué Borges es un buen escritor?” Como si alguien lo dudara y hubiera que reafirmarlo, pero en esta aparente pregunta retórica el escritor extrae una esencia que perfuma toda su conferencia. La afirmación de que Borges es un buen escritor es explicada entonces por una característica o en todo caso por un fenómeno que lo caracteriza y que Piglia denomina “el procedimiento” o “la fórmula” y aquí retrotrae -quizás sin quererlo- a la genial afirmación de Aira de que toda la novela del siglo XX no es más que la repetición de un procedimiento 1. La no apelación al talento y a la genialidad del autor no rebaja a este ni lo disminuye sino, al contrario, lo exalta como el descubridor o inventor de algo que o no había o no estaba desarrollado en la literatura argentina del siglo XX. Esta fórmula mágica no es ni más ni menos que la creación en el marco de la literatura rioplatense de lo que dio en conocerse, extrañamente rebautizada, como literatura fantástica, ya que esta sería como una especie de remake de las obras fantásticas de los grandes escritores de fantasy del siglo XIX especialmente los anglosajones Poe, Shelley, Stokes, Dickens, Lovecraft, etc. A diferencia de los monstruos, miedos y horrores de esta literatura tan genial, Borges tomando inspiración en ellos y junto a su admirado Macedonio Fernández y a su amigo Bioy Casares retoma esa tradición y la hace porteña primero y para el mundo después. Pero ¿En qué consiste este “procedimiento”? Es simple (pavada de simpleza SIC): la literatura fantástica nace -según Piglia- entre el fin de la religión (creencia en demonios y castigo eterno) que la cultura moderna del siglo XIX puso en cuestión y el nacimiento del psicoanálisis de Freud (quien descubre la verdadera naturaleza inconsciente de los mitos, los miedos y la auto-represión psíquica) a comienzos del siglo XX. Había que “explicar” esas cosas antes de Freud y por eso surgen los fantasmas, vampiros, humanoides sádicos y atractivos, etc. Pero Borges hace otra cosa, dice Piglia: crea una fórmula que la expresa con toda claridad en Tlön, Uqbar, Orbis Tertius. Según Wikipedia […] en este texto Borges ofrece una representación totalizante del cosmos […] La fuerza totalizante de ese cosmos, representado en la Enciclopedia de Tlön, lleva al protagonista a la puesta en duda de la propia realidad y a la sospecha de que la concepción idealista de Tlön es la matriz que poco a poco se apropia del mundo.[…]2. Para la Biblioteca Cervantes esta obra [..] narra la creación y descripción minuciosa de un planeta imaginario, por parte de una sociedad benévola y secreta, una magna obra de hombres que crean el rigor de un orden ideal que al cabo de unos años comienza a producir transformaciones en la realidad conocida, la que empieza a ceder ante la lucidez implacable de las creaciones tlönitas. […] el dato significativo (es) de que la literatura de ese planeta era un solo libro con todas sus variaciones.[…]3. El procedimiento consiste en que la realidad ficcional “penetra” la realidad no ficcional que también es ficcional… el eterno juego de los laberintos borgeanos. Este procedimiento lo adoptaron grandes escritores mundiales y lo tomaron de él. Phillip Dick por ejemplo, en su obra El hombre en el castillo relata un desopilante argumento: los nazis y los japoneses ganaron la 2da guerra mundial y EEUU está gobernado por ellos pero están inquietos por una novela prohibida que escribió un escritor que comienza diciendo: “los nazis perdieron la guerra”… Mostrar el horror del nazi-fascismo con este humor implícito es genial pero la formula es idéntica a la Borges 20 años después de Tlön como también lo es el film de Jean Luc Godard Alphaville […] una película francesa de ciencia ficción rodada en blanco y negro y estrenada en 1965 […] En cierto momento de la película la máquina comienza a recitar un ensayo de Jorge Luis Borges, modificando el final del mismo.[…]4, ambos ejemplos citados por Piglia en el video. Según el crítico, Godard es el cineasta más borgeano conocido hasta hoy.
Piglia concluye que este procedimiento de crear realidades ficcionales que penetran la realidad no ficcional es inspirado por Macedonio Fernandez a quien él llama el Ascasubi de Borges comparando el rol determinante que tuvo este escritor gauchesco en José Hernández. Piglia desestima el nombre de literatura fantástica y afirma que debiera llamarse literatura especulativa o conceptual. Dice que Borges crea objetos microscópicos en sus cuentos ya que nunca escribió un texto con más de 10 páginas siendo quizás el escritor del siglo XX con mayor condensación. La condensación que tanto le cuesta a muchos escritores (me incluyo) es un arte magnífico que Borges maneja de modo magistral. Piglia observa con ironía como escritores han escrito novelas 500 páginas que son de pésima calidad cuando otros escriben textos de pocas páginas con calidad superior.
Así con este procedimiento el autor escribió toda su obra cuentística tal como El Aleph, Las ruinas circulares, Sur, El inmortal, El hombre de la esquina rosada, La biblioteca de Babel, El muerto, Funes el memorioso y muchos cuentos más. Tanto Funes y El muerto, como Emma Sunz además remiten a la memoria, la venganza y la muerte. Y con la memoria, lo atávico, lo originario aparece la otra cara del procedimiento y de los laberintos borgeanos que es el linaje, la herencia, el origen. La fórmula mágica no es mágica, es una maravillosa creación y descubrimiento fundamentada en la intertextualidad que el autor explota al máximo (se considera a sí mismo un reescritor de Joyce, Faulkner, Chesterton, etc.) y en la reescritura de otras fórmulas exitosas como las de los escritores de terror y policial norteamericanos y británicos del siglo XIX y que él pone a disposición de sus contemporáneos que lo repiten, emulan o diversifican. Un creador genial.
Civilización y Barbarie ¿en cuál está Borges?
Piglia en su programa hace una observación sorprendente. Explica que un erudito, un lector sagaz y consuetudinario como Borges, que hace de la Biblioteca su erudición es ante todo un continuador de la barbarie que Sarmiento describe en su libro Civilización y Barbarie5. Y lo explica por la oposición de sus dos linajes familiares: el de la madre y sus antepasados estancieros, oligarcas terratenientes y militares que se dedicaban a la defensa territorial y a la guerra y el del padre, descendiente de europeos que trajeron a la Argentina salvaje de los orígenes la “civilización” o sea la academia, la literatura, la cultura , la biblioteca. Mientras una era la continuidad del feudalismo colonial, la otra era la expresión del naciente capitalismo rioplatense tras la caída de Rosas6 y que Sarmiento, hombre de enorme lucidez, faro intelectual de la burguesía incipiente de 1850 expresa con maestría. Era la oposición entre el país agrícola-ganadero y el país industrial, comercial y financiero que pugnaban por el poder.
Pero esos dos linajes que parecen tan alejados del pueblo, de las clases populares hacen que Borges se sienta más cerca en su imaginario de lo gauchesco y los orilleros del 1900 que de la erudición francesa aunque su infancia y parte de su adolescencia transcurrió en Ginebra (donde está sepultado). Por eso Borges se inclina ya en 1920 a la construcción de una mitología porteña que hasta entonces no existía. La mitología de los cuchilleros, los compadritos, los orilleros que se dan cita en El hombre de la esquina rosada, en Nicanor Paredes, en El muerto, Sur y otras de sus obras aluden al Buenos Aires de las orillas, de San Telmo, Monserrat y de Palermo que en 1900 era un suburbio poblado de lúmpenes, prostíbulos y demás elementos del nuevo folklore urbano (el mismo que dio origen al tango) y que lo rodeaban en su infancia temprana en su casa natal en la calle Serrano (hoy lleva su nombre una parte de esta). Con el mismo sentido que la fórmula y el procedimiento ficcional Borges crea otra fórmula: la épica borgeana que se opone a la de Lugones y Güiraldes, cultores de la épica gauchesca.
En 1900 el gaucho ha muerto, solo quedan ruinas de ese personaje de las pampas encarnado en Martín Fierro y Santos Vega, pero con Juan Moreyra de Eduardo Gutiérrez en 1889 nace un nuevo prototipo: el gaucho electoral, representado luego por los caudillos políticos que defendían los votos de liberales y conservadores quienes eran los antecesores de los compadritos de las orillas porteñas. Borges está más cerca de Moreyra que de Fierro, según Piglia, pero no del Moreyra ladino, delincuente y lumpen que se pasaba de Alsina a Mitre7 sino del Moreyra épico, el mismo que Leonardo Favio8 retrató en el cine, un Moreyra fantástico, un héroe de Propp, y este mito luego lo traduce en Francisco Real o Dahlman. Piglia señala que Borges intenta en su literatura unir la civilización y la barbarie pero de un modo particular. Y aquí nace la cíclica borgeana, el movimiento continuo, el sueño de los que quieren descifrar los sueños y los quieren entender la muerte pero también la eternidad. Por eso en la épica de los cuchilleros Borges también alude a la muerte y su oposición freudiana: el juego lúdico que yace en los duelos. Cuando Borges retrata a los orilleros es la Barbarie hecha hermosa prosa y poesía, cuando va a la Biblioteca a la de Babel, a Tlön, a La Rosa de Paracelso, la sabiduría vence y entonces Borges es la civilización, aunque sea la civilización fantástica porque él nunca reivindica a la civilización burguesa, más allá de cual fueran sus ideas políticas o ideología. Después veremos en los próximos artículos cuánto de leyenda y de propaganda peronista hay en eso.
Borges es aristocrático. Por eso toma lo popular desde una perspectiva no burguesa. Es pre-burgués (según Piglia). Entre la barbarie y la civilización elige siempre la barbarie. La relación entre coraje, peligrosidad y atracción sexual. La muerte de Dalhman (Sur) es comparada con la de su abuelo que elige morir en el sueño de una batalla. Qué es lo que sueña al morir un hombre. Yo imagino (dice Borges) un cuento en el que pueda contar lo que sueña un hombre al morir. Pero acá también pone el procedimiento ficcional a brillar.
En Borges la ficción es una fuente inagotable.
Otra vez la dialéctica borgeana
Aunque Tlön es una reivindicación del idealismo, no lo es en el sentido kantiano, ni en el del existencialismo de Heidegger a quien Borges admiraba. No lo es a pesar suyo. Porque él es, como decía Marx de Darwin, un dialéctico inconsciente. Tampoco lo es Piglia, sin embargo en este ciclo Piglia muestra cómo la oposición de contradicciones borgeanas, como el laberinto de su filosofía de la eternidad, tiene siempre un sentido de superación dialéctica. Eso es justamente la unidad de la barbarie y la civilización. Contradiciendo la semántica de Piglia yo denominaría a la barbarie como atavismo o mito de origen porque la palabra barbarie alude al desorden y al caos y en Borges la escritura ficcional es lo contrario: la búsqueda de un orden, de la totalidad. Borges cree en la totalidad no como un estructuralista sino como quien ve la unidad de los contrarios, la primacía de un orden porque en el laberinto la gente se pierde pero el laberinto es una secuencia matemática perfectamente ordenada de paredes. Y los laberintos borgeanos son la totalidad. La mirada del universo no como una suma de partes y fragmentos sino como un todo. La civilización es el orden. El origen es el caos primitivo. Y del caos primitivo se llega al orden. De los relatos de cuchilleros llegamos a la Biblioteca de Babel ¿Como podría haberse llegado de un lugar a otro sino fuera por una génesis superadora, dialéctica? Lukacs y Levi-Strauss8 se agarran de los pelos mientras Borges se mata de risa de ellos.
En el próximo artículo vamos a ver cómo opera la Memoria en la narrativa y la filosofía de Borges.
Referencias:
⦁ César Aira. La nueva escritura.: https://www.cetycli.org/cboletines/f00b204e98-airab8.pdf
⦁ En https://es.wikipedia.org/wiki/Tl%C3%B6n,Uqbar,_Orbis_Tertius Este cuento aparece en el Jardín de los Senderos que se bifurcan primero y luego en Ficciones ⦁ La enciclopedia de Tlön en https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-enciclopedia-de-tlon/html/65251cfc-88f1-41bd-9574-060980271c42_4.html ⦁ La película Alphaville es una obra de ciencia ficción del director vanguardista francés Jean Luc Godard hacedor entre otras genialidades de Bande à part, (1964), Tout va bien, (1972), Je vous salue, Marie (1985), su saga Histoire(s) du cinéma (1989,1997 y 1998) entre unos aprox. 99 títulos. Más info en https://es.wikipedia.org/wiki/Alphaville(pel%C3%ADcula) y https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Luc_Godard
⦁ Facundo o Civilización y barbarie en las pampas argentinas es un ensayo publicado en 1845 por el educador, periodista, escritor, militar y político argentino Domingo Faustino Sarmiento, durante su segundo exilio en Chile.
⦁ Se refiere al dictador y oligarca terrateniente Juan Manuel de Rosas gobernador de la Provincia de Bs As entre 1829 y 1852 y principal líder de la Confederación argentina (nombre que le dieron los caudillos federales a las antiguas Provincias Unidas del Río de La Plata nombre derivado de la Constitución de 1813). En 1852 fue derrotado por Urquiza en la batalla de Caseros y derrocado tras lo cual se inauguró la etapa constitucional de la República Argentina (1853) que recién en 1890 se terminó de consolidar.
⦁ La disputa entre Alsina y Mitre se refiere a la que había entre los conservadores territoriales que representaban a la gran burguesía rural y terrateniente con los que propiciaban el liberalismo político y económico. Mitre fue el fundador del diario La Nación y presidente de Argentina, representaba a los grandes burgueses comerciales y financieros.
⦁ Se refiere a la oposición entre el estructuralismo identificado con los lingüistas Levi-Strauss y Saussure que en filosofía expresan a la totalidad y el marxismo pro-hegeliano (Lukacs) que identifica la génesis por sobre la totalidad.