Luego de 2 salidas al borde de la Panamericana en Ingeniero Maschwitz y actividades en Plaza Constitución, que sirvieron para empezar a calentar los motores de la bronca en las dos cabeceras, el 20 de octubre los delegados, choferes y mecánicos confluyeron en Puente Saavedra, cortando el Metrobús y mandando un mensaje claro a la conducción de una UTA dividida y enfrentada entre dos sectores burocráticos y pro-patronales: queremos recuperar el salario perdido en los últimos 5 años, $100.000 ya para llegar a la canasta familiar básica del INDEC.
La 60 hizo punta como parte de la gran autoconvocatoria de los trabajadores del autotransporte que pelea de punta a punta en todo el país, desde Córdoba a Salta, pasando por Paraná, Rosario, Mar del Plata, zona oeste del Gran Buenos Aires y otros lugares.
Ni el temporal de viento y lluvia, ni el pedido de la UTA de levantar la medida, ni los estragos que causa la pandemia en las familias de los compañeros, pudieron aplacar la calentura, con compañeros a contraturno que se hacían presentes antes y después de tomar servicio. La bronca que ya se había mostrado cuando los choferes de las líneas de Matanza cortaron la General Paz, ahora se mudó a Puente Saavedra.
Fue un gran inicio de esta bronca, que se transforma también en la exigencia a aquellos que negocian paritarias con sumas a cuentagotas que no alcanzan ni para pasar el día de la madre y encima a la baja, y también al gobierno que desde abril apostó a “dormir” el reclamo de los choferes y mecánicos, esenciales para el relato y descartables a la hora de pagarles salarios que vienen perdiendo el 50% de su poder adquisitivo en los últimos 5 años.
Con los bombos que atronaron la mañana de Puente Saavedra, hubo también un emotivo homenaje al cumplirse el 10 aniversario del asesinato de Mariano Ferreyra, asesinado por la patota de la burocracia sindical de Pedraza de la Unión Ferroviaria. Acompañaron el reclamo delegaciones de la 540 de Puente La Noria, de Interlíneas y varias líneas de la zona norte.
El corte fue grande e importante porque empezó a marcar que los trabajadores no compramos ni el pacto social, ni la inflación que nos mata, ni los ajustes. Como decía uno de los carteles: Pacto social + inflación = Ajuste. Y dejó claro también que el camino es seguir con las autoconvocatorias, con plenarios de delegados abiertos y con un plan de lucha.
La línea 60 dio el primer paso. La bronca y la organización de los trabajadores se puso en marcha. Desde el MST y ANCLA acompañamos la acción de los trabajadores de la 60 y como nos conocemos de hace muchos años, sabemos que esa bronca y esa fuerza van subiendo revoluciones. Los motores ya arrancaron. No van a parar hasta conseguir sus reclamos.
Sergio Paz