martes, 12 noviembre 2024 - 21:42

Limitaciones en los DNUs. ¿Un posible golpe para Milei?

Tras un periodo de alegría para el gobierno, marcado por las semanas de veranito financiero, los festejos por los vetos en el Congreso, la victoria de Trump y los ataques del gobierno a los trabajadores aeroportuarios de los últimos días, se abre un nuevo panorama para la gestión libertaria, el cual puede golpear fuerte a la figura de Milei. La discusión sobre la limitación en la vida de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNUs), en la Cámara de diputados, abre un nuevo episodio que vuelve hacer resonar las debilidades de este gobierno, siendo la falta de una estructura sólida en el Congreso una de ellas.

Durante el desarrollo de esta última semana, las comisiones de Diputados de Asuntos Constitucionales y la de Peticiones, Poderes y Reglamentos de la Cámara Baja, se encargaron de poner en discusión el reglamento actual de los DNUs, herramienta que Milei ya ha utilizado 46 veces en estos casi 11 meses de gestión. Actualmente para que uno de estos decretos caiga se necesita el rechazo mayoritario de las dos Cámaras del Congreso, como sucedió recientemente con el que le otorgaba $100 mil millones a la SIDE en concepto de fondos reservados. Los 3 proyectos surgidos en estas reuniones coinciden en hacer que un DNU pierda su vigencia si al menos una Cámara lo rechaza.

En principio, la oposición promotora de este proyecto consiguió una sesión especial para el tratamiento de este. el próximo martes 12 de noviembre a las 15hs. Además, en esta sesión, aunque no está asegurado, se podría llegar a tratar el veto para el DNU 846. El decreto de Caputo para permitir la flexibilización de canje de deuda y el uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de ANSES.

El tratamiento de este tema hizo que en el oficialismo se enciendan todas las alarmas. Con una escuálida formación parlamentaria, el gobierno nacional no demoró en lanzar una metralla de amenazas a varios sectores para aplacar el voto de los diputados. La advertencia de un nuevo veto de Milei, la alianza de LLA con el PRO y el presupuesto 2025, son los elementos que se entrelazan frente a la posibilidad de un nuevo revés en el Congreso si se sanciona esta ley.

Lo que se va discutir sobre los DNUs

Luego de semanas donde el gobierno lograba mostrar una cierta estabilidad, aparece un sobresalto complicado de capear por parte del gobierno de Milei. En la Cámara Baja del Congreso, los diputados presentaron 3 proyectos para producir cambios en la Ley 26.122 encargada de regular los requisitos para que un DNU quede sin efecto. La última reglamentación que sufrió esta ley fue en el 2006 y contó con la autoría de la actual presidenta del PJ, Cristina Fernández de Krichner. La discusión actual se centra en ese cambio, donde un DNU puede mantener vigencia hasta que la mayoría de las dos cámaras del Congreso la rechacen.

En el pasado jueves, el proyecto presentado por el boque de Encuentro Federal, junto con el de Democracia por Siempre, la ruptura de los radicales encabezada por Facundo Manes, lograron conseguir dictamen de mayoría en este proyecto, haciendo que su discusión se materialice en la sesión especial del próximo martes. El impulso de esta propuesta se logró consolidar por el acompañamiento de los diputados de Unión por la Patria, juntando un total de 36 firmas.

Este proyecto busca, como se comentó anteriormente, limitar los requisitos para que un DNU pueda mantenerse vigente. Y estas nuevas restricciones serían las siguientes:

  • Un DNU tiene que perder vigencia si no es aprobado por ambas cámaras en 90 días corridos luego de su aprobación.
  • Se incluye la posibilidad de tratar un DNU en el receso parlamentario.
  • Se prohíbe al Ejecutivo dictar un DNU similar a otro que ya fue rechazado por el Congreso.
  • Se incluye la posibilidad de votar por separado artículos en DNUs que abarquen múltiples temas.

Además de este proyecto, en la reunión de comisiones la UCR y la Coalición Cívica presentaron los suyos, consiguiendo dictamen de minoría. Aunque los tres publicados coinciden en la idea de que la vigencia de un decreto se anula con el rechazo de una sola Cámara. La concreción de esta idea podría ser un golpe interesante para un gobierno que hace once meses no pudo construir una sólida fortaleza en el parlamento. Y también, la sanción de esto, terminaría con la dinámica aprovechada anteriormente por todos los gobiernos, donde con el control de una sola Cámara, el Ejecutivo tenía vía libre para largar los decretos que quisieran. Un ejemplo de las limitaciones que ofrece la democracia actual.

Por otra parte, el oficialismo no consiguió las firmas necesarias para obtener un dictamen de rechazo, situación propiciada por el silencio de sus aliados del PRO, el cual hasta el lunes parecería no tener una respuesta frente a esto.

Poroteo, amenazas y alianzas electorales

En el transcurso de este fin de semana tanto oposición y oficialismo transitan una carrera a contrarreloj para ver que destino se impone para este proyecto. Las negociaciones para conseguir el número de diputados se profundizan, y por el lado de la oposición se dice que existe el número necesario para conseguir la media sanción. El oficialismo libertario, con altos niveles de preocupación, comenzó su operativo para frenar el avance de este proyecto en el Congreso, con las amenazas como método.

Las órdenes ya están dadas por el triángulo de hierro formado por los hermanos Milei y Santiago Caputo. Ya se pusieron en marcha todos los chantajes y amenazas para frenar lo que podría ser un nuevo revés para el gobierno nacional.

En las primeras horas, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, dialogó con todos los presidentes de los bloques para ordenar la cancelación de la sesión especial del próximo martes, pero fue algo que no tuvo efecto alguno. A partir de esto, los chantajes para comprar la decisión de los diputados, mecanismo que se viene repitiendo desde la asunción de este gobierno, se pusieron en marcha y las negociaciones por el presupuesto 2025 son el elemento para obturar la votación.

En un principio, la amenaza del gobierno de Javier Milei era: si se trata esteproyecto se frenan las negociaciones entre las provincias y la Nación, las cuales se encuentran atadas a la estructura del proyecto de Presupuesto del año próximo. Pero el gobierno redobló la apuesta y ahora advierte que si esta sesión continúa, se prorrogará el presupuesto del año 2023. Esto generaría una tremenda licuación en partidas relacionadas a áreas sensibles como lo son la educación, la salud, las obras y la Ciencia y Técnica. Una medida que sería más que devastadora para los trabajadores y los sectores populares, Como primer aviso, LLA esta semana suspendió las sesiones de la comisión de Presupuesto y Hacienda, y para la semana entrante no hay confirmación para retomar estas reuniones.

En la lista de movimientos de la dirección libertaria, a pesar de las amenazas a los diputados atados directamente a los gobernadores, todavía les queda solucionar un problema, que de alguna manera le otorgaría un poco más de volumen político dentro del parlamento. Y este problema para los de Milei tiene nombre y apellido, y es el del PRO de Mauricio Macri, espacio que se mantiene en silencio.

El partido fundado en la primera década del 2000, no ha realizado ningún pronunciamiento frente al contenido de la sesión del próximo martes. Según el presidente del bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo, el espacio tendrá un posicionamiento luego de una reunión que tiene cita el próximo lunes.

Macri, a pesar de la división por la que atraviesa su partido, todavía tiene una bala para mantener la supervivencia de este espacio de cara a las elecciones de 2025. El posicionamiento que desarrollen frente a esta sesión puede ser una táctica para frenar los intentos que La Libertad Avanza realiza continuamente para diezmarlos.

Terminemos con los avances de Milei

El próximo martes el gobierno puede anotarse una nueva derrota parlamentaria en lo que va del año. Este proyecto que le recorta el accionar del mecanismo utilizado para agilizar la aplicación del programa represivo de ajuste y entrega, que tiene el Ejecutivo en su poder, puede ser un golpe que debilite la figura del gobierno, pero tiene sus limitaciones.

Si bien, puede ser positivo el tratamiento y la discusión de esta ley, para dejar a la vista de todas las limitaciones que tiene la democracia enmarcada en los límites de la institucionalidad capitalista, el tiempo del proceso de tratamiento de este proyecto no es el que necesitan los trabajadores para frenar los continuos ataques del gobierno.

Ante la posibilidad de la sanción de este cambio en los Decretos de Necesidad y Urgencia, Milei, además de prometer recortes presupuestarios a las provincias, también aclaró que vetará esta ley si consigue la aprobación de las dos Cámaras del Congreso. La oposición lo sabe a esto, y en caso de que suceda, por motivo de los tiempos del ciclo legislativo del país, ese veto no podría levantarse hasta las sesiones de marzo del próximo año.

Es decir, si proyectamos en función de las amenazas libertarias, por lo menos hasta marzo, tendríamos que transitar con la prorrogación del presupuesto 2023. No hace falta hacer demasiados estudios para entender lo obsceno que sería ese tipo de ajuste, sobre todo viendo los resultados que se cosecharon este 2024 prorrogando los números del presupuesto del 2023. La situación de la salud, la educación, el sistema previsional o el nivel de pobreza en el país dejan en claro al escenario al que nos podrían trasladar.

La respuesta autoritaria que ha tratado de potenciar el presidente en estas últimas semanas y que podría redoblar durante el tratamiento de esta ley solo se puede detener en las calles. La situación de la mayoría trabajadora no se soluciona con el poroteo en el Congreso, haciendo pequeños golpes para desgastar al gobierno o especulando con alianzas de cara al próximo año electoral. La poca efectividad de estas tácticas quedó clara con el accionar de las burocracias políticas y sindicales durante todo el transcurso de este año.

Este golpe que podría recibir el gobierno, como todos los demás que ha recibido a nivel parlamentario, sin el acompañamiento de la movilización y la organización de los trabajadores puede quedar en la nada. Es fundamental la puesta en marcha de un plan de lucha, que contenga un Paro General y motorice acciones para potenciar el fin del gobierno actual, porque Milei se tiene que ir. A pesar del discurso desmoralizante y desmovilizador de las burocracias, fuerzas para poder hacer esto sobra, las universidades y la salud en el último mes mostraron cual es la ruta a tomar para voltear a los libertarios.

Sueldos y jubilaciones pulverizadas, que ni si quiera empatan el valor de la canasta alimentaria; una pobreza que afecta a más de la mitad de los argentinos; el ataque constante a sectores públicos como la educación y la salud; la entrega de territorios y sectores estratégicos de la producción del país y otros indicadores en niveles parecidos a los del 2001, son razones que bastan para entender lo necesario que es ponerle un punto final a este gobierno.

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